Desde España: la Roja, campeona del mundo

Con un gol de Iniesta a cuatro minutos del final del suplementario, y una extraordinaria actuación de Casillas, España doblega a Holanda por un gol a cero

Torrelavega (España).- Anoche en Johannesburgo, epicentro del universo futbolístico, ganó el fútbol. Y ganó el fútbol porque lo hizo la Roja.

No fue fácil, pero si fue justo. España ganó con justicia porque no cayó en la trampa del juego violento de los holandeses (especialmente en la primera mitad), porque controló más el balón, y porque tiene el privilegio de disponer de un equipo capaz de hacer un fútbol que  tan parco en goles como generoso hasta rayar la ridiculez  en el capítulo de oportunidades falladas, como si fuesen gratis,  no da síntomas de agotar la supremacía universal en cuanto al dominio del cuero redondo jugado con los pies se refiere.

Por eso anoche, por primera vez en su historia, la Roja alzó el trofeo más preciado del fútbol mundial.

El día había amanecido bajo el síndrome que sólo el temple individual y la convicción generalizada que un equipo genial de futbolistas puede proporcionar. La Roja era favorita para la final, pero en una final… ya se sabe, cualquier cosa puede pasar.

Y pudo ser así, de no ser por Iker Casillas. El guardameta no pudo contener las lágrimas al son del pitido final, ni tampoco casi una hora después siendo entrevistado por su novia, Sara Carbonero, reportera de un canal de televisión. Visiblemente emocionado, Casillas optó por darle un beso en los labios en vez de responder a la pregunta, cualquiera que fuese.

La emoción del cancerbero reflejaba el sentimiento de un país en el que ya al medio día (el partido comenzaba a las 8:30 p.m. hora local) empezaba el constante sonar de bocinas y cláxones de coches. Por las calles de pueblos y ciudades, la gente parecía desfilar en una pasarela dedicada casi en exclusiva al color rojo de la Selección [Nacional]. En los bares se oían los cánticos de la liturgia balompédica: “Yo soy español, español, español…”; “A por ellos ooooeeeee, a por ellos ooooeeeee”; “Villa, Villa, Villa. Villa Maravilla”; “We are the Champions, we are the champions, of the World, of the World”…

Muy entrada la madrugada, al filo de las 4 de la mañana, hora de enviar estas líneas, las bocinas, cohetes, cláxones de coches y banderas rojigualdas, seguían campando a sus anchas a lo largo y ancho de la Piel de Toro (España). Muchos son los bares que todavía siguen llenos de gente inmersa en una celebración sin fecha de caducidad, y probablemente mañana – ya hoy – será un día que rompa el récord de absentismo laboral.

Hay una razón: es la primera vez que la Roja se proclama Campeona del Mundo. Ni siquiera los más viejos recuerdan una hazaña similar. Esta selección ha hecho historia.
Por delante quedan debates  por dilucidar. La final contra Holanda destapa más debates de los que cierra. España, la Roja, juega como lo hace el Fútbol Club Barcelona (el club catalán aporta siete jugadores a la selección), un equipo que lo ha ganado todo (un récord de seis títulos – los más prestigiosos – en el último año calendario ya cerrado). El club catalán sigue una filosofía futbolística donde la cantera juega el papel principal. Por ahí han pasado todos, desde Puyol hasta el pibe Messi, pasando por Xavi Hernández e Iniesta.
El Barcelona juega un “Fútbol Total”, un estilo de juego donde lo mismo todos atacan como defienden, estilo cuyo padrino parecer ser Rinus Michel, legendario entrenador de la “Naranja Mecánica” cuando jugaba Johan Cruiff, el mejor futbolista de  su tiempo que no pudo ganar a los alemanes la final en Munich en 1974. Cruiff, “El Tulipán de Oro” triunfó en el Barca como futbolista primero y técnico después. Bajo su tutela trabajaron los dos últimos entrenadores del Barcelona, uno holandés – Reickhard – y el otro de la cantera – Pep Guardiola. El mismo Del Bosque – entrenador – habla sin complejo alguno de la bondad y dependencia de los clubes en la liga, especialmente del mejor, del Barcelona.

Y sin embargo, la grandeza de este quipo la puede representar cualquier de sus 23 integrantes, además de Vicente del Bosque y su equipo técnico. El capricho quiso que anoche fuesen Casillas e Iniesta (autor del gol a tan sólo cuatro minutos del final de la prórroga), quienes mejor capitalizasen en la consecución de un título que ha tenido muchos protagonistas en los 31 últimos días de calendario.

Antes lo fueron Villa (con 5 goles es uno de los pichichis del mundial), Puyol (protagonista del gol en la semifinal contra los aguerridos germanos que dio pase a la final), Pedro, Llorente, Fábregas, Silva, Sergio Ramos, Busquéts, Xavi Hernández (el director de la Orquesta), Xavi Alonso, Piquét (quien pagó con cicatrices y sangre el trofeo), y… todos los demás.

La “Naranja Mecánica”, por tercera vez subcampeones de un Mundial, tuvo sus oportunidades. Arjen Robben sirvió de ejemplo para que unos mil millones de personas viesen por televisión de qué madera está hecho Casillas, a la postre elegido el mejor portero del mundial.
Casillas tiene mucho que ver en el éxito de la Roja. Sólo ha encajado dos goles, y en un equipo que gana sus partidos con un solo gol mantener la meta a cero significa mucho.
En la final, el portero holandés, Stekelenburg, atajó disparos de David Villa y Cecs Fábregas igualmente meritorios.

El juego tuvo grandes dosis de emoción solamente empañada por un cúmulo de oportunidades falladas por España y por un exceso abuso de juego sucio holandés. Ocho  de las 13 tarjetas amarillas mostradas fueron suyas, y acabaron con jugando con 10.

El gol de Iniesta, en la antesala de la tanda de penaltis, quiso reivindicar la figura de Dani Jarque, un compañero de años atrás que murió en un terreno de fútbol hace unos meses tras una insuficiencia cardiaca. Su nombre estaba escrito en la camiseta interior que las cámaras del mundo entero vieron cuando el jugador, celebrando el gol, se desprendía de la camiseta nacional ayer azul, generalmente roja, en carrera enloquecida en dirección al corner de su izquierda en la cancha.
Con ese gesto, refrendó la grandeza de un equipo que ha logrado algo más que ser el mejor del Orbe Futbolístico. Ha logrado unir a un país (tema de otro artículo) además de reabrir de nuevo un sempiterno debate sin final: O jogo bonito o Catenazzio.
En un tiempo en el que selecciones como Brasil optaron por lo segundo (lo mismo que muchos de los rivales de la Roja en este mundial), fue lo primero lo que triunfó.

España fue el equipo que supo trenzar el mejor fútbol, y si la racanería de goles – sólo 8 en todo el Mundial – se puede usar como argumento en su contra, no menos cierto resulta la validez del contra argumento de que esa supuesta tacañería de goles se debe, precisamente, a las defensas a ultranza de los rivales (además del abultado número de propias oportunidades sin concretar).

Sea de un modo u otro, anoche la Roja ganó en un terreno de juego con Nelson Mandela de testigo, una señal de esta nueva España donde todavía es posible lograr cosas como las que dijo Casillas aún emocionado:

“Es algo que sueñas desde niño, esa copa que habíamos visto levantar a Brasil, a Francia a Italia. Lo ves en los videojuegos, lo ves en la televisión, lo ves en todos lados, pero no te imaginas cómo será cuando te suceda. Aún no lo puedo creer”, afirmó emocionado.

Fue a partir del minuto 61, ya en la segunda parte, cuando del Bosque no tuvo dudas de que la Roja ganaría la final, a partir de que Casillas desviase con el pie a un envenenado disparo a bocajarro de Robben que llevaba la red como destino final.

“A partir de ahí, tomamos el rumbo del partido”, dijo del Bosque en una entrevista posterior transmitida por televisión.

Y España campeón.

piterbaraja@yahoo.com

Autor

  • Pedro Pulgar

    Pedro Pulgar colabora habitualmente en medios de comunicación hispanos de Estados Unidos además de otras publicaciones en España. Su oficio de freelance le lleva con frecuencia a destinos distintos y distantes entre si. Desde Buenos Aires a Damasco, o del DF en México a la City londinense, Pedro Pulgar relata historias donde la coyuntura socioeconómica, la política y la cultura de la región, se refleja en los comentarios del ciudadano de a pié. Las crónicas a menudo son el barniz que lustran las líneas de acción y pensamiento de quienes ostentan el poder, tanto sea éste económico, político o religioso, aspectos todos que más veces van dándose codazos que de la mano. En el curriculum de Pedro Pulgar destacan más de 10 años de intensa labor para el diario La Opinión de Los Angeles, donde ejerció como columnista y Editor de la sección de Negocios. Entre las muchas personas entrevistadas durante los 15 años ejerciendo el oficio, figuran George W. Bush, Bashar Al-Assad, Plácido Domingo, Hillary Rodham Clinton y otros. Pedro Pulgar está graduado de Filosofía Pura por la Universidad de Salamanca (España) y Business Administration por la California State University, Los Angeles.

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Un comentario

  1. Me conmovió el gol de Iniesta, un hombre tan sencill que insistió imperturbable y animoso jugada tras jugada hasta que se salió con la suya. En mi clase vimos jugar a España, comentamos los partidos pues había seis futbolistas entre mis estudiantes, y hasta celebramos con empanadas argentinas la final. Creo, sin embargo, que el jalonazo de camiseta que el 3 español le hizo al paraguayo Cardozo fue el momento decisivo.
    María Eugenia Sáez, Alhambra, California

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