El ejército en México: 18 años después siguen sin saber qué hacer

Ahora, como terminaron la tarea de construcción y fallaron con la seguridad, finalmente devolverlos a sus cuarteles

El político que prometió en campaña que iba a regresar el ejército a los cuarteles resultó ser el que le dio un control cada vez mayor del territorio nacional y hasta de la economía.

El ejercito está en las calles desde 2006. Un colega dice que entonces habló con varios militares de alto rango y que expresaron descontento porque los enviaron a la calle, sin consultarlos y no sabían que hacer. Dieciocho años después, siguen en la calle, no sé si descontentos, pero al parecer siguen sin saber que hacer y a un costo muy caro.

Las estadísticas y los números hablan por si mismos

De 2008 a 2024 los militares recibieron 119.84 mil millones de dólares, que en promedio eran 6.26 mil millones de dólares hasta 2019 y aumentó en solo cinco años hasta 14.8 mil millones de dólares, o sea un aumentó del 236.42% sobre el promedio. En 2024 recibieron 281,200,000,000,000 de pesos, que equivalen a 1,133,064 millones de días de salario mínimo.

Foto: Statista 2024

Sigamos comparando: Abrir una escuela cuesta entre 2 y 16 millones de pesos, tomando 8 para comparar con ese dinero hubieran podido abrir 35,150,000 millones de escuelas. Abrir un hospital cuesta entre 4 y 14 millones de pesos, calculando a 7 millones, con ese dinero pudieron abrir 40,171,428 millones de hospitales.

Otro ángulo de visión

Desde que los mandaron a la calle y hasta mayo de 2024, se registraron 424,036 muertos en el país. De lo mostrado en la gráfica agreguemos unos 49,000 más hasta el fin del gobierno de López Obrador, o sea unos 473,000 muertos. Si dividimos el total de lo recibido en el período contra el número de muertos, cada muerto costó 253 millones de dólares.

Foto: Statista 2024

Las fuerzas armadas han registrado un aumento significativo en equipamiento y desarrollo tecnológico que es inexplicable para un país pacifista; tienen desde barcos con capacidad de lanzamiento de misiles, una fuerza aérea con 80 aviones en capacidad de combatir, 5 son cazas supersónicos F-5 Tiger II. ¿Irán a enviar esos cazas a perseguir sicarios en la Sierra de Sinaloa? Tienen fábricas de armas, centros académicos, centros de inteligencia, etc.

Para manejar este aparato hay 38 generales,154 de brigada, 289 brigadier, o sea 481 y 261,773 soldados; para comparar, Estados Unidos para controlar el mundo y mantener guerras, tiene 900 generales, 485,000 soldados (2021), 336,000 guardias nacionales (2021), 189,500 reservistas (2021), 1,005,725 personal militar total, más 252,747 personal civil (2021) para un total de 1,258,472 total y tiene 4,406 aeronaves tripuladas, y más de 800 bases en 70 países​ .

Este potencial mexicano sería explicable para un país en peligro de guerra o que contempla medidas de fuerza contra un potencial de descontento social o fuerzas de desestabilización como los criminales. Sin embargo a juzgar por el crecimiento de las fuerzas criminales, su mayor control de territorio, su influencia creciente en el terreno electoral, su eficacia para transportar droga a varios continentes, esos miles de millones de dólares son un gasto ineficiente.

Las fuerzas armadas crecen al igual que el crimen

Me indican que estas comparaciones pueden ser injustas, en parte porque el gobierno de López Obrador convirtió al ejército en uno de los constructores más importantes del país. Construyen aeropuertos, hospitales, carreteras, líneas de ferrocarril, con lo que se militariza una parte de la economía y se incrementa el poder económico de las fuerzas armadas.

Las fuerzas armadas tienen importancia administrativa, controlan aduanas, aeropuertos, puertos, pagados por el presupuesto administrativo. No sé si las cifras que manejo incluyen el presupuesto de la Armada, si no, entonces el gasto aumenta.

Pero mientras las fuerzas armadas crecen, también lo hacen los criminales, que controlan más territorio, venden más droga, tienen mejores rutas de tráfico y asolan comunidades enteras. Así que hay varias posibilidades: una, los militares le prestaron atención a la construcción y descuidaron las tareas de seguridad. Dos, los militares no sienten que actuar contra los criminales y el narcotráfico es su responsabilidad. La tercera es que o son muy corruptos, muy ineficientes, su colusión con los criminales es muy amplia, o todos las anteriores.

Si la opción de que los usaron como albañiles es correcta, debemos esperar ahora que se terminaron aeropuertos, refinerías, carreteras y líneas de ferrocarril, que el gasto militar caiga al nivel de los 6,000 millones de dólares, que no es poco, y de paso, como terminaron la tarea de construcción y fallaron con la seguridad, finalmente devolverlos a sus cuarteles.

Autor

  • SAMUEL SCHMIDT. Research Fellow en LLILAS, University of Texas, Austin. Miembro fundador del Instituto para Estudios del Futuro. Pos doctorado en Historia Latinoamericana por la Universidad de California en Los Angeles, Dr. En Ciencia política por la UNAM. Maestría en Ciencias Sociales, Universidad Hebrea de Jerusalén. Autor de 52 libros, más de 1,000 artículos. Creador de los conceptos crimen autorizado, tejido político, estado suplantado. Experto en humor político, análisis de redes políticas y crimen autorizado o la relación entre crimen y política.

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