Cacería de médicos cubanos en Bolivia

El régimen golpista boliviano, a través de una persecución sistemática, busca infundir miedo para que el personal médico cubano abandone el país.

El golpe de Estado en Bolivia le sirvió a Estados Unidos para intensificar su estrategia política en la región. Este asalto militar derribó a un gobierno incómodo a Washington y, de paso, avanzó en la destrucción de las colaboraciones la administración de Evo Morales con otros gobiernos progresistas de América Latina, siendo esto también, una agresión sobre esas naciones. Sin duda la más afectada de estas es Cuba.

Para nadie es un secreto que uno de los más cercanos aliados de Evo Morales fue la República cubana. Desde que el indígena Aymara ascendió al poder, convenió con el gobierno de la isla una amplia agenda de colaboración médica. De tal modo, los famosos médicos cubanos arribaron al país sudamericano para brindar atención a poblaciones apartadas, ahí donde la infraestructura boliviana no podía llegar.

Tras el Golpe, el gobierno de facto colocó una diana sobre estas brigadas y disparó una violenta campaña en su contra. Esta ha incluido propaganda sucia en medios de comunicación, hostigamiento y allanamiento ilegal de las viviendas donde han residido los especialistas cubanos.

¿Dónde entra Estados Unidos en todo esto?

Al revisar un reporte del diario digital estadounidense The Real News.com podemos encontrar que desde el año 2008 la embajada de Estados Unidos en Bolivia ha utilizado a ciudadanos estadounidenses para recopilar información sobre las colaboraciones médicas cubanas en ese país.

Según los testimonios, la maniobra fue dirigida por el asesor en seguridad de la sede de Washington en La Paz, Vincent Cooper, quien reclutaba a estadounidenses en el país andino para tareas de espionaje sobre cualquier persona de origen cubano o venezolano en Bolivia.

De tal modo, el Golpe de noviembre de 2019 desató el antiguo deseo estadounidense de ahorcar la presencia cubana en Bolivia.

El bombero Freddy Medinacelli

Para esto, Washington se ha valido de un coronel del Ejército boliviano de nombre Freddy Medinacelli quien, hasta el año 2018, era subdirector de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen de la policía boliviana, la misma que inició el Golpe contra Evo Morales.

Medinacelli ya no tiene cargo en la policía, pero, de algún modo, se convirtió en subdirector de la Unidad de Bomberos en La Paz (o al menos así es presentado por la prensa local).

Todo el mundo sabe a qué se dedica un bombero, ¿cierto? y que su labor es voluntaria. Pero el bombero Medinacelli es un caso especial en el mundo, pues es el único en su oficio que goza de la protección de la policía y el régimen para dirigir cateos y allanamientos armados; en este caso, a los hospedajes de las brigadas médicas cubanas.

Así, a principios de noviembre de 2019, el bombero Medinacelli allanó una casa donde residían trece médicos. Ni la policía, ni nadie metió las manos. Al parecer, bajo el nuevo régimen boliviano es normal que un bombero realice tareas judiciales.

Por supuesto, Medinacelli se dio el lujo de hacer declaraciones a la prensa, a la cual, por alguna razón, no le cayó extrañó que un bombero cateara la vivienda de unos extranjeros, pues no hicieron ninguna pregunta relacionada a esto. Ahí, esta especie de súper-bombero, calificó la residencia como un “búnker de cemento” donde había “yacuzzis” y “documentos sospechosos” los cuales sustrajo y entregó a régimen golpista, según reportó el medio Página 7.

¿Cómo se llega a ser un súper-bombero como Medinacelli?

Si revisamos los antecedentes, encontraremos que las acciones de Medinacelli son un eco de lo dicho por el ex coronel boliviano Julio César Maldonado Leoni, presidente del golpista Comité Militar Nacional, quien propuso acciones contra la Embajada de Cuba y sus funcionarios, e instruyó “infundir miedo y odio hacia los cubanos para que abandonen el país”, según audios revelados por varios medios de prensa como Resumen Latinoamericano, en los cuales se exhiben los presuntos planes para el Golpe contra Evo Morales.

En esos audios también se escucha a los golpistas planear la difusión de una campaña xenofóbica contra Cuba: “Tenemos que decir fuera cubanos, mueran cubanos. (…) Quien gobierna el país son los cubanos”, dijo un militar no identificado.

Pero, sin duda lo más interesante de estos audios es que en ellos se informa que el reconocido líder golpista, Luis Fernando Camacho, “recibe indicaciones” de Rolf A. Olson, jefe político de la Embajada de Estados Unidos en Bolivia.

Y como en política nada es coincidencia –mucho menos en política exterior estadounidense- Olson fue visto merodeando la casa de los médicos cubanos allanada por Medinacelli.

Así, con al menos la anuencia del gobierno de Estados Unidos, el régimen golpista puso fin a la colaboración de  17,684 profesionales de la salud cubanos que han laborado en Bolivia, quienes realizaron más de 73,330 consultas médicas y 1,529,301 intervenciones quirúrgicas.

¿Quién verá ahora por esas familias enfermas? Sin duda no será Rolf Olson, ni Medinacelli o la presidenta de facto, Jeanine Añez.

Cruzada anti-cubana

El asedio de Estados Unidos sobre las brigadas médicas cubanas en Bolivia no es casualidad. El imitador de Donald Trump en Brasil, Jair Bolsonaro, ya se había dado a la tarea de hostigar a más de ocho mil quinientos médicos cubanos, de los más de veinte mil que laboraban en el gigante sudamericano desde el 2013. Les acusó de guerrilleros y, para no echarlos, les prometió que podían quedarse en el país si renunciaban a su misión. Por supuesto, La Habana retiró a sus especialistas. Y más de 113 millones de pacientes –sobre todo indígenas del Amazonas–, se quedaron sin atención sanitaria.

¿Por qué Estados Unidos se interesa en asediar así a las misiones médicas que Cuba tiene por el mundo?

Porque estos convenios le representan a la isla ingresos económicos hasta por 6 mil millones de dólares, según datos oficiales de la isla. Los países pagan por la expertise cubana, cuyas misiones van a donde los médicos locales no quieren o no pueden ir.  Y a veces –sobre todo en países pobres de África y el Caribe–, suele La Habana no cobran ni un peso. Son más de 500 mil médicos repartidos en 67 países. Son más de 36 mil médicos formados por Cuba provenientes de 180 naciones, sobre todo, del tercer mundo.

El asedio de Estados Unidos contra las misiones médicas cubanas comenzó cuando a Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, la USAID, dependiente del Departamento de Estado de EE.UU., puso a Cuba en su “lista negra” de “traficantes de personas” y “trabajo forzoso”. El régimen de Trump cree que la labor de los médicos cubanos en el mundo es un delito, según reveló el periodista Tracey Easton para el portal Cuban Money Project.

Además de Bolivia, se han hostigado a estas misiones en El Salvador, Ecuador, Brasil y Kenia. Al respecto, el presidente cubano, Miguel Díaz Canel, denunció a través de su cuenta de Twitter que Estados Unidos paga hasta tres millones de dólares para perseguir a los médicos de la isla.

«EEUU ofrece hasta tres millones de dólares para perseguir a Cuba por ayudar a salvar vidas en el mundo. Falacias, mentiras, villanía y prepotencia imperial que no entiende de humanos valores. Nuestras misiones médicas son Cuba», dijo.

No obstante, las brigadas médicas cubanas se han vuelto famosas por combatir el ébola en Africa, el cólera en Haití y la ceguera en Latinoamérica. La Brigada Médica “Henry Reeve” salvó a Ecuador del dengue y atendió a miles de personas en desastres naturales en Pakistán, México, Venezuela, Chile, Perú e Indonesia.

Pero Trump y sus seguidores no entienden de humanismo; lo único que saben es hacer la guerra, absurda y criminal.

[sc_fs_faq sc_id=»fs_faql6l9r2o0h» html=»true» headline=»h2″ img=»» question=»¿Qué trabajo hacen las brigadas médicas cubanas en el mundo?» img_alt=»» css_class=»» ]Las brigadas médicas cubanas se han vuelto famosas por combatir el ébola en Africa, el cólera en Haití y la ceguera en Latinoamérica. La Brigada Médica “Henry Reeve” salvó a Ecuador del dengue y atendió a miles de personas en desastres naturales en Pakistán, México, Venezuela, Chile, Perú e Indonesia.[/sc_fs_faq]

Lee también

Trump calculó mal, por Samuel Schmidt

México entre capos y terroristas, por Maritza Félix

Basta de usar palabras que dan miedo, por Agustín Durán

 

Luis Alberto Rodríguez (Tizayuca, México, 1983) es escritor y periodista. Autor de “Oficio rojo” (Revolución, 2014) y Eso que se dice hombre (Desde Abajo, 2023) y co-autor de Memoria contra el olvido (Indesol, 2008). Premio Nacional de Periodismo en derechos humanos. Ha divulgado sus piezas de narrativa, ensayo y poesía en diversas publicaciones, incluida Hispanic LA y la revista El Perro, becada por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Su obra cotidiana puede encontrarse en su blog http://luisalberto.mx/

Comenta aquí / Comment here

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Botón volver arriba

Descubre más desde HispanicLA: la vida latina desde Los Ángeles

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo