Se saborean la Casa Blanca
Este año hay un común denominador: se aplauden los extremos
Se destapan como si hubieran intentado camuflar sus intenciones. ¡Qué va! Duran meses tirando la piedra y escondiendo la mano. Hacen tratos en lo oscuro. Mueven, sueltan, sacrifican y ganan. Así son todos los precandidatos presidenciales, aquí y allá. Buscan un abanderamiento de partidos que juran no les dará la espalda… hasta que llega otro. ¿Quién se sentará en 2024 en la Oficina Oval de la Casa Blanca?
Al extremo de la extrema derecha
En Estados Unidos las primarias republicanas son lo más parecido en la vida real a los Juegos del Hambre. Se destrozan entre ellos, sabiendo que los perdedores tendrán que recoger sus piezas y tragárselas en seco con su ego. Pero este año es distinto, es más intenso, y hay un común denominador: se aplauden los extremos.
El primero que anunció sus intenciones de volver al poder fue el expresidente Donald Trump. Lo hizo después de su derrota en 2020, las teorías de conspiración de un fraude electoral, los resultados agridulces de unos comicios de medio término y los múltiples conflictos legales a los que se enfrenta como persona, empresario y exmandatario. Es, hasta el momento, el favorito.
Después, el actual gobernador de Florida, DeSantis, lanzó su campaña. Lo hizo después de promulgar la ley antiinmigrante más dura del país y marcando la pauta de lo que serían los ideales de su contienda. Es caprichoso, polémico y en extremo determinado. Sabe lo que quiere y tiene colmillo. Es un coqueto político. Sus posturas extremas aumentan la popularidad de los votantes de hueso colorado, que se debaten entre darle otra oportunidad a Trump o bendecir a DeSantis como su sucesor.
Los nombres que se suman a la pelea
Pero hay otro que tiene posibilidades. El exgobernador de Nueva Jersey, Chris Christie entró al quite y lo hace por segunda ocasión para las presidenciales. Para muchos podría ser el contrincante más fuerte para Trump, ya que fueron aliados por un largo tiempo, pero después se voltearon los papeles. Se convirtió en el crítico más severo del magnate republicano y le ha declarado una guerra política muy difícil de ganar.
Hay más y se irán sumando a la lista en las próximas semanas.: La exgobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley; el exgobernador de Arkansas Asa Hutchinson y el senador de Carolina del Sur Tim Scott. El exvicepresidente Mike Pence presentó los papeles para inscribirse en la contienda y el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, podría animarse a hacerlo tan pronto como esta semana.
Mientras tanto, Joe Biden sigue tibio. Anunció sus intenciones de reelección con un apoyo aminorado de su partido. Es hombre de olas suaves que se enfrenta a un tsunami político. ¿Será suficiente?
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