Coronavirus: Quédate en casa
Una vorágine de noticias nos envuelve. Informa, pero también confunde y marea. Los rumores, las falsedades en medios sociales, la gente que repite lo que dijo otra gente porque lo dijo otra gente, generan una cadena de desinformación destructiva.[wpdiscuz-feedback id=»tyy1icg73b» question=»¿Cuál es tu opinión respecto a la pandemia?» opened=»0″] El pánico y la ignorancia son poco menos peligrosos que la pandemia. [/wpdiscuz-feedback]
El papel del gobierno
En estas circunstancias ha sido escasa la ayuda, consuelo o apoyo por parte del gobierno federal. Del Presidente para abajo son contradicciones, saldo de cuentas partidarias, ataques racistas (“el virus chino”) y más que nada, exageraciones y falsedades. Justo lo contrario de lo que necesitamos.
Fuerza es reconocer que han comenzado a actuar, postergando el día de los impuestos, intensificando la producción de test que hasta ahora escasean escandalosamente, y con el Congreso aprobando presupuestos de emergencia.
[bctt tweet=»No salgas de tu casa. Quédate en ella. Organiza tu vida de manera tal que no tengas que salir, o que lo hagas solamente si es absolutamente necesario para tu supervivencia » username=»hispanicla»]
Los gobiernos estatales, de condado y municipales hacen lo que pueden, cada uno a su manera y con sus recursos.
Son pocas las verdades indiscutibles en estos momentos de gravedad y tragedia.
Estas son: el método más directo y seguro para prevenir el contagio del coronavirus es lavarse frecuentemente las manos con jabón por medio minuto y abstenerse de tocarse la cara con las manos. Otro es estar a una distancia segura (calculada en dos metros) de cualquier otra persona, independientemente de si parece o no enfermo. Y si estornudas usa un pañuelo de papel y échalo a la basura de inmediato.
No salgas de tu casa
Esto ya no alcanza. La situación empeoró. Ahora, es menester que nos aislemos, que nos separemos del resto de la gente, con excepción de quienes viven con nosotros.
No salgas de tu casa. Quédate en ella. Organiza tu vida de manera tal que no tengas que salir, o que lo hagas solamente si es absolutamente necesario para tu supervivencia.
Porque de tu supervivencia se trata. Si sales a la calle aumentan verticalmente tus probabilidades de contraer el virus. Y si tú mismo lo tienes y sales a la calle, causarás potencialmente el contagio de no una sino muchas personas más.
Es difícil, porque no se trata de un día, o dos, o una semana.
Quédate en casa, prepárate para hacerlo por tres o más meses.
Tendrás ayuda de la comunidad, por medio de medios como este. De los gobiernos locales, de tu policía. De tu familia y amigos, y organización social, con el teléfono, el internet, o a los gritos desde lejos.
Si necesitas ir al supermercado no vayas en las horas pico, cuando están llenos. No te acerques a otra gente. No vayas a tu iglesia, aunque necesitas del consuelo y tranquilidad espiritual de nuestras religiones. No invites a nadie ni visites a nadie en su casa. No expongas a tus hijos. Te lo agradecerán con su vida.
Independientemente de quien aún reside en la Casa Blanca, debemos sobrevivir esta crisis y seguir adelante.
Quédate en casa. Porque no te queda de otra.
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