De pronto las corporaciones confrontan la crisis climática, ¿por qué?

El sector corporativo de Estados Unidos está estableciendo y cumpliendo objetivos climáticos y de energía limpia cada vez más ambiciosos. Sin embargo, la dura realidad es que no importa cuán grande sea la la acción corporativa individual, ésta no resolverá la gran crisis climática.

Para evitar los peores impactos del cambio climático, necesitamos políticas públicas que aprovechen el poder de toda la economía para reducir las emisiones, al establecer precios y límites a la contaminación climática.

Las empresas que estén honestamente interesadas en proteger nuestra salud, economía y futuro de los estragos del cambio climático deben unirse a esta discusión de política pública nacional. Necesitamos empresas para liderar y no para seguir al Congreso.

Por esta razón, es una gran noticia que 13 grandes empresas ya se han unido a cuatro organizaciones sin fines de lucro, incluido el Fondo de Defensa Ambiental, para formar el núcleo de un nuevo esfuerzo para impulsar la política climática en el país. La iniciativa CEO Diálogo Climático, involucra a las principales marcas de alimentos, los importantes servicios públicos y una de las compañías de automóviles líderes en la nación. Nuestro objetivo es convertir el poder del mercado como una manera de enfrentar esta crisis.

Juntos, hemos propuesto seis Principios Rectores para la acción federal que se debe realizar en torno al cambio climático. Estos principios se centran en una política de precios del carbono para toda la economía, como la mejor manera de cumplir los objetivos climáticos, e incentivar la innovación y la inversión en tecnologías y soluciones de energía limpia; incluidas las formas de absorber o eliminar la contaminación climática de la atmósfera.

También se destaca la necesidad de establecer objetivos climáticos agresivos y  diseñar políticas que se centren en los resultados, en entregar resultados predecibles, que sean adaptables con el tiempo, promuevan la equidad y no provoquen daño a nuestra economía o la biodiversidad de nuestro país.

¿Por qué los grupos ecologistas celebran el compromiso que estos corporativos tienen para impulsar la acción climática? Porque para promulgar un cambio real, para impulsarlo a través de un Congreso que requiere apoyo bipartidista para aprobar leyes importantes, necesitamos todo el poder político que se pueda obtener. Por supuesto que necesitamos defensores ambientales, como los partidarios del Green New Deal y el 100% de energía limpia. No obstante, también necesitamos grandes voces económicas.

La realidad de la política es que los cambios duraderos y efectivos nacen de amplias coaliciones y necesitamos de ellas no solo para promulgar un cambio, sino también para coadyuvar a evitar que este cambio se vea afectado o dirimido la próxima vez que el péndulo político oscile, como siempre lo hace.

Esta no es la primera vez que las empresas dan el primer paso para ayudar a impulsar una legislación integral sobre el clima. Con el lanzamiento de esta nueva iniciativa, estamos tratando de aprender de la experiencia pasada. Por ejemplo, este grupo está decidido a trabajar con todos aquellos que compartan nuestro objetivo de resolver el desafío climático, y además está comprometido a trabajar con legisladores de ambos lados del pasillo para desarrollar políticas efectivas en lugar de ofrecer una solución predeterminada de política pública.

Los principios rectores proporcionan una base para que las compañías puedan demostrar su apoyo y hacer escuchar su voz respecto a la ambiciosa acción climática en el Capitolio, y el Fondo de Defensa Ambiental continuará trabajando para lograr alcanzar emisiones netas cero.

La herramienta más poderosa con la que cuentan las empresas para combatir el cambio climático es su influencia política. Es grandioso ver a varias de ellas comenzar a usarla.

Estamos buscando que más directores ejecutivos de compañías importantes, que quieran enfrentar una amenaza multimillonaria para nuestra economía y salud pública, se nos unan. Queremos a aquéllos que necesitan adelantarse a la competencia y estar preparados para un panorama de cambio. A quienes tienen que responder a los inversionistas, empleados y clientes que están empezando a exigir una acción climática.

Más que nada, estamos buscando líderes empresariales que quieran decirles a sus nietos que actuaron mientras todavía había tiempo de hacerlo.

Fred Krupp es Presidente del Environmental Defense Fund

Autor

  • Fred Krupp

    Fred Krupp es Presidente del Environmental Defense Fund, Fondo de Defensa del Medio Ambiente. Fred Krupp is the president of Environmental Defense Fund, a United States-based nonprofit environmental advocacy group. Krupp grew up in Verona, New Jersey, and became acquainted with recycling through his father's company, which used old rags to create roofing material.[1] He is a graduate of Yale University with a law degree from the University of Michigan and has taught environmental law at both schools. Prior to joining Environmental Defense Fund, Krupp spent several years in private law practice in New Haven, Connecticut, in several firms: Cooper, Whitney, Cochran & Krupp (1984); partner, Albis & Krupp (1978–1984). During that time he also was founder and general counsel for the Connecticut Fund for the Environment (1978–1984), a leading state environmental group.

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