Roque Dalton: Poesia, no estás hecha sólo de palabras…
A tres mil millas de distancia de nuestro pequeño-gigante, escribo esta nota desde cualquier lugar de Los Angeles en donde este 8 de mayo celebramos el 35 aniversario del asesinato de Roque Dalton.
Esta celebración es una oportunidad para reflexionar y hablar del hombre-poeta. El que fue consecuente con su escritura y su accionar, ese hombre que utilizó la poesía como un medio para denunciar la corrupción y la injusticia, el abuso y el dolor, pero también la esperanza y los sueños de su pueblo. Roque hizo poesía de todo porque para él la poesía era un acto de amor.
El fue quien quiso ser. El que desafía y denuncia el abuso, por lo cual tenía que pagar con su propia vida. El gobierno lo buscaba con odio, para callar su voz, pero fueron sus compañeros de organización quienes le dieron muerte.
Hoy, 35 años despues ese crimen permanece impune. Los culpables de su muerte no han dado cuentas a la familia Dalton, ni a la sociedad. Para que haya justicia debe traerse a la luz de la historia a los culpables de su muerte. No para perdonar y olvidar, sino para que haya justicia.
Nosotros en la lejanía 35 años despues, reflexionamos sobre el hombre-poeta, el escritor que nos abrió los caminos desconocidos de las letras, que nos abrió la imaginación y nos enseño que el lenguaje escrito no está hecho solamente de palabras bellas sino también de palabras materializadas fuera de los moldes del realismo, palabras que rompen con la realidad impuesta y se convierten en denuncia, esperanza, cambio que busca justicia para todos.
Con particularidad este año en el cual por primera vez en la historia de nuestro país El Salvador existe un gobierno de izquierda, las posibilidades para forjar la patria nueva son inminentes, pero habrá que darle baños de pólvora y asientos de aguarrás para limpiar y sacar a la luz la verdad de tanto acontecimeinto de dolor y muerte que hemos sufrido como pueblo.
Estamos por forjar una sociedad justa, con respeto y dignidad para todos y ese legado de amor que Roque nos heredó florece ahora en todas partes del mundo en donde nos encontramos.