Cuadernos de la Pandemia: Glendale reconoce su pasado racista y trabaja para combatirlo
La Biblioteca Central de Glendale (Glendale Central Library) empezó el 1 de febrero una exhibición virtual titulada “Reckoning: Racism and Resistance in Glendale, California” (Ajuste de cuentas: racismo y resistencia en Glendale, California). La muestra incluye videos, entrevistas, documentos, libros y una eventual instalación artística en las calles de la ciudad, liderada por la artista y educadora Avril Bey junto con estudiantes de las escuelas secundarias de Glendale. La exhibición se presentará por secciones a lo largo de este año, y es parte de las acciones que el Concejo local está promoviendo después de que la Coalición por una Glendale Antiracista (CGA) reclamara pasar una Resolución denunciando la historia racista de este centro urbano de más 200 mil habitantes en el Condado de Los Ángeles.
Esta medida, en la que se pide perdón a las comunidades minoritarias por el daño causado durante décadas y que busca establecer una comunidad inclusiva e igualitaria con justicia social, fue aprobada en octubre del año pasado. La Resolución se debe en gran parte al esfuerzo de Carol McGrath, una activista afroestadounidense y miembro de la CGA, quien ha vivido en Glendale por casi dos décadas, enfrentando a menudo ataques racistas contra ella. McGrath relató al periódico local Spectrum News1 una experiencia que tuvo hace poco más de dos años. “Estaba caminando entre las calles Wilson y Jackson y unos jóvenes blancos me gritaron, ‘Mejor te vas de la calle cuanto antes, lady, ya casi es el atardecer’”. La consecuencia del racismo pervasivo es la notable ausencia de población negra en la ciudad aún el día de hoy. La Resolución destaca que en 1920 la ciudad tenía apenas un 0.16% de población afroestadounidense y en el año 2019, cien años después, era tan solo 1.6%.
Glendale fue una entre las miles de las llamadas Ciudades del atardecer a lo largo de la Ruta 66 (la autopista que atraviesa gran parte del país desde Chicago hasta las playas de Long Beach en el sur de California). Como elaboré en el artículo “La Ruta 66 y las Ciudades del atardecer” (Hispanicla, 08.17.2020), estas eran (y algunas siguen siendo) ciudades donde no se permitía vivir a la población negra ni a otras minorías raciales. Podían trabajar como sirvientes durante las horas del día, pero cuando se ponía el sol debían salir de la ciudad a riesgo de ser expulsados a la fuerza. Un promedio de cien ciudades en el sur de California, entre los que se encontraban Glendale, Burbank, Pasadena, South Pasadena, San Marino, Arcadia y Whittier, por mencionar solo unas pocas, fueron lugares donde solo se permitía vivir a gente “blanca”.
Glendale, en particular, fue una ciudad con una notable presencia de miembros del Ku Klux Klan, el partido nazi estadounidense y otros grupos supremacistas blancos. Ahora se ha convertido en la primera ciudad de California en reconocer y pedir perdón por su tenebroso pasado racista. La Coalición Antiracista de Glendale sabe que la Resolución del Consejo de la ciudad es letra muerta si no se implementan acciones para prevenir la discriminación, segregación y falta de representación de la realidad demográfica multiracial y multicultural del sur de California. La Resolución y la exhibición virtual son maneras de ir en la dirección de cambios concretos y duraderos. La pregunta es si los cientos de otras Ciudades del atardecer seguirán también estos pasos para combatir el racismo tan hondamente arraigado en la matríz de esta nación-estado.