Emigración, Ground Zero
Hurgando en sitios de internet sobre inmigrantes, la hallé cuando comentaba algo; en su comentario agregaba datos inverosímiles. De a poco me fui enterando. Es lo que los historiadores llaman una fuente primaria. Alguien que conoce los acontecimientos por verlos, por ser partes de ellos, por estar allí. Y ella conoce el destino de quienes cruzan ilegalmente la frontera.
Elizabeth Burns es una activista a pesar de sí misma. Vive en un rancho de 38,000 acres en la frontera entre Estados Unidos y México en el estado de Texas. Su interés por lo que ocurre a su derredor y contra el avallasamiento por parte de grandes transnacionales la llevó a frecuentar aquellos sitios en la línea separatoria por donde pasan inmigrantes indocumentados. Y mantiene un blog, Rancho Los Malulos, donde documenta la manera con que las grandes empresas petroleras llevan a cabo sus negocios.
Se acompañó de una cámara de vídeo básica. A una cuchara de mezclar ató el extremo de un micrófono. Así presenció, dice, secuestros de indocumentados a manos de polleros y traficantes, abandonos de indocumentados por sus guías y la patrulla fronteriza que tarda en llegar. La gente muere, dice. Aquí está su video.
[youtube]httpv://www.youtube.com/watch?v=23zBXuzwAN0[/youtube]
Y también, como se verá en este otro vídeo, tomado el 8 de junio, mucha ingenuidad. Es un inmigrante de Costa Rica, con buenas ideas y poca noción de su realidad. Las palabras huelgan.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=NqDLTGWkvOI[/youtube]
Finalmente, aquí hay otra historia que posteriormente me envió Elizabeth.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=TNLKsoUHZCU[/youtube]Y esto es lo que, en un correo electrónico, me cuenta después:
«Es un caos enorme aquí y en los últimos tres años he hallado a este gente con sus historias de haber sido secuestrados. Estoy harta de que a nadie le importe. Un muchacho estuvo confinado como esclavo por cuatro meses, etcétera. Veo informes negativos de la prensa de que los rancheros son los malos en su trato con los inmigrantes y esto es simplemente falso.
Especialmente, uno no se detiene porque hay emboscadas y otras cosas. Pero ellos [los rancheros] solamente llaman a la Patrulla Fronteriza y dan una ubicación. A menudo, la Patrulla Fronteriza no tiene el personal para venir por la gente, por lo que quién sabe qué les sucede.
Muchos simplemente se mueren aquí. No tengo una respuesta a las cuestiones migratorias. Solo quisiera que la gente se diera cuenta de lo triste y horrible que es aquí, en la Zona Cero de la Inmigración».
«No se trata solamente de gente que corre de un lado a otro y de la patrulla que los persigue. Quizás así sea en California. Aquí es totalmente diferente. Hay enormes pandillas con un gran negocio del secuestro y la extorsión. Los grupos están en ambos lados de esta frontera. Del lado de Estados Unidos, son pandillas del Sur las que lo hacen.
«Cuando veo a la gente en los matorrales… solamente los reporto y sigo mi camino. Tengo agua en mi camioneta y la dejo, pero es solamente un galón para hasta 60 personas cada vez. Nos atemoriza porque es gente desesperada, capaz de cualquier cosa.
«Muy pocos de ellos son mexicanos. Son muchos centroamericanos, chinos, somalíes y toneladas de gente de un país africano llamado Eritrea. Nunca oí hablar de ese país hasta que empecé a encontrar a esta gente aquí, perdida».