¡Si en Argentina se pudo, aquí también!: matrimonio para parejas del mismo sexo
«¡Una madrugada histórica!», exclamó el reportero del noticiero Canal 5 al recibir el voto final del Senado argentino sobre el proyecto de ley que le concedió el derecho al matrimonio civil a parejas del mismo sexo.
Eran las cuatro de la mañana con seis minutos en Buenos Aires cuando los legisladores votaron con una escasa mayoría (33 a 27) para aprobar la medida. Previamente aprobado por la Cámara Baja, el proyecto de ley ahora superó su último gran obstáculo antes de llegar al escritorio de la Presidenta. Fuera en la calle, miembros de la comunidad lésbica, gay, bisexual y transgénero (LGBT), lloraban y festejaban en celebración después de esperar ansiosamente más de 14 horas en el frío invernal el fin del intenso debate.
El resultado estrecho del voto final sobre el proyecto de ley en el Senado argentino es representativo de la difícil lucha que significó garantizar el derecho al matrimonio civil para parejas del mismo sexo en ese país. Después de haber enfrentado una fuerte oposición de la Iglesia Católica, que organizó manifestaciones masivas en la oposición al proyecto de ley, la comunidad LGBT recibió el apoyo decisivo de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, , quien abogó por la aprobación del proyecto y prometió convertirlo en ley ni bien llegara a su escritorio.
Sin embargo, a pesar de la oposición y los retos en instancias anteriores, los argentinos triunfaron en hacer historia con este proyecto de ley. Aclamado como el primer país de América del Sur en aprobar legislación que otorga el matrimonio y el derecho a la adopción a las parejas del mismo sexo, Argentina pronto se convertirá en la séptima jurisdicción del mundo, y la segunda en América Latina (después de la Ciudad de México), de permitirle a parejas de gays y lesbianas casarse legalmente.
Parecería entonces que se ha generado una nueva tendencia en el movimiento por la justicia social. Esto es demostrado por la decisión de la corte federal de revocar la ley federal que le niega el derecho al matrimonio civil a parejas gay y lesbianas (DOMA por sus siglas en inglés) la semana pasada en Massachusetts, por la encuesta reciente que revela un respaldo mayoritario a la igualdad en el matrimonio civil para las parejas del mismo sexo en California, , así como por lo sucedido en la Argentina. Creo entonces que también podemos ser triunfante en California y en el resto de la nación.
La lucha para restaurar el matrimonio civil para parejas gay y lesbianas en California requiere el esfuerzo de todos nosotros, tanto si nos identificados como LGBT o como heterosexuales. Nuestro primer paso es vivir nuestras vidas con verdad y sinceridad como personas abiertamente LGBT y sus aliados. Al mismo tiempo tenemos que iniciar conversaciones productivas con nuestros seres queridos, nuestros amigos, nuestros vecinos y compañeros de trabajo sobre la importancia de apoyar la igualdad completa para todos.
En Argentina, donde el catolicismo es reconocido como la religión oficial y más del 90 por ciento de la población se identifica como católica, hemos aprendido que el ser católico y cristiano no te impide de respaldar el derecho al matrimonio civil para parejas del mismo sexo. De hecho, tenemos que alejarnos del intento de encontrar un grupo en la minoría en culpa de la falta de progreso, sin tomar en cuenta su idioma, raza, étnica y religión y en lugar de ello enfocarnos en llegar a toda la opinión pública.
Como nuestros colegas en Argentina, debemos decidir ser exitosos. Al celebrar en solidaridad con la comunidad LGBT de Argentina este momento victorioso por la igualdad social, también tenemos que renovar nuestro compromiso de hablar a todo el mundo sobre la promesa de nuestra nación de la igualdad completa para todos.