Peña Nieto: el avión presidencial y los memes

En un video de menos de medio minuto tomado de la mañanera, AMLO se ríe de los memes que le hicieron sobre la renta del avión presidencial.

Es una nave de súper lujo que se compró para que se viera que en México no se escatima dinero para atender la megalomanía de los presidentes (Calderón y Peña). Y no es que sean generosos, sino que la satisfacción de ese gasto desmedido para satisfacer las aspiraciones de grandeza se basa en el dinero de los otros. Según ellos para eso debe servir la hacienda pública. La verdad es que los memes son buenos.

En el caso de ganarse el avión en la rifa, vimos desde el que quiere vender el avión al kilo, hasta el que no sabe dónde estacionarlo.

Hay veces que los políticos utilizan figuras retóricas que buscan englobar opciones: el avión lo vendemos, lo rentamos o lo rifamos. ¿Implica que la rifa sea una opción de gobierno? No.

Peña nieto: el avión presidencial y los memes

Pero de ahí se desprendieron una serie de estupideces que iban desde la senadora que le pedía al presidente la factura, hasta los que proponían mejor rifar al presidente, aunque las cifras no daban. Un encuestólogo muy cercano a la presidencia ya dice el porcentaje de personas que están dispuestas a comprar un cachito.

Todos cayeron.

Hasta que del arcón de la guerra sucia salió el descubrimiento de la conspiración, ya que el presidente lanzó la propuesta para disfrazar “sus fracasos”, como el nacimiento de su nieto en Houston.

No parece que el hijo haya pedido que el parto lo pagaran del presupuesto nacional, pero igual demuestra “incongruencia” del presidente: como se le ocurre no decirle a sus hijos dónde deben parir sus mujeres, acaso como decía alguien: que nazcan en la banqueta de una clínica del IMSS.

No obstante lo sano que es el humor político, cualquier cosa que haga López Obrador dispara una salva de memes y comentarios mala leche cuya única tarea u objetivo es enturbiar el ambiente. Algunos no son graciosos. Pero una cosa es la expresión humorística societaria y otra una guerra sucia continua que de graciosa no tiene nada.

Después de una entrega de guajolotes a una comunidad, rápido surgió una demanda de que el presidente no trabaja. Se creó el “guajolotegate”. Tengo la impresión que esos imbéciles no conocieron de que se trató el Watergate y con ese afán ridículo de copiar todo lo que viene de Estados Unidos, le ponen gate a cualquier tema que creen se justifica como una falla de gobierno de la más alta gravedad.

Peña nieto: el avión presidencial y los memes

Cómo se atreve el presidente a entregar guajolotes, carreteras, clínicas o lo que sea.

Al ver esas estupideces uno no puede menos que cuestionar qué implica gobernar para esos tarados. O que el presidente se ponga a trabajar. Si inaugurar obras, reunirse con la sociedad no es gobierno, ¿entonces que es?

A estas alturas del sexenio es claro que las expresiones de la oposición demuestra su torpeza, su carencia de ideas y hasta sus ocurrencias son torpes.

El PAN exige transparencia en los usos de los fondos del Seguro Popular, cuando ellos propiciaron los moches y mega robo con esos fondos. O que exija que el gobierno baje los precios de las gasolinas después que ellos propiciaron gasolinazos.

Robaron a manos llenas y desmantelaron la industria energética. La entregaron a algunos de sus miembros aliados a empresas extranjeras, o de plano a los extranjeros. Para ellos eso implicaba demostrar que se atraía inversión extranjera y que su política funcionaba.

La inteligencia del sistema político mexicano fue determinar el sexenio y prohibir la reelección, de tal manera que el electo tenía seis años para hacer su contribución. Con el fin del PRIAN llegamos a un sistema donde el voto puede castigar o recompensar con ofertas abiertas y no con dedazos presidenciales ni con fraudes patrióticos.

Pero ahora que la sociedad les arrancó la posibilidad del atraco, la oposición se volvió golpista e invierte sus energías para evitar la gestión del gobierno.

El PRIAN desarrolló inteligencia para robar. Sometieron al país al peor atraco de la historia. Despedazaron las posibilidades futuras de 70 millones de mexicanos (contando los que tuvieron que salir y refugiarse en otros países). Y bajo su mirada de rapiña abandonaron toda intención para elevar al país a una grandeza perdida.

Perfil del autor

Investigador visitante en UT Austin. Chair, International Advisory Board for Immigration Studies. U.S.-Mexico Research Program. UCLA. Director asociado de la revista Araucaria. Director del semanario El Reto. Testigo experto en juicios de asilo político y para frenar deportación de mexicanos en Estados Unidos. Posdoctorado en Historia, University of California, Los Angeles. Doctor en Ciencias Política (UNAM). 35 libros publicados y más de 1,000 artículos. Traducido al inglés, francés e italiano. Pionero en varias áreas de investigación: análisis de redes políticas, estudios sobre humor político, democratización en México, temas fronterizos (agua, migración y seguridad) y sobre Crimen Autorizado.

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