El ciclo de hispanicla.com

A principios de 2019, Gabriel Lerner anunció el regreso progresivo de la revista hispanicla.com. A mediados de 2011 había anunciado el retiro. Por consecuencia, esta es una hora de recuento, la meditación, el recuerdo y la satisfacción de haber colaborado en sus páginas. ¿Qué es lo que acaba? ¿Cuál ciclo se cierra? ¿Qué recomienza? ¿Qué significa para los escritores que participan? Y sobre todo ¿quién es el lector y cuál es su perfil?

Un acento único

En febrero del 2010, me topé casualmente con los artículos del periódico latino hispanicla.com, los cuales de inmediato me vislumbraron con un acento único para la prensa castellana escrita en los Estados Unidos. Sin embargo y a pesar de la singularidad de los textos, el nombre de la revista me parecía chillón, sospechoso y conflictivo: Hispanic.

¿Qué es un Hispanic en Los Angeles?, ¿qué hace, qué piensa?, ¿por qué no mejor llamarlo latino?, ¿por qué adoptar el nombre que la administración de Reagan impuso?, ¿quién escribe?, ¿cuáles son sus intenciones?, eran sólo algunas de las preguntas que me intrigaban.

El 1 de mayo del 2006, la comunidad latina e inmigrante de los E.U.A. despertó, en medio de la confusión, para ver su propio nacimiento político. Un nacimiento, dicho sea de paso, carente de ideas claras y miedo. Los líderes fueron oportunistas y se montaron en las tarimas para hablar de agendas políticas.

Por su parte, los medios nacionales y locales se quedaron erróneamente cortos al hablar de masas de inmigrantes que salieron a pedir derechos.

Para la mayoría de los medios fue más importante establecer el numero de personas en la calle que delinear las razones sociales por las cuales la gente estaba afuera. El discurso fue de arriba hacia abajo. Y los que tuvieron el poder de opinar no siempre fueron los mismos que marcharon. Los de abajo se quedaron, una vez más, sin palabras.

La eventual aparición de hispanicla.com abre un puente de comunicación entre esas voces que se quedaron inconformes al no ser escuchadas, ni atendidas, ni representadas.

Un puente de comunicación

Por si esto fuera poco, la revista, al intentar capturar las dinámicas de vida, se aventura más allá de los parámetros establecidos en su propio nombre. No todos los colaboradores son hispanics, ni todos latinos, ni todos viven en Los Angeles. Asimismo, la apertura de hispanicla.com da a los colaboradores y columnistas la seguridad de que sus ideas y opiniones hacen eco en los lectores. HispanicLA madura con rapidez y con un gesto de voluntad colectiva aprende a contestar sus propias preguntas.

Así pues, hispanicla.com se establece como una revista de crónicas, opiniones, critica, literatura y política que dista enormemente de las notas periodísticas, de las redes sociales con fotos y demás asuntos encontrados en internet.

El lector de HispanicLA aprende a discernir y a interesarse en el ambiente que le rodea. Se reconoce en los textos, se encuentra en la diversidad de las voces, y descubre que a pesar de todas las diferencias aparentes no es un extraño. El lector encuentra sus propios pensamientos en las crónicas y de esta manera se convierte en un ente de conciencia compartida y libre.

La identidad del lector latino deja de ser parte de un retórica política y por voluntad propia se baja de los anuncios televisivos para ser lo que él o ella mismos desean. La palabra hispanic se diversifica y en algunos casos incluso se rompe. La mujer dialoga con el hombre, el mexicano con el argentino y cubano y éstos con el sudamericano y español, el centroamericano se hace presente al lado del americano, chicano, gay, hispano, estadounidense, caribeño, y emigrante. En sus páginas, minorías y mayorías se sientan activamente a conversar logrando, de esta manera, la creación democrática de un lector critico e independiente que ya no se impresionará con las notas de moda amarilla.

Con el cambio, otros aires vendrán, con palabras se logrará que sean buenos.

P.D.

En lo personal me gustaría agradecer a hispanicla.com por la publicación de algunos, incluyendo el primero, de mis escritos. Y desearle al señor Gabriel Lerner la mejor y la más grata de las suertes.

Observación del editor

Este texto originalmente de 2011, vale por su crítica. Primero, para el momento de cierre temporario que experimentó HispanicLA en aquel entonces (por mi ingreso al Huffington Post, que retuvo el sitio en su poder mientras yo estuviese empleado por ellos). Pero también hoy. ¿Está bien usar Hispanic? ¿O delata una preferencia ideológica? ¿Cuál? ¿Qué es mejor? (G.L., 22 de septiembre de 2019)

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