Editorial: ¡Feliz Año Nuevo 2025!
En Estados Unidos, el 2024 fue intenso. La tensión creció a medida que se acercaba la fecha de los comicios nacionales de noviembre. La victoria apabullante de Donald Trump marcó la mayor recuperación política en la historia de Estados Unidos. La derrota de Kamala Harris, segunda mujer candidata en perder ante el magnate, echó por tierra las esperanzas de millones de un cambio.
Marcó también el año en México la victoria y toma de posesión de la primera mujer en ser presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo. Con su estilo propio, sigue el rumbo iniciado por López Obrador, por el bien de los mexicanos..
En todo el mundo en 2024 vivimos con claridad los primeros efectos del calentamiento global. Causó la destrucción y la muerte. Los científicos habían advertido por décadas que el uso de combustibles fósiles cambiaría radicalmente el clima, y eso está ocurriendo. Mucho antes de lo pensado. Los gobiernos no se han preparado lo suficiente. Ni de lejos.
Por el otro lado, un desarrollo que viene con grandes promesas y algunos riesgos ha sido la inteligencia artificial, que está convirtiendo la ciencia ficción en ciencia real y cuyas aplicaciones influirán positivamente en nuestras vidas como lo fue el advenimiento de las computadoras personales o los teléfonos celulares.
2025
Hoy despertamos y es el primero de enero. Es 2025, un año que muchos de nosotros atisbamos con trepidación e incertidumbre. No sin razón. Para la mitad del país las elecciones no han dado los resultados que esperaban y entre ellos está la mayoría de los latinos. Donald Trump ha hecho tantos anuncios sobre los cambios radicales y violentos a la estructura nacional que operará desde el primer día de su ejercicio – el 20 de enero -, incluyendo la deportación de 15 millones de indocumentados, que incluso sus partidarios están inquietos.
Para quienes temen que la nueva administración los hostigue personalmente por su estado migratorio, ideas políticas, religión, forma de amar, lugar de nacimiento o estado de residencia: hay muchas organizaciones comunitarias de apoyo. Y también existen los medios de comunicación como el nuestro que están para denunciar los atropellos y las injusticias.
Sin embargo, esperamos que la nueva administración recuerde que gobierna para todos los estadounidenses, que su política divisiva no llevará a nada bueno y que ahora que poseen la suma del poder en las tres ramas del gobierno debemos buscar todos juntos la reconciliación nacional.
Pero incluso si así no fuera: somos una comunidad resiliente. Tenemos recursos. Si nos unimos, con solidaridad y paciencia histórica, prevaleceremos. No por nada el dicho “no hay mal que dure cien años” es tan adecuado para el momento. La lucha por la democracia no se ganará en un día ni en un año. Adelante.
Dicho esto, no podemos terminar sin desear, de todo corazón, personalmente, a nuestros lectores y nuestra comunidad, un feliz Año Nuevo 2025 de paz, prosperidad y de buena salud..