El verdadero legado radical de Martin Luther King
Este lunes en Estados Unidos se celebran los 94 años del nacimiento del Rev. Dr. Martin Luther King Jr., el pastor Bautista de la Iglesia Ebenezer en Atlanta Georgia, líder de los derechos civiles de los negros.
Un socialista democrático
El movimiento que lideró MLK obtuvo una gran victoria política al aprobarse la ley de los derechos civiles en 1964, que prohibió la discriminación basada en la raza, color, religión, sexo u origen nacional. Sin embargo, me parece propio recordar que durante su lucha la mayoría del pueblo estadounidense no lo apoyó.
Algunos estudiosos de la vida de King concuerdan que sus ideas políticas a finales de la década de los sesenta podrían enmarcarse en lo que hoy se conoce como socialismo democrático. Sus ideas expresaban un análisis diferente; no hablaba solo de la igualdad racial sino de justicia económica, de una transformación social más profunda, junto con su crítica a la industria militar y a la guerra de Vietnam que consideraba innecesaria.
Hoy en Estados Unidos son muchos los políticos republicanos que celebran el cumpleaños del Rev. Dr. Martin Luther King, Jr. Sin embargo, no apoyan lo que él defendió y están en contra de aquello por lo que luchó: los derechos civiles de los negros, el derecho al voto, servicios públicos para los pobres, justicia e igualdad económica, posturas criticas frente a la guerra y la industria militar, etc.
Hoy de una forma idealista a muchos estadounidenses liberales les gusta recordar al MLK del discurso “Yo tengo Un Sueño” y muchos políticos tanto demócratas como republicanos participaron en actos protocolares en su memoria, porque es lo políticamente correcto. Pero obvian el pensamiento de King que les es incómodo, el que se pronunció en contra del capitalismo salvaje, el consumismo y el complejo de la industria militar estadounidense.
La mayoría de los historiadores y biógrafos de King de una forma intencional enfocan su legado en el discurso “Yo tengo un Sueño” pronunciado en la marcha en Washington D.C, pero obvian su discurso “Mas allá de Vietnam” donde es muy claro que el King de 1963 y el King de 1967 son diferentes.
Desconocen al King anti imperialista
El 4 de abril de 1967, Martin Luther King, Jr. pronunció en la iglesia de Riverside su discurso fundamental de condena de la guerra de Vietnam. Declarando que «mi conciencia no me deja otra opción», King describió los efectos nocivos de la guerra tanto para los pobres de Estados Unidos como para los campesinos vietnamitas e insistió en que era moralmente imperativo que en Estados Unidos se tomaran medidas radicales para detener la guerra por medios no violentos.
Los sentimientos antibélicos de King surgieron públicamente por primera vez en marzo de 1965, cuando declaró que «se pueden gastar millones de dólares cada día para mantener a las tropas en Vietnam del Sur y nuestro país no puede proteger los derechos de los negros en Selma» (King, 9 de marzo de 1965). King dijo a los periodistas en Face the Nation que como ministro tenía «una función profética» y como «alguien muy preocupado por la necesidad de la paz en nuestro mundo y la supervivencia de la humanidad, debo seguir tomando una posición en este asunto» (King, 29 de agosto de 1965).
En una versión del sermón «Transformados y No Conformistas» pronunciado en enero de 1966 en la Iglesia Bautista Ebenezer, King expresó su propia oposición a la guerra de Vietnam, describiendo la agresión estadounidense como una violación del Acuerdo de Ginebra de 1954 que prometía la autodeterminación.
En 1967, MLK vivió el asesinato de John F. Kennedy y en 1965 el de Malcolm X. En su época los veteranos regresaban de Vietnam y hablaban de los horrores de los que muchos consideraban una guerra cruel, injusta e innecesaria.
Discurso radical de transformación social
El discurso de King fue evolucionando desde posturas de un socialista democrático, a un análisis más crítico, no solamente en el tema de la igualdad racial. Incluso se atrevió a denunciar el sistema imperial de alcance global. Muchos coincidimos en que este mensaje más radical de transformación social mas profunda fue el que motivó a los autores intelectuales de su asesinato a silenciar su voz de denuncia profética.
Es pertinente recordar que el Rev. Dr. Martin Luther King Jr., dijo en 1967 que Estados Unidos hizo “imposible una revolución pacífica al negarse a renunciar a los privilegios… que provienen de las inmensas ganancias de las inversiones en el extranjero”. A algunos de sus amigos les preocupó la evolución del discurso de los derechos civiles a ser más crítico contra la guerra y se lo hicieron saber tanto en público como en privado, a lo que King respondió diciendo:
«Nuestras vidas comienzan a terminar el día en que guardamos silencio sobre las cosas que importan».
Ya en 1963 estando preso en la cárcel de Birmingham MLK mostraba preocupación no solamente por el tema de la igualdad racial en los Estados Unidos sino por los asuntos de la guerra, la paz, y la desigualdad económica alrededor del mundo, tal como lo muestra uno se los párrafos de su famosa carta:
«…porque la injusticia cometida en cualquier lugar constituye una amenaza a la justicia en todas partes. Estamos inmersos en una red indestructible de relaciones mutuas, atados a un mismo destino. Cualquier cosa que afecte a una persona de manera directa, afecta indirectamente a todos.»
La crítica editorial
La respuesta a la evolución del discurso de King fue mayoritariamente negativa. Tanto el Washington Post como el New York Times publicaron editoriales criticando sus posturas. El Post en una editorial señaló que el discurso de King había «disminuido su utilidad para su causa, para su país y para su pueblo» debido a una visión simplista y errónea de la situación («Una tragedia», 6 de abril de 1967). A pesar de las críticas públicas, King siguió atacando la guerra de Vietnam por motivos tanto morales como económicos.
Así que es propio que recordemos y celebremos el legado del Rev. Martin Luther King Jr. pero no nos quedemos solo en la visión de “Yo tengo un Sueño” sino que resaltemos el discurso del King que enfrenta el capitalismo salvaje, el imperialismo y el complejo industrial militar estadounidense. Es propio recordarle a los políticos demócratas y republicanos que hay un legado mas profundo de este gran líder afroamericano.