‘Los huevones no caben en el país’… y otros desvaríos de Vicente Fox
El pensamiento del expresidente mexicano es cínico y revela el verdadero sentir de la derecha en México
El expresidente de México Vicente Fox primero se victimiza. Luego pide eliminación de los programas que ayudan a millones de mexicanos, en su mayoría de bajos recursos, y cierra su comentario rogando por que le devuelvan su pensión millonaria. Y no sólo eso, pues además llama “huevones” (holgazanes) a los mexicanos que reciben apoyos sociales y les dice que se “pongan a trabajar”.
En una entrevista con un medio mexicano hace dos semanas, el expresidente Fox dijo que estaba batallando para sobrevivir, debido a que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) había eliminado las pensiones a los expresidentes. Enseguida le pidió a Xóchitl Gálvez, aspirante a la candidatura presidencial por el Frente Amplio por México, que por favor las restaure si llega a Palacio Nacional.
Sólo por mencionar un ingreso de Fox, de acuerdo con el portal sinembargo.com, el exmandatario amasó una fortuna de 457 millones de pesos del 2007, fecha en que dejó la presidencia, al 2018. Esto no incluye las fortunas que hicieron sus hijastros durante su administración. No obstante, muy a menudo expresa públicamente que vive “al día” y pide que le regresen su pensión, de unos 13 millones de pesos anuales.
Recordemos que el sueldo mínimo de un trabajador mexicano es de un promedio mensual de $6,200 pesos.
Eso sí, Fox quiere que quiten las ayudas sociales al resto de los mexicanos y clama, desde su cómoda y holgada posición económica, “ya basta de huevones”. Y repite lo que según dice Gálvez, su candidata a la presidencia, “ya pónganse a trabajar, cabrones”.
Aunque muchos se rieron por la aberración que significan esos comentarios, e incluso no pueden entender cómo es que se le ocurrió semejante tontería en público a dicho personaje que le hizo tanto daño a México y a su población, en el fondo sus palabras simplemente retratan al verdadero Fox y lo que representa como miembro del Partido Acción Nacional (PAN), que es parte del Frente Amplio por México, un engendro electoral que no tiene ni pies ni cabeza.
Recordemos también que la mayoría de los legisladores panistas han votado siempre en contra de los programas sociales. Pero eso sí: hace un mes, el mismo Fox decía que él había sido el “autor” inicial de los programas, cuando en realidad fue AMLO en la Ciudad de México cuando fue jefe de gobierno. Tan rápido se le olvido la mentira de haber sido él quien creó dichos programas, que ya los quiere quitar.
Reflexionemos un poco en qué tipo de ser humano pide que, a los grupos vulnerables, incluyendo a los que tienen necesidades especiales y a la tercera edad —muchos con gran necesidad en el ocaso de su vida, y que en general nunca han recibido apoyo de los gobiernos—, pide que se les quite la ayuda que les permite vivir humildemente y con un poco de dignidad.
Cualquier persona en sus cinco sentidos nunca pediría semejante barbaridad y menos expresarlo en público. Olvidémonos de los partidos políticos. Esto es acerca de mostrar un poco de empatía, compasión y humanidad ante el prójimo de 65 años o más, que ha dejado lo mejor de su vida al servicio de una empresa o ha trabajado en forma independiente en México, pero que ahora ya no encuentran trabajo por la edad o simplemente no pueden y necesitan un poco de apoyo.
No olvidemos que este tipo de ayuda se otorga como mandato constitucional en varias naciones, incluyendo las más poderosas, como Estados Unidos, donde hay un estado de bienestar que incluye el Seguro Social después de los 65 años. A estos trabajadores en el retiro se les da una parte proporcional a su sueldo mensualmente hasta su muerte.
Entonces, no vemos por qué México, un país con tanta riqueza y que ha sido saqueado por administraciones pasadas, incluyendo la de Vicente Fox, permitiendo el enriquecimiento ilícito y millonario en la mayoría de las ocasiones a través del fraude, no pueda dar una pensión a los adultos mayores.
Es necesario subrayar que México es uno de los países más desiguales a nivel mundial. El sueldo mínimo todavía tiene menor capacidad de compra que en China o en El Salvador, a pesar de que con la administración de AMLO el ingreso mínimo se ha incrementado en casi el 100 por ciento.
No se nos olvide que desafortunadamente Fox no es el único con ese pensamiento. Ese es precisamente el verdadero pensar de los partidos de derecha (PRIANRD), los que principalmente sirven al corporativo, incluyendo al internacional, y obviamente a ellos mismos.
No es casualidad que cuando se les pregunta por un plan de nación no tienen ninguno. En lo único que piensan es cómo controlar el presupuesto, saquear y dejar saquear los recursos del país, privatizar la industria pública y obtener contratos jugosos como los ahora encontrados a Xóchitl Gálvez.
Esto no es una predicción para el supuesto futuro. Desafortunadamente es lo que han hecho estos partidos (PRIANRD) en forma rampante durante las últimas cuatro décadas.
Lo triste de todo esto es que, dentro y fuera de México, todavía hay mexicanos de clase media o baja que los apoyan. Sí, personas que han trabajado toda su vida, a quienes el sistema nunca les pagó lo suficiente. Hoy siguen batallando para pasar el día. Pero siguen denostando al presidente López Obrador. No entienden que es en este sexenio cuando se ha tratado de empoderar al trabajador, incrementando el sueldo mínimo, tratando de eliminar la subcontratación, aumentando los días de descanso de seis a 12 y entregando apoyos que les permitan salir adelante. Es un proceso que ya ha iniciado y que tenderá a estabilizarse si se consolida la transformación que requiere México, que fue detenida por las anteriores administraciones que ahora quieren regresar a seguir saqueando al país. Son precisamente gente como Fox y su círculo más perverso de ladrones.
Esta semana los datos del Instituto Nacional de Estadística indican que la brecha entre el rico y el pobre en México ha disminuido, y aunque en todos los rubros se aumentaron las ganancias, los pobres fueron los más beneficiados.
Ojalá que no seamos tan cínicos como el presidente Fox y, por lo menos, reconozcamos que mucho de lo que se está haciendo hasta ahora es a beneficio del trabajador y de todos los mexicanos, y no sólo para unos cuantos, como era en el pasado. Un pasado al que todavía algunos vendepatrias aspiran a regresar.
Este artículo fue apoyado en su totalidad, o en parte, por fondos proporcionados por el Estado de California y administrados por la Biblioteca del Estado de California.
Agustín Durán es editor de la sección de Metro del diario La Opinión en Los Ángeles.