Con Trump, nada previsible y todo posible
Tenemos una razón para iniciar el suspiro de alivio. En el enfrentamiento con la realidad, Trump fue el primero en parpadear
Por dos días, un caprichoso Donald Trump se resistió a firmar el paquete de ayuda por el coronavirus aprobado por el Congreso, Donald Trump propiciaba una crisis humanitaria sin precedentes en el país.
Trump caótico
Lo hacía, rechazando con bravuconadas el documento que sus propios enviados habían elaborado siguiendo sus órdenes.
El sábado, decenas de millones de estadounidenses perdieron sus beneficios al expirar la legalidad de los programas de ayuda mientras el presidente saliente se empecinaba en ser todavía relevante, inventaba una excusa para llegar nuevamente a los titulares y en el camino causaba desazón y desesperación incluso entre sus más cercanos allegados en el mundo político.
Pasada la hora del cierre de los diarios y en el silencio de la noche, sin anuncios oficiales ni por supuesto reconocimiento de su error, Trump firmó las dos leyes que le esperaban.
Con ello permitió que siguiese operando el gobierno federal y sus agencias en virtud del presupuesto que así lo dispone. También dejó que se dedicaran fondos para los desocupados y los damnificados por la pandemia, que se financiara la distribución de la vacuna, que el país pudiera seguir en un desesperado intento de volver a la normalidad.
Pese a él.
Trump imprevisible
La de Trump es una presidencia en la cual nada es previsible y todo es posible. Especialmente lo inesperado.
Entonces, ¿por qué firmó las leyes que horas antes definió – con el lenguaje colorido de quien domina una cantidad limitada de palabras – como «una desgracia»?
- Porque no había provecho político en no hacerlo.
2. Porque no firmarla fue un aliciente para que más y más senadores republicanos le den la espalda.
3. Porque lo presionaron el congresista Kevin McCarthy y el senador Lindsay Graham.
4. Porque estamos a poquísimos días de las cruciales elecciones de dos senadores federales en Georgia y su actitud parasitaria e incomprensible arriesgaba la victoria republicana.
5. Porque los republicanos rechazaron su demanda de enviar cheques de dos mil dólares por persona y los demócratas en la Cámara Baja hicieron esa idea suya y están promoviendo una resolución que así lo disponga.
6. Porque le hicieron creer que peligraba su “lugar en la historia”.
El Washington Post explica que un día de jugar golf le llevó a cambiar de opinión. Es, posiblemente, la actividad preferida del hombre, después de hablar en un mitín multitudinario para que le aplaudan.
Poco importan los motivos. Y ese lugar en la historia será indudablemente como el presidente del caos, la división y la corrupción.
Trump parpadea
La aprobación del segundo paquete de ayuda económica ahora es historia. Si bien el ritmo de distribución es mucho más lento que el pretendido, la vacuna contra el COVID se está administrando a millones de estadounidenses. Este año de desgracias está por terminar.
De modo que tenemos una razón para iniciar el suspiro de alivio. En el enfrentamiento con la realidad, Trump fue el primero en parpadear.