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Los apologistas de Trump: diga lo que diga, haga lo que haga

En una entrevista el lunes, Mark Esper, último secretario de Defensa de Donald Trump dijo que la acumulación de documentos secretos por el expresidente fue “no autorizada, ilegal y peligrosa”.

Es el último ex funcionario de alto nivel en confirmar la gravedad de los cargos contra el magnate. El secretario de Justicia bajo Trump, William Barr, ya había dicho que éste “provocó todo este problema él mismo”.

Sin embargo los críticos son personajes del pasado, sin puestos legislativos, ejecutivos o partidarios. 

El grueso del partido sigue apoyando a Trump, por más extremistas que sean sus acciones y declaraciones. Como cuando solicitó suspender la Constitución para ponerlo en el poder. O cuando demandó la abolición del FBI. O que el Departamento de Justicia debe estar bajo la autoridad del presidente, claro está, cuando él lo sea.  

La lógica que siguen los apologistas de Trump ha traspasado los límites del absurdo. El presidente de la Cámara Baja Kevin McCarthy defendió el hecho de que los documentos altamente confidenciales que Trump sustrajo estaban almacenados en uno de los baños de la mansión de Trump en Florida porque “esas puertas tienen cerrojo”. 

El Senador de Carolina del Sur Lindsey Graham alegó que “Trump no difundió, filtró ni proporcionó información a una potencia extranjera oa una organización de noticias para dañar a este país”.

El de Missouri Josh Hawley repitiendo la falsa línea de Trump de que es un juicio político liderado por el presidente Biden: “Estamos viendo por primera vez en la historia de Estados Unidos… a un presidente en ejercicio que intenta meter a su oponente en la cárcel”.

Y el representante de Florida Byron Donalds: “Hay 33 baños en (la mansión de Trump). Así que no actúen como si (los documentos) estuvieran en un baño al azar al que los invitados pueden entrar”.

Hasta el ex vicepresidente Mike Pence, ahora candidato a la presidencia, y a quien Trump puso en peligro de muerte durante el ataque al Congreso del 6 de enero de 2021, solo dijo que los cargos fueron presentados por un departamento de Justicia politizado. 

La única excepción republicana importante es el ex gobernador de New Jersey y precandidato presidencial Chris Christie quien calificó el comportamiento de Trump como “indefendible” y “profundamente perturbador”.

Esto nos lleva a preguntarnos cuál es la diferencia entre los que se animan a criticar a Trump y quienes lo siguen justificando. Qué motiva esta tajante diferencia. Y la respuesta inexorable es que quienes hoy apoyan o disculpan o hacen caso omiso de los excesos del ex presidente temen que la reacción del mismo y de su base les haga perder los beneficios del poder que aún tienen. 

Esto sucede el mismo día en que un juez ordenó a Trump y sus abogados no revelar las evidencias que ahora están en sus manos en el caso de los documentos secretos sustraídos de la Casa Blanca. Aceptó la solicitud de la fiscalía en el caso, sabiendo que Trump usaría los documentos para tergiversar su contenido, mentir sobre su importancia y seguir insultando a quienes investigan sus acciones en varios casos en que enfrenta ahora la justicia. 

El juez detalló que Trump, que confronta en este caso 37 cargos por sustracción de materiales clasificados, puede ver, pero no retener ninguna de las pruebas, y que los responsables de que ello suceda son los abogados, una decisión que refleja su total falta de confianza en la palabra del exmandatario. 

Trump, quien fue procesado en Miami la semana pasada por una acusación de 37 cargos por su almacenamiento y manejo inadecuados de materiales clasificados en su resort Mar-a-Lago, también puede ver, pero no retener, ninguna de las pruebas bajo la supervisión directa. de sus abogados, indicó la orden del juez de instrucción, Bruce Reinhart.

El presente ciclo de demandas judiciales contra Trump constituye una oportunidad, quizás la última, para que los políticos republicanos que han dado la espalda a su propio sentido común y que se han rendido a los pies de Trump reconsideren su actitud y rompan con el expresidente, a pesar de que las encuestas lo dan como el próximo candidato presidencial de su agrupación. 

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Autor

  • Gabriel Lerner

    Fundador y co-editor de HispanicLA. Editor en jefe del diario La Opinión en Los Ángeles hasta enero de 2021 y su actual Editor Emérito. Nació en Buenos Aires, Argentina, vivió en Israel y reside en Los Ángeles, California. Es periodista, bloguero, poeta, novelista y cuentista. Fue director editorial de Huffington Post Voces entre 2011 y 2014 y editor de noticias, también para La Opinión. Anteriormente, corresponsal de radio. -- Founder and co-editor of HispanicLA. Editor-in-chief of the newspaper La Opinión in Los Angeles until January 2021 and Editor Emeritus since then. Born in Buenos Aires, Argentina, lived in Israel and resides in Los Angeles, California. Journalist, blogger, poet, novelist and short story writer. He was editorial director of Huffington Post Voces between 2011 and 2014 and news editor, also for La Opinión. Previously, he was a radio correspondent.

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