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El condado San Mateo y el censo, una historia de éxito

El condado de San Mateo ha logrado la mayor tasa de autorespuesta del censo en California gracias a su trabajo con organizaciones locales que conocen muy bien a sus comunidades y al crear mensajes específicamente para esas comunidades.

Ese gran trabajo y esfuerzo fue llevado a cabo por mensajeros de confianza y «sobre el terreno», en todo el condado, y fueron financiados por más de $1.3 millones de dólares con dinero del estado y del condado, según dijeron los funcionarios el 30 de junio, durante una teleconferencia organizada por Ethnic Media Services.

El condado de San Mateo ha alcanzado un 72.8% de autorespuesta en el censo de 2020, más alto que el promedio del estado: 62.9%, y el de la nación: 61.8%.

Esto significa que casi tres de cada cuatro residentes del condado ya han llenado el cuestionario sobre población, mucho antes de que se inicien las visitas puerta a puerta de los enumeradores del censo, que están programadas para empezar a mediados de julio en algunas partes de EE.UU. y en agosto para el resto del país.

El condado de San Mateo está situado en la zona de la bahía de la península de San Francisco, entre las ciudades de San Francisco y Palo Alto, y está compuesto por comunidades muy disímiles, y el elevado número de autorespuesta varía mucho. Algunas ciudades del condado, como Pescadero y East Palo Alto, están muy atrasadas en el conteo, según los grupos locales.

Megan Gosh, analista de gestión del censo de la Oficina de Asuntos Comunitarios del Condado de San Mateo, dijo que el condado comenzó a trabajar en el proyecto para impulsar las respuestas del censo en enero de 2018.

«Teníamos muchos desafíos: 13 de las 20 ciudades de San Mateo tienen una combinación de factores, al tener un historial de censo catalogado como “difíciles de contar”, además de tener áreas no incorporadas en todo el condado», dijo.

Los grupos difíciles de contar incluyen inquilinos, personas que residen ahí, pero que no son ciudadanas y tienen un dominio limitado del inglés, y niños menores de 5 años, añadió.

California, en general, es un estado difícil de contar.

La falta de viviendas asequibles en el condado resulta en que muchas direcciones no son conocidas por la Oficina del Censo porque están ligadas a unidades de vivienda «no tradicionales», como garajes convertidos y vehículos de recreación. En otros casos, las personas que viven en zonas rurales no reciben las cartas o los cuestionarios porque la Oficina del Censo no los envía a las direcciones de apartados postales, de los que dependen la mayoría de los residentes rurales.

«Hemos trabajado con los planificadores urbanos de la ciudad y las organizaciones locales para recorrer las zonas con esas unidades de vivienda no tradicionales y así añadir sus direcciones a la lista maestra del censo», dijo Gosh.

Ese proyecto del condado pudo agregar 2,000 direcciones a los registros maestros del censo. Si usamos un número moderado de dos personas por hogar, esas adiciones habrían dado como resultado $4 millones de dólares al año para el condado porque los conteos de población están vinculados a la distribución de los recursos federales y estatales.

Los resultados también se utilizan para crear distritos electorales que tienen por objeto garantizar la representación política de todas las comunidades.

Los conteos que resultan en un número menor del real tienden a reducir esa representación.

Gosh y otros líderes del condado y de la comunidad describieron el esfuerzo de más de dos años para conocer de cerca y personalmente a esas comunidades y las cosas que las motivan, de modo que a veces se tuvo que cambiar de enfoque para adaptar los mensajes y convencer a las personas para que participen en el censo.

«Por ejemplo, nos enteramos de que los inquilinos que viven en Daly City no querían participar en el censo por la falta de confianza en cuanto a compartir su información», explicó Melissa Vergara, especialista en censos del condado de San Mateo.

«Así que creamos un mensaje impreso para colgar en las puertas de las casas que tocaba específicamente el tema de las leyes de confidencialidad que aplican al censo.»

Otras áreas están recibiendo mensajes «hiper-dirigidos» por medio de campañas de redes sociales y anuncios en Internet basados en el código postal, además de videos y anuncios publicitarios en las paradas de autobús. También ayudó haber hecho la promoción por medio de congregaciones religiosas y en diferentes idiomas, según sea la composición étnica local.

La creatividad y la flexibilidad son piezas clave de las estrategias que han utilizado las organizaciones locales. Rita Mancera, directora ejecutiva de Puente de la Costa Sur en Pescadero, dijo que su comunidad fue muy mal contada durante el censo de 2010, y dijo que «ninguna plataforma funciona por sí sola» para llegar a todos.

«El censo de 2010 contó 2,019 residentes en nuestra comunidad, pero sabíamos que habíamos atendido al menos a 1,600 personas, por lo que calculamos que teníamos entre 5,000 y 6,000 residentes, la mayoría de los cuales no habían sido contados», dijo Mancera. Ella estima que aproximadamente sólo el 33% de la comunidad fue contada en 2010. En lo que va de año, la tasa de respuesta de Pescadero es del 46.1%. «Y fue muy difícil llegar a lograr eso», añade.

Muchos residentes inmigrantes simplemente tienen desconfianza debido a su experiencia en sus países de origen, dice Mancera. Pero la organización ha utilizado su relación con esas comunidades y familias para que participen en el censo.

«Le damos ayuda a unos 200 hogares todos los jueves, animándoles a usar los teléfonos para responder al censo», explicó.

«Contratamos a una persona para que llamara a unas 250 familias, a las que les habíamos mandado material escolar el año pasado, para informarles que les podíamos ayudar a responder al censo por teléfono. Además, también hay mucha comunicación informal».

Otro ejemplo de cómo una comunidad motivada, que trabaja con una organización local de confianza, puede superar las expectativas, como también sucedió en Pacifica, una ciudad en la que la tasa de autorespuesta ha sido mayor que la de San Carlos, una ciudad vecina y más próspera.

«Hemos aprovechado la confianza que tienen en nosotros», dijo Anita Rees, directora ejecutiva de Pacifica Resource Center.

«Nuestra organización ha estado sirviendo al área durante 45 años. Esta es una comunidad apasionada, a veces dividida en ciertos temas, pero el censo se ha convertido en un tema en común. Para nosotros, el mensaje de que el censo es la manera en que se van a hacer escuchar ha funcionado, además, la comunidad es competitiva: querían ganarle a San Carlos.»

El trabajo de promoción hacia la comunidad asiática ha sido muy específico, dijo Nina Li, coordinadora de promoción del condado de San Mateo. Más del 30% de la población del condado es asiática. El chino, el tagalo y el hindi son los idiomas más hablados, aparte del español.

El estatus migratorio ha sido clave para llegar a las diversas poblaciones asiáticas, además del idioma, dijo Li, que como muchas personas en su comunidad es una residente permanente legal, pero no ciudadana, y que está viviendo su primer censo decenal.

«En nuestra comunidad, para muchas personas este es un concepto nuevo, y tienen la equivocada idea de que esto es similar a una elección en la que tienes que ser ciudadano para participar, pero ese no es el caso», dijo Li.

Li dice que en sus actividades de promoción han utilizado We Chat, una plataforma de redes de comunicación social muy popular en Asia, y mensajes dirigidos a los residentes permanentes e incluso a aquellas personas con visas temporales.

«No soy ciudadana, pero voy a parques y bibliotecas, uso el transporte público y mi hija va a ir a las escuelas públicas, y todos estos servicios serán impactados por el censo del 2020 para los próximos 10 años», dijo. «Nos aseguramos de que la gente lo sepa».

Lisa Tealer, directora ejecutiva del Consejo Asesor de Salud Comunitaria del Área de la Bahía, dijo que los afroamericanos, los latinos y otras personas del Este de Palo Alto responden a la idea de recuperar el poder de «ser contados», una frase que históricamente ha tenido connotaciones negativas porque, en el pasado, el censo se utilizó para discriminar a algunas comunidades.

«Ahora lo reclamamos como nuestro poder, y queremos ser contados porque nosotros ayudamos a construir este país», dijo Tealer.

Del mismo modo, los residentes de la comunidad proveniente de las Islas del Pacífico responden a la idea de que el censo es una forma de asegurar recursos para las nuevas generaciones, según dijo Talavoy Aumavae, líder del Comité para un Conteo

Completo de los Isleños del Pacífico del condado de San Mateo.

«Destacamos el hecho de que nuestros antepasados habían emigrado aquí para tener mejores oportunidades para sus familias, y es imperativo que veamos la relación entre la respuesta del censo y nuestros futuros», dijo Aumavae.

Pilar Marrero is a journalist and author with long experience in covering social and political issues of the Latino community in the United States. She is one of the foremost experts on immigration policy and politics in the US media world and has covered the issue extensively during her years as a reporter. Marrero is the author of the books «Killing the American Dream» and «El Despertar del Sueño Americano.» In October 2018, she was selected by her peers at CCNMA (Latino Journalists of California), as Latina Journalist of the Year.

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