Merrick Garland debe dedicarse a restaurar las instituciones democráticas
El comité de Asuntos Judiciales del Senado entrevistó ayer y hoy a Merrick Garland en un acto previo a su voto de confirmación como secretario de Justicia en el plenario.
El Retorno Merrick Garland, parte I
Garland, de 68 años, es desde 1997 juez de circuito en la Corte de Apelaciones para el Distrito de Columbia. Es respetado por su labor tanto por republicanos como por demócratas.
Garland había sido postulado por el entonces presidente Obama en 2016 para la Corte Suprema. El Senado entonces en manos de los republicanos, se negó, no solo a votar la candidatura sino que ni siquiera permitió el debate o entrevistarlo.
Fue una maniobra sucia que triunfó y derivó en la actual composición ultraconservadora del máximo tribunal. Y que en diciembre, el presidente Biden lo anunció para este puesto clave en su gabinete.
En esos días, quien presidía el mismo comité, el republicano Charles Grassley de Iowa, se negó a siquiera hablar con Garland. Ayer, le dio una cálida bienvenida. “Me gustas, te respeto, pienso que eres un buen candidato para esta tarea”, le dijo públicamente.
Los tiempos cambian. Garland vuelve por la puerta delantera.
Qué dijo Merrick Garland
Las preguntas fueron inquisitivas y dignas. Las respuestas, concretas, sin las evasivas que fueron características de los candidatos del gobierno anterior. Él fue emotivo y sincero.
Las declaraciones de Garland fueron una ventana al departamento de Justicia a partir de ahora. Y una muestra más de la caída de este ministerio en los años de Trump.
Garland se comprometió a que la investigación del asalto al Capitolio del 6 de enero – no solo de los perpetradores, sino también de quienes los ayudaron – será su primera prioridad.
Prometió combatir la amenaza del terrorismo doméstico.
Asumió que los castigos por poseer o consumir drogas ilegales utilizadas por estas comunidades son desproporcionadamente crueles.
No ocultó su conmoción al ver los videos de afroamericanos muertos por la policía durante el último verano.
Anunció que ahora hay una oportunidad de establecer cambios dramáticos y enumeró las herramientas a su disposición. Decretos de consentimientos, financiación de reformas y entrenamiento de los agentes y el procesamiento penal de sus violaciones de derechos constitucionales.
Clara visión de la sociedad
Con estas y otras declaraciones Garland demostró una clara visión de nuestra sociedad y conocimiento de los recursos con que cuenta para mejorarla.
Garland devolverá la independencia al departamento de Justicia, después de que Trump lo trató de convertir en una extensión de su poder personal, y a los ministros que sirvieron bajo su tutela, en sus lacayos.
Debe ser confirmado por el comité y por el plenario del Senado tanto con el apoyo de demócratas como republicanos, como un símbolo y herramienta para la reconstrucción de nuestra democracia.