Florence Cassez es inocente

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A Florence por su valiente y dolorosa lucha…

No se necesita ser magistrado o doctor en derecho penal, para saber que la ciudadana francesa Florence Cassez es inocente. Cualquier persona con sentido común y con un mínimo de lógica elemental racional, puede entender que las pruebas que incriminan a Florence como integrante de la banda de secuestradores “Los zodiacos” son evidencias fabricadas por un sistema de procuración de justicia que, ante su incompetencia y cinismo, de manera perversa construye a culpables y los muestra a la opinión pública como golpes eficientes a las redes del crimen organizado.

En Florence Cassez aplica claramente la expresión: “estuvo en el momento y en el lugar menos adecuado”. La aspiración de legitimar la inacción y torpeza de la policía federal y la sed del temerario secretario Genaro García Luna, por construir culpables para encarcelarlos y dejar en entera libertad a los verdaderos delincuentes, hicieron del caso Cassez todo un hito en materia de escándalos mediáticos e injusticias judiciales.

El proceso por el que primero se le sentenció a 96 años y después se redujo la condena a 60 años de cárcel, es un proceso viciado de errores y faltas graves que en cualquier Estado de derecho hubiera sido prueba suficiente para dejarla en libertad. Pero no en México. En este país vale más la rabia temeraria del millonario Genaro García Luna y de su cómplice el sicario Luis Cárdenas Palomino, quienes actualmente detentan un poder inquebrantable al frente de la supuesta seguridad pública de este país. Con el cobijo de Felipe Calderón, estos dos malandrines han hecho del caso Cassez una representación pública de la podredumbre que impera en nuestro sistema de procuración de justicia.

Primero, Cárdenas Palomino fue el encargado de golpear y vejar a Florence Cassez en situaciones tan dramáticas y deleznables como desnudarla en los pasillos de la SIEDO, y tenerla así frente a decenas de policías que circulaban por aquellas instalaciones. Después la condujeron al rancho donde supuestamente estaban los secuestrados, (situación que consta en expediente judicial donde se demuestra que las víctimas nunca pudieron describir con precisión las características de la cabaña, pues todo indica que estuvieron secuestrados en una casa por el rumbo de Xochimilco), y ahí montaron un escandaloso show mediático donde las empresa Televisa y TvAzteca se prestaron a transmitir la supuesta liberación en vivo de los secuestrados. Falso todo el escenario, porque incluso en imagen es el propio Cárdenas Palomino quien abre –por dentro– la puerta para que tengan acceso los medios de comunicación. Más tarde, el propio García Luna reconoció que se había tratado de una reconstrucción de los hechos a petición de los medios de comunicación, situación que por cierto también fue desmentida al presentar el reportero Pablo Reinah una queja ante las Comisión Nacional de Derechos Humanos donde argumentó no haberse prestado a ningún tipo de montaje (ver nota de Jenaro Villamil en Proceso).

Pero Florence Cassez una vez encarcelada, comenzó a dar una lucha infatigable por demostrarle al sistema judicial y al país entero su inocencia. Desde aquel 8 de diciembre de 2005, la ciudadana francesa ha dado una batalla admirable que este 10 de febrero de 2011, tiene la posibilidad de materializarse y conseguir su libertad. El abogado Agustín Acosta ha interpuesto un recurso de amparo directo solicitando la revisión del proceso, este amparo tiene tres posibilidades de resolución, 1) que se ampare en su totalidad y quede libre Florence Cassez, 2) que se sentencié una reposición del proceso (es decir revisarlo desde el principio) y 3) que fallen en su contra y confirmen las sentencias anteriores. Si se piensa que la resolución será estricta y conforme a derecho, la ciudadana francesa tiene amplias posibilidad de dar fin al infierno que comenzó hace más de cinco años, pero si interviene la fuerza y poder de García Luna, las cosas no podrán tener un final feliz.

Sin embargo, es importante no perder de vista varios aspectos que son relevantes en el caso Cassez. Primero, que existen una cantidad enorme de inconsistencias en las declaraciones de quienes la acusan de ser secuestradora, desde decir que tiene cabello rubio, cuando ella es pelirroja, hasta reconocerla mediante unas grabaciones de voz, que la autoridad no presenta como pruebas. O bien, una víctima argumentó que fue Florence quien le inyectó una anestesia en el dedo para supuestamente amputarlo, y se demostró que esa cicatriz era una mancha anterior al secuestro. Además, lugares, tiempos, decoraciones, y varias cosas que no demuestran fehacientemente la culpabilidad de Cassez. También, la entonces AFI y el estado mexicano, no dio aviso a las autoridades consulares de Francia, cuando por procedimiento legal tenían que dar aviso inmediatamente a la captura, pero antes de ello, la exhibieron en los medios como culpable de secuestro.

Independientemente del fallo que se de al amparo directo solicitado por el licenciado Acosta, el caso Cassez obliga irremediablemente a revisar la eficacia del sistema de justicia del país, pero también exige observar la claridad de las presiones políticas que intervienen en las decisiones políticas y por tanto legislar a favor de que se inhiban las exposiciones y juicios mediáticos y perseguir con todo el peso de la ley a aquellos funcionarios públicos que con el afán de ocultar sus actividades delictivas y legitimar su inacción de gobierno, fabriquen culpables de la nada.

Ante la probable liberación de Florence, activistas como Isabel Miranda de Wallace y organizaciones no gubernamentales que han hecho un admirable trabajo en la lucha contra el secuestro, han perdido la brújula y quieren ver en Florence Cassez la depositaria de toda la maldad que tiene un secuestro, pero “curiosamente” por alguna razón inexplicable no quieren reconocer que sus organizaciones existen porque el delito del secuestro es todavía un cáncer que no se ha podido combatir, simple y llanamente porque los verdaderos culpables están libres y gozando de la libertad que les otorga Genaro García Luna y su brazo cómplice Luis Cárdenas Palomino.

Es una pena que la miopía con que el gobierno federal de Felipe Calderón nos ha querido presentar el caso Cassez, nos llegue a confundir de tal manera, que no se le de la perspectiva correcta y veamos con nitidez que la ciudadana francesa es víctima de las obsesiones perversas de un sistema de seguridad que cobija al crimen organizado y mata a gente inocente. Ojalá que la resolución de este amparo directo beneficie a Florence Cassez y pronto recupere la libertad que fue secuestrada por estos dos pillos.

Recomiendo para quienes quieran saber más del caso el libro de la propia Florence “A la sombra de mi vida” de editorial Océano, “Jauría, la verdadera historia del secuestro en México” de Humberto Padgett, y la enorme cantidad de notas periodísticas que documentan su inocencia.

juanjosesoliss@gmail.com

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2 comentarios

  1. Lo mismo sucede con el caso de Roberto García López, un mexicano que se encuentra privado de la libertad en el CERESO de Mérida desde hace 14 años y a quién las autoridades Norteamericanas reclaman en extradición a ese país acusandolo de ser un cubano sobre quien pesan cinco cademas perpetuas y que se fugó de un penal de alta seguridad en Dale Florida, jamás comprobaron ni las autoridades mexicanas ni las norteamericanas que Roberto García López sea Juan jésus Fleitas, el cubano que reclaman los norteamericanos, la justicia mexicana amparó a Roberto García y 10 años después vuelven a reclamarlo bajo los mismos cargos, con las mismas «pruebas» y un juez mexicano concede la extradición cometiendo flagrantes violaciones a la constitución mexicana y a sus derechos humanos, solo que este pobre cuate no tiene la fortuna de ser francés y que un estado peleé por él, tiene la desgracia de ser mexicano y encontrarse en total estado de indefensión ante una autoridad a todas luces injusta.

  2. Acaban de informar que la corte rechazó el recurso de amparo en el caso Cassez. Es una pena que en México la justicia sea miope.

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