El compromiso de California con estudiantes inmigrantes

Mientras las objeciones federales a la Solicitud Gratuita de Ayuda Federal para Estudiantes (FAFSA) continúan generando confusión y preocupación, los líderes de California están trabajando juntos para promover la Solicitud del Dream Act de California (CADAA) como una alternativa segura, inclusiva y confiable. Esta semana, American Community Media (ACoM), en colaboración con la Comisión de Ayuda Estudiantil de California (CSAC), organizó una rueda de prensa especial para reafirmar el compromiso de California con el apoyo a los estudiantes y familias inmigrantes, refugiados e indocumentados.
La anfitriona y moderadora fue Sandy Close, de ACOM, quien presentó así el tema: “La Solicitud Gratuita de Ayuda Federal para Estudiantes (FAFSA) ha experimentado retrasos y problemas con los datos este año, lo que genera confusión y ansiedad en muchas familias, especialmente en las comunidades de inmigrantes y refugiados que ya enfrentan barreras sistémicas. La solicitud de la Ley DREAM de California, conocida como CDAA, es más que una alternativa. Es un salvavidas que garantiza que todos los estudiantes, independientemente de su estatus migratorio, puedan cursar estudios superiores con dignidad y apoyo”.
Trump está socavando la educación
La primera invitada en hablar fue Daisy Gonzales, directora ejecutiva de California Student Aid Commission, que brinda apoyo a las familias inmigrantes y refugiadas. La ponente abordó la crisis que enfrentan muchas comunidades en California, especialmente aquellas afectadas por políticas de inmigración y vigilancia federal.
Más adelante, destacó: “Los estudiantes y familias indocumentadas, refugiadas o con estatus migratorio mixto viven con miedo y enfrentan obstáculos para acceder a la educación superior. En este contexto, la educación es un acto de resistencia”.
En ese contexto, destacó: “La Comisión de Ayuda Estudiantil de California (CSAC) reafirma su compromiso de apoyar a todas las familias, asegurando que la ayuda financiera estatal está disponible para todos los estudiantes, sin importar su estatus migratorio. La solicitud de la Ley DREAM de California (CADAA) permite a estudiantes indocumentados y familias con estatus mixto acceder a esta ayuda, sin compartir sus datos con el gobierno federal”. Y también subrayó que los datos recopilados mediante CADAA están protegidos por la ley y se usan únicamente para determinar elegibilidad para ayuda financiera.
En cuanto a la situación actual, dijo: “Aunque ha habido una disminución en las solicitudes por parte de estudiantes en situaciones migratorias vulnerables, CSAC trabaja para eliminar barreras y crear procesos más accesibles, como la vinculación con la política AB 540”.
Y agregó, a modo de ejemplo de lo que está pasando: “Como saben, o quizás no, Fresno State organiza la ceremonia de graduación latina más grande del país. El organizador temía divulgar la ceremonia de este año por temor a provocar la ira de Trump y su administración. Este evento depende completamente de fondos no universitarios. El alquiler de las instalaciones, la seguridad y el montaje del recinto cuestan aproximadamente $30,000. Así que empezamos a ver cómo la administración Trump está socavando lenta pero firmemente la educación”.
En definitiva, concluyó: “La educación superior, en este contexto, representa un camino hacia la esperanza y el progreso, y se insta a los estudiantes a ser valientes y postular. Se recuerda que la fecha límite para estudiantes que desean asistir a colegios comunitarios es el 2 de septiembre, y se destaca que el presupuesto estatal sigue priorizando la ayuda financiera, incluso previendo apoyo adicional para poblaciones vulnerables”.
Más allá de los miedos…
Luego fue el turno de Christopher Gonzales, director de Estrategia de 10,000 Degrees, una de las organizaciones de acceso a la universidad más respetadas de California, que ha ayudado a miles de estudiantes con baja representación a acceder y graduarse de la universidad. Él destacó: “La organización 10,000 Degrees se dedica a apoyar a estudiantes de bajos recursos, especialmente de familias indocumentadas o con estatus migratorio mixto, durante su camino hacia la universidad. Su enfoque se centra en la ayuda financiera y el acompañamiento cercano mediante becarios que son exalumnos de primera generación, lo que crea conexiones auténticas y culturalmente relevantes”.
Según él, gracias a su colaboración con la Comisión de Ayuda Estudiantil de California (CSAC), han podido combatir la desinformación, especialmente sobre la privacidad de los datos en solicitudes como la Ley DREAM de California (CADAA). Ejemplifican su impacto con el caso de un estudiante del condado de Sonoma que, con apoyo constante, pudo superar el miedo y acceder a la ayuda financiera.
“El modelo de 10,000 Degrees –concluyó- se basa en brindar información clara, empoderar a las familias para que tomen decisiones informadas y avanzar a la velocidad de la confianza. Subrayan que, más allá de los miedos y desafíos, hay comunidades y recursos listos para apoyar a los estudiantes a alcanzar sus metas educativas”.
En ese momento, Sandy Close preguntó a Daisy Gonzáles: “Entiendo que la gente esté muy preocupada si no solicita la FAFSA por miedo. ¿Se han disparado en el pie? ¿Han sido demasiado cautelosos?”.
La respuesta de Gonzáles fue: Publicamos información y contenido en el chat, pero para muchos californianos indocumentados, es decir, estudiantes indocumentados, la solicitud de la Ley Dream de California es su única opción. Así que esa preocupación es una realidad. Nuestro mejor consejo es que evalúe todas sus opciones. La realidad es que, en muchas de estas familias, si se trata de un estudiante que continúa su educación, esa información ya está en poder del gobierno federal. Para los estudiantes nuevos que nunca han completado una solicitud, sus opciones son un poco más difíciles y realmente piensan en sus familias. Por eso les ofrecemos todas las opciones. Sandy, en respuesta a tu pregunta anterior, creo que es un sistema complejo que evoluciona día a día”.
El miedo a la deportación es una gran barrera
La última invitada fue Celeste Mar, estudiante de CSU Long Beach, quien explicó que ella es una estudiante de primera generación e hija de inmigrantes, que ha vivido en carne propia los desafíos de solicitar ayuda financiera para la universidad. Aunque ahora cursa estudios de posgrado, recuerda el miedo y la incertidumbre al llenar la FAFSA por el estatus migratorio de sus padres. Hoy, trabaja apoyando a otros estudiantes en situaciones similares, ayudándolos a entender y completar solicitudes como la Ley DREAM de California (CADAA).
La estudiante explicó: “El miedo a la deportación o a compartir datos personales sigue siendo una gran barrera para estudiantes y familias con estatus migratorio mixto. A través de mi trabajo en UNITE LA, busco brindar información clara, generar confianza y asegurar que los estudiantes se sientan acompañados y seguros. Creo firmemente en el poder transformador de la educación y aspira a ser consejera escolar para seguir apoyando a jóvenes de comunidades vulnerables”.
“¿Qué historias podemos contar? ¿Qué información podemos proporcionar que sea ese tipo de reportaje motivador e inspirador que haga que la gente se dé cuenta de que sí, vale la pena el riesgo, sea cual sea?”, preguntó la moderadora.
Christopher Gonzáles dijo: “Hay mucha negatividad en las noticias y en el mundo ahora mismo, y también hay mucha desinformación. Así que, cuando logramos conectar con los estudiantes de forma local, mencionando a personas que quizás conocieron en la preparatoria o familiares con quienes los conectamos, que pasaron por el proceso y les fue muy bien y que regresan para hablar con ellos, eso es lo que captan, lo que realmente creen y lo que sirve como punto de contacto motivador. No se trata solo de marcar la casilla y completar la solicitud, sino de ese elemento de motivación e inspiración en el que debemos ser muy creativos al conectarlos con personas que han pasado por esto. Y creo que, en cuanto a los medios de comunicación y el poder de difundir historias, me encantaría ver más cómo las personas indocumentadas están triunfando, cómo les va tan bien, cómo benefician a nuestras comunidades y cómo vale la pena estar aquí. Además, se dan cuenta de que esto no sólo impacta en sus vidas, sino también a sus hermanos, y que es un cambio cíclico, el impacto es aún mayor porque no se trata solo del alumno, están sacando a su familia de la pobreza generacional. Hay mucho poder en eso”
Luego, Daisy González respondió: “Según las conversaciones que he tenido, sobre todo con muchos padres, la clave está en cómo lo decimos. El lenguaje con el que nos comunicamos es la razón por la que CSAC, la Comisión de Ayuda Estudiantil de California, ha hecho un gran esfuerzo este año para traducirlo a varios idiomas. Todos nuestros sitios web, documentos e información están disponibles en inglés, español, árabe, mandarín, coreano, armenio, tagalo y muchos otros idiomas a los que nos gustaría ampliar”.
A su turno, Celeste mar recordó: “Mis padres siempre insistieron en que estudiara para la universidad. Así que, durante mi etapa en la preparatoria, cuando estaba solicitando mi licenciatura, me apoyaron muchísimo. Y como mencioné, aunque fue aterrador navegar, y además no tenían idea de cómo manejar todo lo que estaba sucediendo, me apoyaron muchísimo”.
Por último, la moderadora pidió un último pensamiento o reflexión de cada uno.
Daisy Gonzáles dijo: “Debemos soñar con California sea un salvavidas para la educación superior de las comunidades vulnerables”.
Christopher Gonzáles dejó: “Cuando la oportunidad se encuentra con la ambición, hay historias de éxito”.
Celeste Mar, por último, dijo: “Lo más importante es el compromiso. Y preguntarnos: ¿cómo podemos comprometernos a apoyar a nuestras personas indocumentadas en estos tiempos?”