Papa Francisco se solidariza con los miles de refugiados que mueren en el Mediterráneo
Al recibir un chaleco de un refugiado que se perdió en el Mediterráneo, el líder de la Iglesia Católica critica política de países europeos.
El Papa Francisco recibió a refugiados que sobrevivieron el Mediterráneo y en un gesto de solidaridad aceptó un chaleco encontrado a la deriva en la inmensidad del mar el 3 de julio pasado. Todo un símbolo de los miles que han desaparecido en las aguas del Mediterráneo en su intento desesperado de encontrar refugio.
De acuerdo al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR), desde 2014 alrededor de 18,000 personas han muerto en el Mediterráneo tratando de llegar a países europeos en embarcaciones sumamente precarias.
Deber moral de salvar vidas
El Sumo Pontífice no solo recibió el chaleco sino que en un claro gesto de denuncia ordenó que fuese colocado en la puerta del Palacio Apostólico que es paso obligatorio de todos los jefes de estado que visitan el Vaticano.
“Es para recordarnos que debemos mantener nuestros ojos abiertos, mantener nuestros corazones abiertos, para recordarles a todos el compromiso absoluto de salvar cada vida humana, un deber moral que une a los creyentes y no creyentes”, dijo el Papa.
Para el Papa esto no es novedoso ya que años atrás había recibido otro chaleco de una niña que como tantos otros pereció en el mar.
La injusticia de la opresión
Francisco fue más allá y puso el drama que confrontan millones en países africanos y del medio Oriente en un contexto económico y político recordando que “es la injusticia lo que obliga a muchos migrantes a abandonar sus tierras. Es la injusticia lo que los obliga a cruzar los desiertos y sufrir abusos y torturas en los campos de detención. Es la injusticia que los rechaza y los hace morir en el mar”.
Crítica a países europeos
Y en una clara crítica a la política seguida por algunos países europeos, especialmente Italia, el líder del catolicismo afirmó que bloqueando barcos de rescate no se resuelve el problema. “Deben realizarse esfuerzos serios para vaciar los campos de detención en Libia, evaluando e implementando todas las soluciones posibles. Es necesario denunciar y enjuiciar a los traficantes que explotan y maltratan a los migrantes, sin temor a revelar connivencia y complicidad con las instituciones. Los intereses económicos deben dejarse de lado para que en el centro esté la persona, cada persona, cuya vida y dignidad son preciosas a los ojos de Dios. Debemos ayudar y salvar, porque todos somos responsables de la vida de nuestro prójimo, y el Señor nos pedirá una cuenta al momento del juicio”, concluyó.