‘Alto Mando de El Salvador dió la orden de matar a los jesuitas’
El teniente (r) Rene Yushsy Mendoza en sus declaraciones ante la justicia española también dio claves de presunta implicación del expresidente Alfredo Cristiani en masacre, dado que “no hubo contraorden”
El teniente retirado (r) Rene Yushsy Mendoza, el miércoles 8 de julio testificó en el juicio que se sigue en Madrid, España, en la Audiencia Nacional, por la llamada Masacre de la UCA. Allí reiteró de manera demoledora y en varias ocasiones a los abogados querellantes, a la representante fiscal y a la defensa del acusado coronel (r) Inocente Montano, que la orden del múltiple crimen aquel 16 de noviembre de 1989, provino del Alto Mando de la Fuerza Armada. Agregó que nunca se recibió contraorden del Presidente y Comandante General, Alfredo Cristiani.
El Alto Mando de entonces estaba encabezado por el Comandante General de la FF.AA. y Presidente de la República, Alfredo Cristiani -quien no estuvo en las reuniones de los militares-; el Ministro y Viceministros de la Defensa: General (r) Humberto Larios, así como los Coroneles (r) Juan Orlando Zepeda e Inocente Montano; los jefes del Estado Mayor, los Coroneles (r) René Emilio Ponce (fallecido) y Gilberto Rubio.
Mendoza apuntó, sin dudas, al único acusado presente en el juicio en España, al ex Viceministro de Seguridad Púbica, Coronel Montano, como uno de los altos militares que dio la orden de eliminar al padre jesuita Ignacio Ellacuría, y de “no dejar testigos”. Por tal motivo en la incursión a las instalaciones de la UCA fueron masacrados a sangre fría seis sacerdotes y dos mujeres, Elba y Celina Ramos, esta última hija de Elba y menor de edad.
Montano fue extraditado desde Estados Unidos a España, en noviembre de 2017. Montano residía en Boston, ciudad en la que fue procesado inicialmente por fraude a agentes de Inmigración, a quienes dijo no haber pertenecido a instituciones militares en El Salvador en época de la guerra civil. Luego se le inició un proceso por la extradición que España reclamaba, el cual perdió tras diversos alegatos.
En el interrogatorio, Mendoza dijo que su jefe inmediato era el entonces Coronel Alfredo Benavides (preso actualmente en El Salvador por los mismos hechos), quien transmitió a un grupo de oficiales la orden emanada del Alto Mando el 15 de noviembre de 1989, en la que se especificaba asesinar a Ellacuría (entonces rector de la UCA).
Benavides habría también dicho que (además de que está escrito en su diario, que Mendoza reconoció en el juicio y que está entre los documentos del tribunal español) el Ministro Larios había afirmado a los miembros del Alto Mando: “Compañeros, la decisión de lo que vamos a hacer esta noche la vamos a tomar todos juntos… Levantar la mano el que no está de acuerdo (Nadie)… Zepeda (entonces Coronel y Viceministro) pide rezar una oración… El General Larios dice: Si hay una contraorden después de una consulta con el Señor Presidente se les comunicará…”
Mendoza, en otra parte de su alegato expresó, contrario a lo que se ha dicho oficialmente, que “No era una orden de Benavides, descartado. Fue una operación completamente autorizada. Era ilógico pensar que ese tipo de operaciones se hicieran sólo con autorización de Benavides, tenía que estar pensado por alguien de arriba, en este caso el Alto Mando”.
El testigo explicó en varias oportunidades que el jefe máximo del Alto Mando era el Presidente de la República, Alfredo Cristiani, y que el Coronel (Benavides) les contó que iba a ser informado antes del crimen de la decisión de matar a Ellacuría. “Si no hubo contraorden es porque el presidente tuvo que haberlo aprobado”, afirmó tajante Mendoza.