La Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC): entrevista con Benny Díaz
Este viernes 20 de mayo dió comienzo la celebración de la 64ta. Convención Anual de LULAC en Oxnard, California. Este evento se lleva a cabo en el Marriot Residence Inn donde culminría este domingo 22.
La Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC por sus siglas en inglés) fue fundada en 1929 en el estado de Texas, con el propósito de mejorar la situación económica, social y política de la comunidad latina de Estados Unidos.
La convención tiene este año talleres educativo-informativos, ceremonias de entrega de premios y programas para los jóvenes. La entrada al evento es gratis para los veteranos de guerra mientras que el resto del público paga $20 dólares.
El tema de este año es “Dándole poderes a nuestras comunidades”, apoyando ese propósito estarán líderes comunitarios, estatales y nacionales, entre los que se cuentan la ministra del Trabajo Hilda Solís, Elmy Bermejo, Directora de Asuntos Intergubernamentales, (Director Intergovernmental Affairs) y la congresista Lois Capps, la presidenta de LULAC nacional Margaret Morán y el supervisor John Zarogoza entre otras importantes personalidades.
Por primera vez en sus 82 años de historia LULAC cuenta con un entusiasta director que no nació ni en Estados Unidos ni en México: Benny Diaz, de orígen peruano, quien amablemente accedió a conversar con nosotros.
¿Cúal es la razón por la que ustedes celebran cada año una convención?
La hacemos con la intención de renovar la lucha y la esperanza de mejorar los derechos civiles de la comunidad latina en Estados Unidos. Es un trabajo voluntario, sin fines de lucro. Nuestra organización se basa y se nutre del trabajo voluntario.
¿Cómo y cuándo comenzó su relación con LULAC?
Comenzó hace veinticinco años cuando yo estaba estudiando Ciencias Políticas y Economía en la universidad. Mientras estudiaba me daba cuenta que la comunidad latina, nuestra gente a través de la historia había sido usada como chivo expiatorio, así sea para excusar la mala situación económica del momento, asi sea por motivos politicos u otros.
Eso me hizo ver que no solo era importante la educación sino estar involucrado para servir a la comunidad y evitar que se violen sus derechos civiles. Ahí también tuve la oportunidad de conocer a César Chávez.
¿Quiénes forman parte de LULAC?
Gente hispana de todas partes, tenemos mexicanos que son la mayoría, pero también hay cubanos, portoriqueños, peruanos, etc. La palabra latino involucra a todos, todos somos como una gran familia.
¿Cuáles son sus metas, al frente de la organización en California para los próximos doce meses?
Queremos crear alianzas con otras organizaciones como por ejemplo AARP (organización de apoyo para la gente de la tercera edad), PTA (Parent and Teachers Association), queremos unir fuerzas e influir no sólo en el presupuesto y la educación sino también pujar con fuerza para una reforma del sistema migratorio.
Hablando de inmigración… comenzó en Arizona un movimiento anti-inmigrante que llevó a proponer leyes como SB 1070 y luego salieron otros proyectos similares en otros estados, ¿a qué atribuye usted esta ola contra los inmigrantes?
Si tú te remontas a la historia vas a ver ese fenómeno muchas veces en muchos países del mundo, cuando hay problemas económicos siempre tratan de culpar a alguien, en este caso aquí le echan la culpa al inmigrante de los errores que las malas políticas han hecho. Es injusto y no es la realidad.
Hay quienes critican a LULAC y dicen que se ha estancado, que no ha crecido a la par de otras organizaciones, en otras palabras como si se hubiera dormido en sus laureles, ¿qué responde usted a esas opiniones?
Yo diría que más del 95% de las organizaciones latinas civiles, de salud, académicas, salen de LULAC: NALEO, MALDEF, por nombrar algunos. Todos esos grupos han salido de los brazos de LULAC. Que alguien diga que LULAC no sigue creciendo es faltar a una verdad histórica, la membresía de nuestra organización sigue adelante. Yo quiero que me nombren una organización civil más grande que LULAC en el estado, que me nombren una que como nosotros no recibe ni un centavo de ayuda del gobierno federal, porque todas esas otras organizaciones reciben ayuda federal. Nunca hemos recibido ayuda del gobierno ni esperamos recibirla.
Entonces, ¿cómo se financia LULAC?
Con estas convenciones, con banquetes, aquí pagamos para servir. Nosotros no tenemos con grandes edificios, ni tenemos profesionales trabajando y cobrando como otros grupos que dependen en gran medida del apoyo económico del gobierno. Tenemos staff trabajando en Washigton DC, solo ahí porque el costo operativo es muy grande, y claro si a ti te pagan, tú trabajas y cobras, pero entonces distraería el fin de servir a la comunidad sin fines lucrativos que es la prioridad con la que fue fundada esta organización. Para nosotros servir es un privilegio.