Hombre o mujer: Trump les quita entidad a 1.6 millones de personas
“A partir de hoy, la política de Estados Unidos será la siguiente: solo hay dos sexos: masculino y femenino”. Así dijo textualmente el presidente Donald Trump en su discurso de toma de posesión. Ese mismo día, firmó una orden ejecutiva que reconoce solo a hombres y mujeres biológicos. Esa orden del presidente tiene consecuencias muy concretas para 1.6 millones de personas transgénero de Estados Unidos. Básicamente, elimina la existencia de esas personas en cuestiones legales, de atención médica y de educación.
Sobre este tema giró la conferencia semanal de Ethnic Media Services (EMS), del viernes 31 de enero. Su moderadora, Sunita Sohrabji, remarcó: “Esta medida se produce en medio de un aumento de los crímenes de odio contra las personas transgénero y en esta mesa redonda, nuestros oradores discutirán las implicaciones políticas de la orden ejecutiva de Trump y el impacto en sus vidas”.
El Trevor Project, la principal organización de prevención del suicidio para jóvenes LGBTQ+, detectó un aumento general de casi el 700 % en el volumen de llamadas en sus líneas de crisis el último día de la toma de posesión del nuevo presidente, en comparación con las semanas previas. Solo en enero, las llamadas aumentaron un 33%.
Entre los oradores, el primero en tomar la palabra fue el Dr. Ilan H. Meyer, del Williams Institute y profesor emérito de Ciencias Sociomédicas en la Universidad de Columbia. El académico dijo: “Esto no es sólo un cambio de política. Es pura violencia. Políticas como ésta influyen en las actitudes sociales y contribuyen al aumento de los delitos motivados por el odio”.
Meyer contabilizó que, además del 1.6 millón de estadounidenses transgénero, también hay 1.2 millones de adultos que se identifican como no binarios y millones de personas intersexuales. Muchas de estas órdenes ejecutivas son relevantes para las personas intersexuales.
El profesor señaló que, bajo este mandato federal, las personas transgénero en prisiones y refugios podrían ser ubicadas en función de su sexo biológico en lugar de su identidad de género, lo que aumenta su vulnerabilidad. En referencia a los argumentos de Trump, Meyer dijo: “Una definición de sexo biológico en el momento de la concepción es en realidad biológicamente ridículo, porque no hay sexo en el momento de la concepción”.
En cuanto a las consecuencias de la orden ejecutiva, remarcó que “no permitiría a las personas tener pasaportes que se alineen con su género, los prisioneros transgénero dejarán de estar en prisiones que se alinean con su género, y lo mismo ocurrirá con las personas sin hogar y otros tipos de servicios del gobierno federal, se eliminará la atención de afirmación de género, que afectaría a los menores principalmente”.
Luego fue el turno de Jordan Willow Evans, del Comité Ejecutivo de Mass Equality, quien además es militante del Partido Republicano y destacó: “Esto va en contra de los valores fundamentales del Partido Republicano, la libertad personal. El gobierno está ignorando irresponsablemente la autoridad paterna y médica con una política de intervención estatal”.
Gael Mateo Jerez Urquia, del Project TRANS Services Navigator, en el Centro LGBTQ de San Diego, confirmó que los jóvenes transgénero han expresado cada vez más ansiedad y depresión tras la asunción de Trump y el anuncio de sus políticas para el sector. “Hemos visto un aumento en las consultas sobre cambios de nombre y marcador de género en las últimas semanas”, afirmó.
Por su parte, Bamby Salcedo, de la TransLatina Coalition, expresó su indignación y afirmó: “Esta orden ejecutiva no es meramente administrativa, sino que niega fundamentalmente nuestra existencia, pero no desapareceremos y esta orden ejecutiva no puede borrar nuestra existencia”.
Por último, Sailor Jones, directora asociada de Common Cause North Carolina, subrayó que la postura de Trump amenaza el acceso a una atención médica vital de afirmación de género y de la que dependen tanto las personas transgénero. Y detalló: “Creía que el papel del presidente era proteger a todos los ciudadanos, pero esta orden no es más que un intento de borrar a la comunidad transgénero. Ahora, más que nunca, debemos alzar la voz y crear espacios más seguros”.
Riesgos para la salud
El profesor Meyer sostuvo, desde el plano médico: “Todo esto ha demostrado un gran impacto en la salud, incluyendo un malestar psicológico grave, incluidos impulsos suicidas. El riesgo de suicidio es muy grave para las personas en el momento en que luchan con cuestiones de género, en un entorno que es tan hostil hacia ellos”.
En cuanto a las consecuencias en el financiamiento de las investigaciones, dijo: “Estoy en la universidad pública del estado de California, y me preocupa el tipo de poder que el gobierno federal puede tener sobre nuestra institución. Dependemos de subvenciones y contratos. Así que hay muchas formas en las que el gobierno federal afecta a los estados”.
En cuanto a los argumentos esgrimidos por el nuevo gobierno federal, Meyer consideró: “Parte de la retórica es completamente ridícula, como que los niños van a la escuela y se someten a operaciones de cambio de sexo en las escuelas y vuelven a casa con un nuevo género, lo cual es, por supuesto, completamente inverosímil.
En relación a la prohibición de personas transgénero en las Fuerzas Armadas, Meyer opinó: “Ser transgénero no es un trastorno mental, como expresaron recientemente algunos de los que se oponen a las personas transgénero en el ejército, como si fueran de alguna manera deficientes y por eso no podemos tenerlas en el ejército. Eso no es correcto, y la prueba de ello es el personal militar existente que es transgénero y que está sirviendo con dignidad y respeto y cuyo servicio es extremadamente valorado. ¿Qué pasará? Estoy seguro de que habrá demandas, y veremos cómo se resuelven en los tribunales. En mi opinión, esto no solo es incorrecto y no se basa en ninguna limitación real de las personas transgénero para servir, sino que también es simplemente cruel”.
Desde adentro del Partido Republicano
En un momento, la moderadora de EMS, Sunita Sohrabji, le preguntó a Willow Evans sobre su doble rol, de luchadora por los derechos de las personas trans y de militante republicana, a lo que ella respondió: “Fui muy activa y sigo activa en el partido, sabía que estas cosas volverían a surgir. Yo, como mujer trans y como estadounidense, lo sufro especialmente y lamentablemente, no creo que vaya a ser muy fácil durante los primeros años. Pero con el tiempo creo que todo va a quedar embotellado en el sistema judicial. Pero para mí como republicana, éste es un gobierno absolutamente irresponsable. Esto es una farsa, a costa de un colectivo muy pequeño y muy marginado. Así que me sentí angustiada, todavía estoy angustiada y probablemente seguiré angustiada. Pero no voy a permitir que detenga mi trabajo. Supongo que simplemente voy a trabajar más duro porque esto es inaceptable, y sé que como país somos mejores que esto”.
Cambiar el pasaporte a tiempo
A su tiempo, Jones contó que pudo conseguir su pasaporte acorde a su género. “Trabajé frenéticamente durante las vacaciones para cambiar mi marcador de género en mi pasaporte antes de que Trump asumiera el cargo. Soy una de las pocas personas afortunadas que recibió su pasaporte mientras se estaban produciendo muchos de estos cambios. Pero estoy muy confundida, porque es increíblemente complicado que el poder ejecutivo de nuestra nación intente borrar por completo la existencia de las personas transgénero y siento una rabia increíble por esto, como también por las deportaciones masivas que están sucediendo a nuestros amigos y vecinos migrantes”.
Sin embargo, aunque pudo obtener su pasaporte, ahora está en duda su cirugía planeada para afirmación de género, y contó: “Es importante saber que prácticamente las principales compañías de seguros reconocen que la atención médica de afirmación de género para pacientes transgénero es médicamente necesaria y apropiada para la edad. Cumpliré 50 años en mayo y puedo tomar esas decisiones por mí misma. Y, sin embargo, a las personas transgénero como yo todavía se les puede negar la cobertura para ciertos procedimientos. Y estamos hablando de procedimientos que salvan vidas, o que hacen que nuestras vidas sean mucho mejores, por eso me preocupa el peligro de que mi atención médica de afirmación de género esté en duda”.
Ataques simbólicos, ataques reales
En relación al ambiente hostil y violento, Jones dijo: “Creo que en este momento político particular no somos los únicos que tenemos miedo, todo el mundo parece tener miedo, pero nosotras somos una pequeña comunidad marginada que se ha convertido en el objetivo de ataques culturales más amplios, y creo que por eso nuestras voces van a ser un pequeño paso para construir el movimiento cultural que necesitamos”.
Al respecto, Jerez Urquia contó que “luego de la asunción de Trump y los anuncios, ha habido un aumento en la ansiedad entre los jóvenes. Yo completo trámites de cambio de nombre y género, y en promedio completaba cuatro al mes, pero ahora son de cuatro a seis por semana”.
En cuanto al clima social de violencia anti trans, Salcedo remarcó: “Esto no es un accidente, y creo que también tenemos que entender cómo la violencia institucional se traduce en violencia interpersonal. Cuando tenemos un gobierno que dice que no somos dignos, que no se supone que existamos, eso envía el mensaje a la gente de que está bien que sean violentos con nosotros”.
Por último, Meyer remarcó: “Será crucial educación y la gran cantidad de información errónea disponible en línea y en las redes sociales. Los cambios culturales ocurren cuando hay investigadores, cuando hay personas que escriben, cuando hay activistas que promueven ciertos puntos de vista. Como investigador, diría que estoy muy, muy preocupado, porque el gobierno federal puede restringir muchas fuentes de información”.
Decisión de existir y combatir
Sin embargo, la conferencia concluyó con un mensaje de lucha y esperanza de los oradores. Jones subrayó: “Sabemos que el objetivo de estas medidas ejecutivas es crear un clima de miedo y tratar de intimidarnos para que hagamos nuestras vidas más pequeñas. Y ahora es nuestro deber hacer que nuestras vidas sean más grandes y nuestras voces más fuertes que nunca”.
Salcedo, en tanto, dijo: “Hay mucha gente sufriendo, todos los que no son blancos y que no son hombres, estamos siendo atacados. Por eso debemos asegurarnos de hacer lo que sea necesario, para seguir apoyando a nuestra comunidad, pero también para entender cómo vamos a diseñar estrategias para asegurarnos de combatir todo lo que se nos presente”.
Y apeló a su experiencia personal: “He sobrevivido a muchas cosas, incluido el encarcelamiento, la falta de vivienda, el trabajo sexual como medio para sobrevivir al suicidio, las sobredosis, las armas que me pusieron en la cabeza. He sobrevivido, y sé que muchos miembros de nuestra comunidad también lo han hecho. Y quiero que entendamos que somos personas fuertes que, individual y colectivamente, tenemos poder. Sintiendo miedo e incertidumbre sobre todo lo que estamos viviendo en este momento, quiero recordarles que estamos parados sobre los hombros de guerreros. Seguiremos siendo quienes somos. No necesitamos el permiso de nadie. Pueden implementar las políticas que quieran, pero no derrotarán quienes somos como personas”.
En la misma dirección, Jerez Urquia concluyó: “Siempre hemos estado aquí y ninguna legislación, ninguna política puede quitarnos eso. Hablo desde mi comunidad trans latina, cuando nos unimos creamos un cambio cultural”.
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