Europa hacia el fortalecimiento de su armamentismo
El continente tiene referencias para no confiar en la relación de seguridad y defensa que recaía en la OTAN
Las decisiones desde Washington con todas sus repercusiones, no son menos sorprendentes. En esto se tienen como criterios esenciales, el impacto de las medidas en las actuales condiciones de la globalización que nos afectan constantemente. Las alteraciones mundiales están a la orden del día.
Un socio que no brinda certezas
Lo inesperado, en ocasiones contra toda lógica y acuerdos previos hace que Estados Unidos vaya convirtiéndose en un socio que en las condiciones actuales no brinda la certeza y la confiabilidad que tenía desde los acuerdos de Breton Woods.
Como se recordará, en ese entonces, 1944, la búsqueda de estabilidad y equidad internacionales implicaron la creación del contexto institucional de la post-guerra, tanto en lo comercial (GATT), la reconstrucción y el desarrollo (Banco Mundial, o Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento), como en lo referente a la estabilidad de las balanzas de pagos de los países, sus condiciones monetarias y cambiarias (Fondo Monetario Internacional).
En particular Europa tiene ahora, referencias muy sólidas para no confiar en la estabilidad de la relación de seguridad y defensa. Hasta hace poco esa confianza institucional recaía en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Ahora, no obstante, ante las diatribas desde Washington, las condicionantes europeas y mundiales, tienen una dinámica inestable para decirlo amablemente. Y aparte de ello, allí están las lacerantes heridas de Ucrania, las amenazas de Rusia, para no citar, relativamente más alejado del Viejo Continente, la lacerante situación humanitaria en Gaza, como parte del complejo avispero de Medio Oriente.
El panorama armamentista mundial
En toda esa dinámica emergen las condiciones armamentistas mundiales y la aspiración, dada a conocer a principios de este mes de marzo de 2025, por la Comisión Europea, en cuanto a promover un presupuesto militar continental de 800,000 millones de euros. Este desenfreno por supuesto promete fortalecer las ya notables utilidades de la industria militar. Veamos algunos números pertenecientes a las principales potencias.
Estados Unidos continúa liderando el gasto militar mundial con un total de 900,000 millones de dólares en 2024; 50% del armamentismo de todo el planeta. Este total de gasto constituye un aumento de 2.3% respecto al año anterior. Véase bien: este monto anual equivale a un gasto de 102 millones de dólares por hora, 24 horas por día los siete días de la semana, permanentemente.
China ocupa el segundo lugar con un total estimado en 216,000 millones de dólares en gastos militares; esto representa un incremento de 6% sobre el año 2023 y un 12% del gasto militar en todo el mundo.
Rusia se reportaría en el tercer lugar con un gasto total de 110,000 millones de dólares en 2024. En esto influye notablemente en conflicto con Ucrania; representa un incremento de 24% sobre el año anterior, un 4.5% del gasto militar mundial y un 5.2% de su total de producción anual (producto interno bruto, PIB).
En Europa los gastos militares más abultados, 2024, corresponden a Alemania -100,00 millones de euros- Francia -58,000 mill. de euros- y Polonia con 32,000 millones de euros destinados a sus ejércitos.
El presupuesto militar europeo
Como se mencionaba con anterioridad Europa se propone llegar a contar con un presupuesto militar regional, de 800,000 mill. de euros. Una cifra colosal que sería el resultado de los devaneos con epicentro en Washington, con la nueva realidad que se ha establecido luego del 20 de enero de 2025.
Para poder llegar a esta cifra, las autoridades de la Comisión Europea y sus dependencias se proponen activar cinco mecanismos principales.
Uno de ellos, el llamado “espacio fiscal adicional” con cobertura a los próximos cuatro años y cuyo monto llegaría a 650,000 millones de euros, sin que esto contravenga el Acuerdo de Estabilidad y Crecimiento Económico.
Un segundo mecanismo: por 150,000 millones de euros, que estaría dado por préstamos de la Unión Europea a los Estados miembros. Estas medidas se reconocen que deben estar articuladas a las políticas cambiarias y monetarias del Banco Central Europeo.
Una tercera vía: movilización de capital privado. Se basaría en la aceleración de la Unión de Ahorros e Inversiones.
Un cuarto componente operativo: movilización de recursos utilizando procesos establecidos en el Banco Europeo de Inversiones.
Finalmente, un quinto elemento funcional sería la utilización directa del presupuesto de la Unión Europea. Esto se tiene, indiscutiblemente, que articular en función de la política fiscal regional. En esto influirán las finalidades en cuanto a promover o no, una política fiscal expansiva o contractiva.
La estrategia del armamentismo de disuasión y sus riesgos
Las sorpresivas medidas en Washington alientan entre otras consideraciones, la incertidumbre en varios ámbitos de la globalización actual y tienen una gran repercusión en el por demás abultado presupuesto militar de los principales países con capacidad bélica.
Se insiste en armamentismo de disuasión, pero en la práctica vemos dolorosas tragedias humanas en Ucrania, Nagorno Karabaj en el Cáucaso Sur, Gaza, Cisjordania, Sudán. Sí, el keynesianismo militar puede ser factor de reactivación económica, pero sus vendavales pueden implicar también, drásticas mortandades para diferentes sociedades.
