Crónicas desde el Hipódromo | Narcoinsurgencia
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Hay que buscar en los principios las respuestas, decía mi maestro de geometría cuando no encontrábamos cómo dibujar algunas de las figuras complicadas que nos pedía en clase.
Hablar de narcotráfico implica a buscar las causas de su existencia. Ubicar a todos los protagonistas, sus necesidades y requerimientos para terminar desentrañando el tiempo y el espacio en el cual han desarrollado sus actividades.
El narco es un círculo claro a la vista de todos, cuyo lado oscuro se ignora y sólo genera rumores o suposiciones.
El mercado allí está y seguirá por siempre, al igual que el producto y el proveedor. El mundo de las adicciones sólo evoluciona pero no desaparece.
Al final todo termina siendo una especie de simulación disfrazada de fenómeno mediático para generar cierto tipo de manipulación. ¿Con qué fines? No lo sé. Cada cabeza es un mundo con un determinado grado de locura.
Los movimientos insurgentes en este país son otra historia aparte y más cuando se habla de las guerrillas que han aparecido en las últimas décadas.
Cada una identificada con una causa particular, pero con el común denominador de calificarse como afines a las causas sociales, las guerrillas terminan por diluirse en la memoria nacional como esas pequeñas molestias a las que no hacemos caso hasta que se vuelven más grandes.
Que si el ejército las ha combatido o está al pendiente de ellas, es algo que también se mueve en el imaginario colectivo.
Nuestros vecinos del norte saben como hacer las cosas cuando se trata de intervenir por cualquier medio, en los asuntos internos de países ajenos al suyo, aunque no sepan donde localizarlo en un mapamundi.
Pero lo mejor es cuando hacen declaraciones incómodas que un día después desestiman.
Joseph W. Westphal, subsecretario del Ejército de Estados Unidos, calificó a los cárteles del narcotráfico de México como una forma de “narcoinsurgencia” que podría tomar el control del gobierno y remató diciendo que la situación puede provocar que Estados Unidos tenga que enviar soldados.
¿Realmente a los narcos les interesa tomar el control del gobierno, cuando uno de nuestros puntos flacos en esta lucha es la pobre o nula investigación en las altas esferas de gobierno?
¿Estaría dispuestos Estados Unidos a intervenir militarmente para luchar contra un posible gobierno apoyado por el narco?
Pretextos sobran, pero estos son directamente proporcionales a la ignorancia.
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