Canto laudatorio para el litoral pacífico

En el puerto de Buenaventura,
en camino hacia Tulcán,
un turista me pregunta
dónde nace el huracán;

y, para saciarle sus ansias de conocer,
yo le he dicho que se fije
en la cadera mulata
de la negra María Isabel.

Cuando ella baila candombe
o retumba el mapalé,
parece que todo en la isla
se fuera a caer…

Y en ese alegre jolgorio
de maracas, chicha y tumba,
a los negros les da lo mismo,
un bautizo o un velorio;

y se les ve contonearse
de los pies a la cumbamba,
cada negro con su negra
cuando empieza la cumbiamba.

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