La manipulación y la mentira son las armas de la derecha mexicana

Muchos mexicanos le siguen creyendo a los medios y partidos políticos que nos engañaron por décadas, aunque ahora que estamos recuperando la memoria, esperemos que las cosas cambien

Si en pleno 2023 no te has dado cuenta que los candidatos de derecha o conservadores en su mayoría roban, privatizan y son autoritarios, es porque estos grupos son unos maestros de la simulación y tienen el poder económico para hacerlo.

Para ganar mienten

Es por eso que en México harán lo que sea necesario para regresar al poder. A estos grupos no les interesa la democracia porque no podrían ganar con el apoyo del pueblo. En realidad lo que representan son los intereses de los privados y las transnacionales. Por eso que tienen que mentir y hacer fraude para ganar, no les queda de otra.

Eso ya lo hemos vivido, posiblemente desde 1988 cuando le robaron las elecciones a Cuauhtémoc Cárdenas y de ahí hasta el 2018; aunque me atrevería a decir que la elección del 2000 fue la única que ganaron. El problema aquí fue que la gente creía en el cambio, pero nada pudo estar más lejos de la verdad. El triunfo de Vicente Fox simplemente había sido un movimiento de gatopardismo entre el PRI y el PAN.

Algunos de los objetivos principales de estos grupos son controlar el presupuesto a su beneficio, privatizar las industrias públicas, dar concesiones y firmar contratos llenos de corrupción y con deuda para el pueblo.

¿Pruebas? El Fobaproa, la reforma energética, la empresa de Luz y Fuerza donde 40,000 trabajadores quedaron a su suerte, la venta de Mexicana de Aviación, Aeroméxico y la concesión de minas, carreteras, la banca, ferrocarriles, puertos, aeropuertos y la telefonía entre muchas otras.

Represión, asesinatos, masacres

Por si fuera poco, estuvieron a punto de quebrar a Petróleos Mexicanos y se han opuesto una y otra vez a los programas sociales que el gobierno de Obrador desarrolla para ayudar a los más vulnerables, especialmente los de la tercera edad.

Claro, todo esto no llegó fácil en cinco décadas. Hubo represión y miles de vidas apagadas, primero lo hicieron con la Guerra Sucia (1968 a 1980). Luego del 88 al 2000 más de 696 líderes sociales del PRD fueron asesinados o desaparecieron. Después vino la guerra contra el narco de Calderón, eso sin contar la masacre de Acteal, y con Cadereyta, Tlatlaya, Iguala, Apatzingán; además de las fosas masivas encontradas en Guerrero, Coahuila y Durango entre muchas otras.

Así que no te enojes ni te ofendas, que no eres el único que no recuerda este lado oscuro de estos grupos que ahora quieren regresar al poder. Desafortunadamente, la derecha en el mundo occidental, no se tienta el corazón y no tiene límites.

En Estados Unidos, por mencionar algunas víctimas, han asesinado a Presidentes o activistas y religiosos que se atrevieron de dar la cara por el que menos tiene: Abraham Lincoln, Martin Luther King, John y Robert Kennedy, Malcolm X. En la era del macartismo se dedicaron a perseguir a activistas y profesores universitarios.

Dueños de los medios

Uno de los problemas es que estos grupos en su mayoría son dueños de los medios de información tradicionales o trabajan para el poder económico de cada país. Por eso no es fácil librarse de tanta propaganda y entretenimiento barato (comedias y fútbol) para que el pueblo no se entere. A mí me costó casi 20 años entenderlo y eso que trabajo en medios periodísticos.

En otras palabras, era normal que todos pensáramos igual, porque no había opciones. Todos veíamos, escuchábamos y leíamos lo mismo. Pero a pesar de eso, mucha gente en México ya no creía en esos medios; prueba de ello fueron las elecciones de 1988. No obstante, no importaba cómo votara la gente porque de igual forma estos grupos controlaban las elecciones y con la ayuda de los medios y el reconocimiento de Estados Unidos, siempre ganaban.

Algunos de los principios que estos grupos ocupan son los de la propaganda hitleriana: la transposición, que es acusar al adversario de lo que ellos en realidad son culpables. Además, si no pueden negar las acusaciones, inventan noticias falsas para distraer al público. No por nada, no pasa un día sin que llamen a Obrador aspirante a dictador o destructor de la democracia.

Otro ejemplo es la quema el 18 de marzo de una piñata con la figura de Norma Piña, la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Ya hay pronunciamientos incluso desde Estados Unidos, y los principales medios no dejan de condenar el acto.

Acusaciones falsas

No obstante, estos mismos medios, partidos políticos y entidades internacionales no dijeron nada en más de media docena de actos en que se quemaron efigies del presidente López Obrador. ¿Dónde está la congruencia? Ah, pero si consideramos que todo esto sirve para que ya no se hable del caso de Genaro García Luna, entonces todo tiene sentido.

En una ocasión el publicista Carlos Alazraki, quien parece orgulloso del odio que profesa contra el presidente mexicano, dijo que la fórmula para ganarle al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), o sea a López Obrador, era con propaganda negativa.

“Y mientras más mentiras des, mejor te va”, enfatizó el publicista y todo un maestro de la manipulación.

Lo triste de todo esto, es que muchos mexicanos le siguen creyendo a esos medios y partidos políticos que nos engañaron varias décadas. Aunque ahora que estamos recuperando la memoria, esperemos que las cosas cambien


Agustín Durán nació en Ciudad de México, pero vive en Lo Ángeles desde 1992 y es el editor de las noticias locales de La Opinión.

Autor

  • Agustín Durán

    Agustín Durán es un inmigrante que ha ejercido el periodismo en diferentes medios de Los Ángeles por 23 años y actualmente es editor de Metro de La Opinión. Es graduado de Ciencias de Comunicación en Ciudad de México y tiene una maestría en Comunicación Masiva de la universidad de Northridge. Es padre, esposo y es tan escéptico que no le cree ni a su madre cuando le dice ´te quiero´, se lo tiene que probar.

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