Cruzando Líneas: La frontera que no existe

Hay una percepción errónea de que ahora es el momento para cruzar, que las puertas de Estados Unidos se abrieron y que cualquiera puede instalarse en el trillado sueño americano. No es así.  La pandemia le puso un candado a la frontera; sigue cerrada

ARIZONA – La frontera se recorre con todos los sentidos, los propios y los ajenos. Es un ente vulnerado y prostituido que se ve a través de muchos ojos. Ahora una lupa le quema las entrañas. La miopía la burla, la transforma y la destroza. Lo hacemos todos desde realidades propias o inventadas. No es una crisis. Es el espejo de pesares ajenos que no queremos hacer nuestros. Esto pasa en donde quiera.

Los rumores van y vienen. En Estados Unidos se habla de una crisis de migrantes burlando ríos y cercos o de una invasión de “pobrecitos” muy peligrosos por su atrevimiento y su necesidad; en México, de la “limpia” luego de Trump. Los migrantes opinan poco y creen mucho. Tienen hambre de saber, de tener, de pertenecer y de estar.

Hay una percepción errónea de que ahora es el momento para cruzar, que las puertas de Estados Unidos se abrieron y que cualquiera puede instalarse en el trillado sueño americano. No es así.  La pandemia le puso un candado a la frontera; sigue cerrada.

No son solo los migrantes que esperan en México los que son engañados; el oasis de falacias se propaga en Centroamérica. Una mentira repetida mil veces no se convierte en una verdad. Esa frontera de la que les hablan no existe.

Lo cierto es que salen muchos más de los que entran. La emergencia sanitaria tiene en pausa las solicitudes de asilo y ese beneficio migratorio sigue siendo una medalla al sufrimiento que se le da solo a aquellas personas que pueden comprobar  que la vida se han ensañado con ellas.

Pero hay grupos de Facebook o de WhatsApp en donde se dice de todo menos la realidad. A los que quieren llegar al Norte les aseguran que los cruzarán tranquilos por unos miles de dólares, que pueden llegar todos, que la nueva administración de Biden les dará papeles, que la necesidad económica o el mero sueño será suficiente… y tampoco es así.

A los estadounidenses les dicen que están llegando en masas, miles tras miles, que se brincan cercos y atraviesan desiertos en manadas, que hay cadenas humanas en los ríos, que vienen desesperados, que todos entran y que no se irán jamás. Tampoco es cierto.

La desinformación de lo que pasa en la frontera es peligrosa y pone en riesgo a los que vienen y a los que están varados en México. Se topan con pared. Y ya viene otra caravana.

Hemos aprendido poco o nada. Cambiamos de presidente y los niños migrantes vuelven a abarrotar los centros migrantes. Donde caben 250, hay miles. Las condiciones son deplorables, las familias vuelven a sufrir una separación cuando no han terminado de sanar la anterior. La historia se repite.

El problema no es de una administración sino el sistema obsoleto de inmigración, independientemente de quién sea presidente. Es un fenómeno que venimos arrastrando desde hace décadas cuando dejamos de tratar a la persona como humano… cuando le pusimos un número de caso a sus sueños y olvidamos la complejidad de migrar.

La frontera de la que muchos hablan no existe. Las palabras importan.

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Autor

  • Maritza Félix

    Maritza Lizeth Félix es una periodista, productora y escritora independiente en Arizona. Nació en Magdalena de Kino, Sonora, México. La frontera ha sido su hogar y su inspiración por más de 15 años. Su trabajo ha sido publicado en importantes periódicos de Estados Unidos, México y otros lugares del mundo, así como en las principales cadenas de televisión de habla hispana Univisión y Telemundo. Actualmente trabaja de manera independiente para la Organización Editorial Mexicana, Channel 4, Proyecto Puente, Uniradio Noticias, Telemax y Prensa Arizona. Fue reportera en el documental “Misterios de la Fe”, de Discovery Channel y fungió como productora del documental de la frontera de Estados Unidos y México para la serie televisiva “The Wall”, un trabajo investigativo mundial realizado por Rondo Media, del Reino Unido. También ha sido productora de proyectos especiales como coberturas políticas, electorales y de inmigración para Al Jazeera y fue la productora de investigación en el galardonado reportaje “Risking It All For America – Riding The Train Of Death”, de Channel 4 en Inglaterra. En 2011 fue nombrada por Chicanos Por La Causa como una de los “40 Líderes Hispanos menores de 40 años” en reconocimiento a su trabajo periodístico e influencia en el estado. Félix ha ganado cinco premios Emmy y fue la primera ganadora del premio a la “Mejor Crónica Escrita en Estados Unidos”, de Nuevas Plumas. También ha recibido múltiples galardones del Arizona Press Club por sus reportajes. En 2012 y 2013, la revista Phoenix New Times la nombró como la “Mejor Periodista de Habla Hispana” en Arizona. Maritza está felizmente casada y es mamá de unos mellizos curiosos que retan y alimentan su imaginación todos los días y llenan su vida de alegría, amor y carcajadas.

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