Crimen de odio: agresión contra mujer asiático-estadounidense
La acusación, emitida por un gran jurado federal, acusa a Jesse Allen Lindsey de cometer un crimen de odio, un delito grave que conlleva una posible pena máxima de 10 años de prisión federal
En Culver City, en la región sur de California, se ha formalizado el cargo de un crimen de odio contra Jesse Allen Lindsey, un hombre de 37 años de la ciudad de Fontana. Lindsey, quien se encuentra detenido por otro cargo, está acusado de agredir físicamente a una mujer asiático-estadounidense sin razón alguna, mientras al mismo tiempo vociferaba insultos raciales.
La acusación, emitida por un gran jurado federal, acusa a Lindsey de cometer el crimen de odio, un delito grave que conlleva una posible pena máxima de 10 años en una prisión federal. El fiscal federal Martin Estrada, que está a cargo del caso, enfatizó la seriedad del ataque y reafirmó la necesidad de promover valores que ayuden a unir a la comunidad.
El incidente ocurrió alrededor de la una de la madrugada del 14 de junio de 2021 cuando la víctima se dirigía a trabajar. Según se informa, Lindsey inició la confrontación al pedirle un encendedor o un cigarrillo, a lo que la víctima respondió negativamente. Posteriormente, Lindsey, centrado en la ascendencia asiática de la víctima, comenzó a lanzar epítetos raciales y comentarios despectivos, escalando la situación a un ataque violento.
Las cámaras de vigilancia capturaron el ataque de Lindsey, en el que dirigió lenguaje cargado de odio hacia la víctima, cuestionando su presencia en el área basándose en su raza.
La acusación detalla los insultos verbales de Lindsey, durante el cual presuntamente golpeó a la víctima en la cabeza, haciéndola caer y sufrir lesiones. A pesar de que la mujer estaba semi incapacitada en el suelo, Lindsey continuó su asalto verbal, exacerbando aún más el trauma infligido a la víctima.
Tras el ataque, la víctima fue hospitalizada, recibiendo tratamiento médico por las serias lesiones sufridas, incluido 11 suturas en la cara. La gravedad de sus lesiones resultó en la incapacidad de trabajar durante un mes y dolores que le duraron un año, subrayando el impacto duradero de la violencia motivada por el odio.
“La violencia impulsada por el odio no tiene lugar en nuestra sociedad,” dijo el Fiscal de los Estados Unidos Martin Estrada. “Vivimos en una de las áreas más diversas del país, y esa diversidad nos da fuerza. Nuestra comunidad permanecerá unida en condenar la intolerancia, y mi oficina no dudará en investigar y enjuiciar a aquellos que dañen a otros por motivos de intolerancia.”
El FBI, activamente involucrado en la investigación, hizo eco de este sentimiento, enfatizando su compromiso de proteger los derechos civiles y responsabilizar a los perpetradores de crímenes de odio.
Esta acusación no es un caso aislado. Por ejemplo, en mayo de 2023, un hombre vietnamita-americano fue acosado verbalmente y agredido físicamente mientras esperaba un autobús en Koreatown. El agresor, motivado por prejuicios raciales, atacó a la víctima únicamente por su etnia.
En 2023 una encuesta de AAPI Data and the Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research reportó quite un tercio de asiático-estadounidenses y de las islas del Pacífico habían experimentado un acto de abuso racial en ese año. 15% dijeron que en alguna ocasión habían sido víctimas de un crimen de odio.
El caso de Lindsey sirve como un recordatorio de la prevalencia de la violencia motivada por el odio y la necesidad continua de esfuerzos concertados para combatir tales injusticias. Al unirse contra la intolerancia y la discriminación, las comunidades se esfuerzan por fomentar la inclusividad y defender los principios fundamentales de igualdad y respeto para todas las personas, independientemente de su raza, etnia o antecedentes.