Doctrina Social de la Iglesia: fundamentos y actualizaciones
Una guía ética para el ejercicio moral de los individuos y la sociedad, conforme a la interpretación del mensaje del Evangelio aplicado a los contextos conflictivos que estamos viviendo
La Doctrina Social de la Iglesia (DSI) desde un inicio, emergió como una respuesta de la Iglesia Católica a los problemas y desafíos sociales y económicos que enfrentaban los diferentes países a fines del Siglo XIX. La DSI, desde otra perspectiva, es el conjunto de enseñanzas mediante las cuales la Iglesia concreta y actualiza el mensaje del Evangelio.
Sus tres principios fundamentales
Son tres las fuentes en las cuales se apoya la DSI: las Escrituras; la Tradición de la Iglesia y el Magisterio de la Iglesia, el que ha construido, formulado a lo largo de los siglos. La DSI constituye una guía ética para el ejercicio moral de individuos y sociedad. Contiene los principios, valores y criterios que permiten tener dirección sobre nuestro actuar en las condiciones sociales, económicas y políticas. Todo ello, de conformidad con la interpretación -exégesis- del mensaje del Evangelio aplicado a la dinámica y contextos que debemos enfrentar.
Estos son los principios fundamentales que propone la DSI: principio de prevalencia de la dignidad de la persona humana, principio de solidaridad; principio de equidad social; y principio del bien común.
La esencia del conocimiento y la aplicación práctica de la DSI se basa en el mensaje evangélico del amor al prójimo y la promoción o vivencia de la justicia y equidad social. Los planteamientos se nutren de la reflexión y la experiencia de los cristianos en todo el mundo, enfrentando diferentes grupos, contextos y realidades en diversos países.
Las 12 Encíclicas
Los contenidos esenciales y actualizados de la DSI se plantean en general en varias Encíclicas. Lo que se ha determinado son las 12 Encíclicas fundamentales de la DSI incluyendo una breve descripción de cada una de ellas se presenta a continuación.
1. Rerum Novarum (1891): Esta encíclica, escrita por el Papa León XIII, es considerada la obra inicial de la DSI; es una respuesta -como será la tradición- a la dinámica de la realidad económico y socio-política que deben enfrentar las sociedades. Analiza la «cuestión social» de la época, las relaciones de empresas y trabajadores y la necesidad de justicia y equidad social. Propone el derecho a la propiedad privada, la organización de los trabajadores en sindicatos y la intervención del Estado para proteger a los más débiles.
2. Quadragesimo Anno (1931): En el contexto de la Gran Depresión, el Papa Pío XI actualiza la Rerum Novarum y critica el capitalismo salvaje, desmedido y el socialismo ateo. Propone la subsidiariedad, el trato justo de las diferencias, la participación de los trabajadores en la gestión de las empresas y la necesidad de un orden social más justo.
3. Mater et Magistra (1961): El Papa Juan XXIII aborda los nuevos desafíos del desarrollo económico y social en la posguerra. Destaca la importancia de la dignidad humana, la solidaridad y la participación en la vida pública.
4. Pacem in Terris (1963): En plena Guerra Fría, el Papa Juan XXIII hace un llamado a la paz entre las naciones y al respeto de los derechos humanos. Propone el desarme nuclear, la cooperación internacional y el diálogo como instrumentos para la paz.
5. Populorum Progressio (1967): El Papa Pablo VI se centra en el desarrollo de los pueblos, especialmente del Sur global. Critica las estructuras de dominación y los mecanismos que impiden el desarrollo y propone una mayor justicia social y económica; insiste en la necesidad de equidad: “el trato justo de las diferencias”. Sostiene que “el desarrollo es el nuevo nombre de la paz”.
6. Octogesima Adveniens (1971): El Papa Pablo VI reflexiona sobre los 80 años de la Rerum Novarum y analiza los nuevos desafíos sociales como la secularización, la participación política y la responsabilidad ambiental. Propone una «nueva evangelización» que incluya la transformación de las estructuras económicas y sociales injustas.
7. Laborem Exercens (1981): El Papa Juan Pablo II dedica esta encíclica al trabajo humano, destacando su valor como expresión de la dignidad humana y su papel en el desarrollo personal y social. Propone una ética del trabajo basada en la justicia y la solidaridad.
8. Sollicitudo Rei Socialis (1987): El Papa Juan Pablo II analiza la crisis del desarrollo y la deuda externa en el contexto de la globalización. Propone una «conversión social» que ponga al centro a la persona humana y denuncia las estructuras de pecado que generan pobreza y exclusión.
9. Centesimus Annus (1991): En el centenario de la Rerum Novarum, el Papa Juan Pablo II reflexiona sobre el papel del capitalismo y en general de los sistemas de mercado en la sociedad moderna. Propone un «capitalismo de rostro humano» que esté al servicio del bien común y no solo del lucro.
10. Evangelium Vitae (1995): El Papa Juan Pablo II defiende la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural. Denuncia la cultura de la muerte y propone una cultura de la vida que valore y proteja la dignidad humana en todas sus etapas.
11. Caritas in Veritate (2009): El Papa Benedicto XVI aborda la crisis financiera global y la necesidad de una ética económica basada en la caridad y la verdad. Propone un desarrollo humano integral que incluya la justicia social, la protección del medio ambiente y la promoción de la paz.
12. Laudato Si’ (2015): El Papa Francisco denuncia la crisis ambiental y hace un llamado a la acción urgente para proteger el planeta. Propone una ecología integral que integre la justicia social, la responsabilidad ambiental y la dimensión espiritual.
Una manera de responder a los desafíos humanos
Uno de los rasgos más llamativos es la actualización del contenido de la DSI. De esa manera, la Iglesia trata de responder a los nuevos desafíos de la humanidad. Como parte de los nuevos temas, la DSI aborda: la globalización; el cuidado del medio ambiente, de los recursos naturales, en especial los de naturaleza renovable; y los más contemporáneos problemas que generan y promueven las migraciones.
Mediante sus contenidos y actualizaciones, la DSI busca que tanto la Iglesia como la totalidad de los seres humanos, puedan promover y fortalecer condiciones de vida en función de la justicia, la equidad, la solidaridad, el bienestar y el desarrollo sostenibles.