Doctora advierte: “Vacune a sus hijos de 5 a 11 años”

La situación del COVID-19 parece mejorar semana a semana. Sin duda la mejora está conectada con que 80% de los californianos elegibles para vacunarse ya tienen por lo menos una dosis. Pero un grupo que todavía se encuentra relegado es el de niños de 5 a 11 años en el que solo 33% han recibido una dosis y 26% dos dosis.

Para ayudar a educar sobre la importancia de vacunar a los niños, Ethnic Media Services organizó una conferencia de prensa en la que hicieron presentaciones la Dra. Jennifer Miller, pediatra en East Bay Pedriatics, y el Dr. Sohil Sud, del Departamento de Salud Pública de California. También participaron la Dra. Verónica Kelley, jefa del Servicio de Recuperación de la Salud Mental del Centro de Atención a la Salud del Condado de Orange, y Beth Jarosz, subdirectora de KidsData.

Los chicos que contraen COVID-19 no se enferman con la misma severidad que adultos. Pero como explica la Dra. Jennifer Miller, miles de niños han sido hospitalizados y cientos han muerto.

Aparte, algunos niños experimentan complicaciones. Particularmente preocupante es el Sindrome Inflamatorio de Multisistemas que causa inflamaciones en el corazón, pulmones, riñones, cerebro y ojos.

Aunque estos casos no son frecuentes, afectan desproporcionalmente a comunidades de afroamericanos y latinos que, como recuerda la Dra. Miller, tienen niveles altos de obesidad y enfermedades crónicas.  Por ahora, este síndrome inflamatorio no tiene cura.

Complicando la situación de familias trabajadoras, los niños que se contagian tienen que ausentarse de la escuela y los padres que tienen que quedarse a cuidarlos pierden días de trabajo que afecta especialmente a las familias de bajos recursos. Sumado a esto, muchos de ellos viven en hogares con varias personas, lo que es proclive a la posibilidad de multiplicar los contagios.

La Dra. Miller también recordó que hay niños que experimentan Covid prolongado, una condición en la que se presentan síntomas de confusión, problemas para respirar y fatiga. Y afecta, especialmente, a los adolescentes de mayor edad.

Las dudas de los padres

¿Por qué, entonces, los padres no vacunan a sus hijos?  Si 80% de la población recibió por lo menos una dosis de la vacuna, ¿cómo es posible que solamente 33% de los niños estén vacunados?

La Kaiser Family Foundation hizo una encuesta en febrero que confirma que más de un tercio de los padres, de niños de 5 a 11 años, no piensan vacunar a sus hijos. Otros quieren esperar o vacunarlos solo si es requerido. Una decisión, por cierto, más que problemática y riesgosa.

Para la Dra. Miller, detrás de estos porcentajes decepcionantes está el miedo de algunos padres a que haya consecuencias a largo plazo. Por eso contradictoriamente ellos sí se vacunan, pero dudan cuando se trata de sus hijos.

Detrás de estas dudas está el fantasma de la desinformación. Se dice que la vacuna, a diferencia de otras, fue aprobada a las apuradas sin las salvaguardas necesarias. Que causa infertilidad. Y hasta en un caso al que hizo referencia la Dra. Miller, un paciente suyo comentó que, de acuerdo a lo que había leído, la vacuna podía matar.

Combatiendo la desinformación

Por eso la Dra. Miller hace hincapié en la necesidad de educar. Es la única manera de neutralizar mitos, media verdades, mentiras, que circulan entre la gente y que pueden tener consecuencias serias para la salud de la comunidad.

Para empezar, aclara la Dra. Miller, la vacuna no causa infertilidad. Y por supuesto, nadie muere por vacunarse. En lo que hace a las alegrías, la frecuencia de casos reportados es similar a lo experimentado con otras vacunas.

Hay que aclarar también que si bien la vacuna puede causar efectos secundarios, los beneficios sobrepasan a las incomodidades temporarias, que simplemente consisten en dolores de cabeza, estado febril, etc. Estos efectos secundarios, como con toda vacuna, son una señal positiva de que el cuerpo se está adaptando en el proceso inmunológico.

Cuando todo esto concluya, dice la Dra. Miller, probablemente se va a llegar a la conclusión que todo el proceso relacionado con el estudio, las investigaciones en laboratorios y grupos de control y la aprobación de las vacunas contra el COVID-19 fue uno de los más rigurosos y seguros de las últimas décadas.

Las vacunas son gratis, no se necesita seguranza y no importa si se es ciudadano o inmigrante indocumentado. Es más, se puede obtener fácilmente en farmacias, con el médico o en otros establecimientos de la ciudad.

“Por favor, vacúnese; por favor, vacune a sus niños de 5 a 11 años porque queremos protegerlos y mantenerlos seguros”, dice la Dra. Miller.

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