Fin de la discriminación contra soldados LGBTQ
De 1993 a 2011, unos 14,000 soldados estadounidenses fueron dados de baja por ser abiertamente gays, cumpliéndose la directiva del Pentágono llamada ‘No preguntes, no cuentes’ (“Don’t ask, don’t tell” o DADT) e instaurada en 1993 por el entonces presidente Bill Clinton. La cínica premisa de la orden era que podían seguir sirviendo si lo mantenían en secreto, pero no si alguien los ponía en evidencia. .
Como consecuencia de su baja no honorable, los veteranos LGBTQ así expulsados de las fuerzas armadas fueron privados de beneficios, como los descuentos proporcionados a todos los militares, asistencia para la matrícula universitaria, programas de préstamos de la Administración de Veteranos (VA), cierta asistencia médica y más.
Esta política discriminatoria estuvo vigente hasta 2011, cuando fue anulada en virtud de la “Ley de derogación de la política ‘No preguntes, no cuentes’” de 2010 firmada por el presidente Barack Obama.
Adicionalmente, entre 1951 y 2013 tuvo vigencia una ley que prohibía relaciones homosexuales consensuadas en el ejército, y miles de veteranos fueron condenados a diversas penas en virtud del entonces artículo 125 del Código Uniforme de Justicia Militar. Algunos de ellos fueron sometidos a tribunales militares (court-martial). En junio del año pasado, el presidente Biden indultó a todos ellos.
Desde que la directiva del departamento de Defensa DADT terminó en 2011, las personas que son abiertamente homosexuales y bisexuales han podido servir abiertamente.
Al año siguiente, la Brigadier General Tammy Smith declaró abiertamente ser miembro de la comunidad LGBTQ e incluyó a su esposa en una ceremonia cuando asumió como Asistente especial del Secretario adjunto del Ejército. Se jubiló en el año 2021. Su iniciativa tuvo eco en toda la cadena de mando y ayudó a normalizar la situación.
Y en 2016, el Senado confirmó a Eric Fanning, el primer Secretario del Ejército abiertamente gay en la historia de Estados Unidos
A pesar de ello, en los documentos de estos soldados hasta el día de hoy aún aparece la “conducta homosexual” como motivo de su dada de baja. El Pentágono, tanto bajo presidentes demócratas como republicanos, se negó a modificar los trámites de baja de los veteranos LGBTQ, requiriendo para ello un complicado procedimiento que lleva años completar.
Después de múltiples pedidos, organizaciones de veteranos LGBTQ presentaron en agosto de 2023 una demanda de derechos civiles, Farrell vs. Departamento de Defensa, por negarles sus bajas honorables. Según los demandantes, los cinco veteranos registrados representaron a un total de 30,000 ex soldados.
La semana pasada, sus representantes anunciaron un acuerdo, archivado el 3 de enero en una corte federal.
Una vez aprobado por un juez, el acuerdo permitirá la eliminación expedita de toda referencia a la orientación sexual de los veteranos dados de baja en su documentación.
Ya era hora.
El acuerdo supone eL verdadero fin de la discriminación oficial de estadounidenses LGBTQ que fueron apartados de su servicio militar contra su voluntad y era uno de los últimos vestigios de un Pentágono conservador, discriminatorio e insensible ante los progresos en la opinión pública estadounidense.