Dualidad, un poema de Elvira Montoya
Cuando el crepúsculo está manchando
de rojo la quietud del mar
y lentamente abren los ojos las estrellas
y cuando una tangible serenidad
se apropia del paisaje,
va creciendo en mí como avalancha
en media noche, mi deseo por ti.
Y la calma se eterniza y sólo el eco
milenario del viento cruza mi rostro
y un tiempo sosegado y quieto
me suspende en el loco paraxismo
de tu amor en mí.
Y las crestas silenciosas de las olas
seducen la arena que se deja arrastrar
con somnolencia vespertina
mientras en mi cuerpo un nuevo goce
se desborda como tormenta en alta mar.
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Hola que emocionante es volver a poder comunicarme contigo…! No se si te acuerdas del lugar lisonjero…. Tus poemas son hermosos. Gracias a ti también soy un pichón de escritor. Ya participe en el concurso nacional de poesía, «Jose Asunsion Silva » Te cuento me fue excelente. Quisiera saber como te encuentras; me da mucha alegría saber que aun estas ahí.Te cuento tengo un material grande de escritos, en febrero del otro año participare en el concurso mundial de poesía en Valladolid, (España ). Estoy ahora terminando mi primer libro, se que va causar sensación pues nunca me olvide de tus recomendaciones (escribe y relee si tiene contenido y sale del alma imprime lo ). Bueno espero que recibas estas notas que son el fiel reflejo de mi alegría al saber que siempre estas ahí.Hoy te brindo un pensamiento y espero poder enviarte muchos. » Mis pensamientos son como los minutos, sin ellos no existieran las horas…» «FLAMAS».
Muy lindo tu poema,Elvira.
Por favor escribeme a mi correo electronico.
Se me ha perdido el tuyo y por eso no te he vuelto a escribir.
Un beso.
Diego F. Villegas