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La victoria de Milei, malas noticias para la Argentina y el Continente

Sus cambios dejarán desprotegidos a la mayoría del pueblo argentino, contrariamente a lo que él prometió como candidato.

En las elecciones para la presidencia de la República Argentina la mayoría votó contra un gobierno fracasado, fatigado y sin mañana, que presidió una crisis económica prolongada que llevó a un 40% de pobres, 10% de indigentes y una hiperinflación del 140%.
Los votantes no quisieron seguir con lo mismo, cuando el candidato oficialista era el ministro de Economía a quien asociaron con sus problemas y la carencia de soluciones que detectaron.
En Javier Milei muchos votaron menos por sus posiciones ultraconservadoras y más porque era el otro candidato. El diferente, el que no es como ellos.
Desoyeron las llamadas de emergencia y consejos de último momento de la gente que comprende el significado de los pasos que el nuevo presidente tomará a partir del 10 de diciembre. Entre las últimas estuvo la declaración de 100 de los economistas más importantes del mundo, para quienes su plan económico conducirá a la devastación y caos en toda América Latina.
Quienes también comprendieron la verdad están Donald Trump y Jair Bolsonaro, los expresidentes de Estados Unidos y Brasil respectivamente, quienes felicitaron a Milei como lo que es: uno de los suyos.
En su plataforma social Truth, Trump escribió “Estoy muy orgulloso de usted. ¡.

Ganó el discurso atractivo, la pose de experto, la apariencia de firmeza y la simpatía personal: donde otros decían a los votantes que entiende sus problemas, él actuaba como si él mismo los viviese. Como si los sufriera.
Y multitudes le respondieron. Más jóvenes que no vivieron los horrores de las dictaduras que otros. Colmaron el predio donde él les agradeció con gesticulaciones y bailecitos. En su discurso de victoria se pudo ver entre el gentío flameando numerosas banderas amarillas de Gadsen, populares en nuestro país entre supremacistas blancos.
Que la Argentina, después de 40 años de democracia que sucedieron a la más terrible dictadura militar, elija a Milei es un testimonio de la seria crisis que atraviesa el país.
Una crisis económica, social y cultural que podría profundizar rápidamente si ejerce los cambios radicales que prometió.
Se ha comprometido a abolir el banco central, recortar en 15 puntos del PBI el gasto público, enfrentar a los sindicatos, eliminar el “aguinaldo” o pago del mes 13 a los trabajadores.
Abolirá gran parte de los ministerios, dolarizará la moneda, privatizará los medios públicos, revocará el derecho al aborto, cancelará la educación sexual en las escuelas, apoyará la libre portación de armas, legalizará el comercio de órganos, perseguirá lo que llama “privilegios” de las personas LGBT.
Además de recortes que perjudicarán aún más el nivel de vida de los argentinos, la dolarización de la moneda figura su panacea económica. Aunque resulta difícil creer que podrá hacerlo ya que el país carece de suficientes dólares para ello. Como se vio con Ecuador, Panamá y El Salvador, no es una solución mágica y somete al país a la política monetaria de Estados Unidos. Después del primer impacto en el que supuestamente detiene la caída de la moneda ahora inexistente, la meta de la estabilización cambiaria tiene un alto costo social y no incide en otros componentes económicos como los déficits.
Respecto a la justicia social, esta es “robarle el fruto de su trabajo a una persona y dárselo a otra”; avalar la justicia social, dijo, es “avalar un robo”. El enemigo es, entonces, los socialistas y el socialismo, que es “siempre asesino, violento y empobrecedor”. La batalla que está por iniciar, anunció de antemano, contra el “socialismo” es una “batalla cultural día a día”.
Una batalla que librará ni bien tenga las riendas del poder en purgas y persecuciones: “Hay que tener cuidado porque ellos no tienen problemas para meterse dentro del estado, y aplicar las técnicas de Gramsci seduciendo a artistas o sea la cultura, seduciendo a los medios de comunicación o metiéndose en los contenidos de la educación”. Finalmente, “todo el tiempo los socialistas tienen las manos manchadas de sangre… Son tan miserables y tan rastreros los políticos y en especial los de izquierda que están debajo de las personas promedio”.
Milei, para quien la lucha contra el cambio climático es parte de la agenda socialista, anulará las políticas de protección ambiental que pueden reducir la cantidad de enfermedades causadas por la contaminación.
Habiendo prometido mano dura en la aplicación de la ley contra quien proteste su gobierno, atacó brutalmente al Papa Francisco, a quien acusa de cooperar “con los comunistas”. En el colmo del absurdo, anunció que “no voy a hacer negocios con China ni con ningún comunista… entre quienes incluyó a Vladimir Putin. ¿Por ignorancia o sabe algo que el mundo ignora?
Además, ha negado que fueron 30.000 los desaparecidos durante la última dictadura militar en lo que calificó de “excesos” en la represión de la subversión.
En una entrevista que calificó “la más importante” de su vida, con el personaje tenebroso y ultraderechista de Fox News Tucker Carlson, prometió que la Argentina “va a volver a ser una potencia mundial en 35 años”, después de haber sido el país “más rico del mundo”, es decir, mucho después del término de su carrera. Pero esa declaración sí es testimonio de otra de sus declaraciones: “no hay vuelta atrás” después de los cambios que en poco tiempo causará.
Lamentablemente, y contrariamente a su lema de campaña, la libertad será una de las primeras víctimas en el próximo gobierno.
Sus cambios dejarán desprotegidos a la mayoría del pueblo argentino, contrariamente a lo que él prometió como candidato.
La victoria de Milei es una mala noticia para la Argentina y para el Continente.
Y el mismo día que eso sucedía en el Sur, Donald Trump, en un evento de campaña en New Hampshire, intensificaba su terrible declive hacia el fascismo abierto, comprometiéndose a “extirpar de raíz a los comunistas, marxistas, fascistas y matones de izquierda radical que viven como alimañas dentro de los confines de nuestro país”.

Autor

  • Gabriel Lerner

    Fundador y co-editor de HispanicLA. Editor en jefe del diario La Opinión en Los Ángeles hasta enero de 2021 y su actual Editor Emérito. Nació en Buenos Aires, Argentina, vivió en Israel y reside en Los Ángeles, California. Es periodista, bloguero, poeta, novelista y cuentista. Fue director editorial de Huffington Post Voces entre 2011 y 2014 y editor de noticias, también para La Opinión. Anteriormente, corresponsal de radio. -- Founder and co-editor of HispanicLA. Editor-in-chief of the newspaper La Opinión in Los Angeles until January 2021 and Editor Emeritus since then. Born in Buenos Aires, Argentina, lived in Israel and resides in Los Angeles, California. Journalist, blogger, poet, novelist and short story writer. He was editorial director of Huffington Post Voces between 2011 and 2014 and news editor, also for La Opinión. Previously, he was a radio correspondent.

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