El azúcar que Castro se llevó

Si Fidel Castro no hubiese ordenado el desmantelamiento del 61% de la industria azucarera y Cuba produjese los seis millones de toneladas (TM) que obtenía como promedio hace medio siglo la isla podría recibir hoy cerca de $4,000 millones sólo con la exportación de azúcar.

¿Por qué tanto dinero?, porque según la Organización Internacional del Azúcar (OIA) el precio mundial promedio del azúcar en 2010 fue de 31.08 centavos la libra –el más alto en 31 años—en New York, principal mercado de azúcar crudo, y siguió subiendo hasta marzo de 2011 para luego disminuir y oscilar ahora entre 24 y 26 centavos la libra.

Sin embargo, el 22 de abril pasado el Ministerio de la Industria Azucarera informó que el volumen de la actual zafra será similar al de 2010, unos 1.1 millones de TM, aproximadamente la misma producción de 1894 cuando Cuba era aún colonia de España, y cinco veces más baja que los 5.1 millones de TM de 1925.

Los motivos del alza

Si a los seis millones de TM les restásemos las 600,000 TM del consumo nacional según cifras oficiales, Cuba habría podido exportar 5.4 millones de TM (cada tonelada es igual a 2,204 libras), que a 31 centavos la libra le habrían reportado $3,700 millones.

El azúcar ha subido de precio por tres factores básicos: 1) problemas climáticos en Brasil, India, Australia, Tailandia y otros grandes exportadores, 2) se dedica más caña a producir etanol, y 3) el consumo mundial ha crecido. Luego de décadas de excedentes, desde 1994 la OIA comenzó a reportar escasez de azúcar, y pronostica que en 2011 la producción global será de 159.9 millones de TM y el consumo de 167.1 millones, para un déficit de 7.2 millones de TM. Con Cuba produciendo 6 millones de TM la escasez mundial no sería tan severa, pero habría déficit igualmente y el precio seguiría elevado.

Suponiendo un costo de producción promedio de 15 centavos la libra de azúcar y un componente importado de un 45% (muy alto) dentro de ese costo, producir y exportar 5.4 millones de toneladas habría significado para Cuba un gasto en divisas de $803 millones, que restados al ingreso bruto por las exportaciones azucareras habrían reportado al país $2,897 millones, cuatro veces lo que aporta el turismo en forma neta.

El gobierno miente

Y en esto del turismo hay que detenerse. La Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) informó en enero pasado que Cuba recibió 2.5 millones de turistas en 2010 que dejaron $2,221 millones de ingresos brutos. Lo que no dijo la ONE fue que entre un 65% y un 70% de ese dinero regresó al extranjero. El gobierno miente cuando dice que más del 60% de los suministros al turismo son de producción nacional, porque para poder generar tales insumos tiene que importar materias primas, tecnología, y casi todo lo que consumen los turistas, incluyendo frutas y verduras frescas desde República Dominicana, pues el país es incapaz de producirlas. Y vuela del país el dinero que se paga a los operadores extranjeros.

Asumiendo un componente importado de un 67% para ofrecer turismo, salieron de Cuba $1,488 millones. O sea, el ingreso neto en 2010 fue de $733 millones. En 1958 Cuba tenía la mayor industria turística del Caribe y República Dominicana apenas recibía turistas. Pero medio siglo después, la industria dominicana del turismo es casi el doble de grande de la cubana y en 2010 recibió 4.1 millones de visitantes que gastaron $4,065 millones y dejaron ingresos netos por $2,212 millones según el gobierno, más del triple de lo captado por la mayor de las Antillas.

Exportador de etanol

Cuba también podría ser un importante exportador de biocombustibles. Si con la mitad de los dos millones de hectáreas de caña que había en 2002 se produjese sólo etanol, con un rendimiento como el de Brasil de 7,500 litros por hectárea la isla podría producir 7,500 millones de litros de etanol, que a $0.90 el litro (precio en 2010) le habrían reportado $6,750 millones.

Brasil, el mayor productor azucarero (30 millones de toneladas anuales), dedicó en 2010 sólo el 39% de la caña para producir azúcar y el otro 61% para etanol, ahora segunda fuente de energía del país por encima de la hidroeléctrica. Pero el comandante en 2004 calificó de “monstruosidad” producir etanol en vez de azúcar.

Además, en asociación con capital extranjero Cuba podría disponer de una gran industria de derivados de la caña para producir y exportar papel, madera de bagazo para la construcción y muebles, electricidad, fertilizantes, medicamentos y alimento animal. Una sólida “industria de la caña” podría generar más de $13,000 millones anuales.

Pero eso es imposible. En una “rabieta” por rendimientos de sólo 31 toneladas de caña por hectárea, comparadas con 90 toneladas en Brasil, en 2002 Castro levantó el teléfono (no convocó ni al Buró Político) y ordenó al general Ulises Rosales, ministro de esa industria, desmantelar 95 de las 156 fábricas azucareras del país en dos etapas (2002 y 2004) y reducir la superficie cañera de 2 millones de hectáreas a 750,000.

Los peores rendimientos del mundo

Vale aclarar que los rendimientos cañeros cubanos, que antes de 1960 eran los más altos de Latinoamérica, ahora son las más bajos del mundo. Según la ONE, el rendimiento promedio entre 2003 y 2009 fue de unas 31-32 TM por hectárea, y en 2010 cayó a 27 toneladas. Australia y Colombia logran 120 toneladas, Perú de 110 a 120 TM, Brasil y Guatemala 78-90 TM y México 75-78 TM, de acuerdo con informes de la Unión Nacional de Cañeros AC-CNPR de México, y el diario “El Comercio” de Lima.

El epitafio de la “masacre” azucarera el dictador lo pronunció por TV: “El azúcar es la ruina del país”, precisamente cuando los precios aumentaban a una tasa del 8.8% anual desde 2000, debido a la escasez. Castro evaporó así dos tercios de la industria que fue azucarera del planeta desde la revolución haitiana a fines del siglo XVIII hasta la segunda mitad del siglo pasado.

Hoy el otrora mayor exportador mundial de azúcar de caña tiene que importarla de Brasil, República Dominicana, Colombia, y hasta del “imperio” para cubrir el consumo nacional y su compromiso de exportar 400,000 TM a China. Sólo 4 centrales dominicanos, La Romana y las tres del Grupo Vicini, pueden producir más azúcar que toda Cuba.

En fin, estamos hablando del azúcar que Castro, y no precisamente el viento, se llevó. Todo esto revela lo bien que dirige la economía cubana el gobierno de los hermanos Castro, que ya avanza hacia su aniversario 53 saboreando “las mieles del poder”, como le reprochara Fidel a Carlos Lage al justificar su destitución.

 

 

Perfil del autor

Roberto Alvarez Quiñones (1941), periodista, economista y licenciado en Historia cubano residente en California, con 40 años de experiencia como columnista en el área económica, primero en Cuba en el periódico “Granma” (1968-1995), y simultáneamente en la Televisión Cubana, donde fue comentarista de economía internacional, desde 1982 a 1992. Profesor de la Facultad de Periodismo de la Universidad de La Habana desde 1982 a 1992.
Llegó a EEUU en 1995, y en 1996 comenzó a trabajar en el diario “La Opinión” de Los Angeles, donde fue editor y columnista de las secciones de Negocios, Latinoamérica, El Mundo, y el suplemento “Tu Casa” (bienes raíces), hasta 2008. Actualmente es analista económico de Telemundo (TV), y escribe columnas y artículos para varios medios en español de EEUU y España. Es autor de 6 libros, 4 publicados en La Habana y 2 en Caracas, Venezuela. Ha recibido 11 premios de periodismo.

4 comentarios

  1. Gracias Alvaro-Quiñones por un artículo que evidencia claramente el estado desastroso de la industria azucarera de Cuba. Fidel Castro y su comitiva de pseudo-expertos han probado una vez más la incompetencia del regimen dictatorial de los hermanos Castros.

    Su artículo ha abierto una luz en el estado actual de esta industria que fue siempre tan importante para nuestro país. . A mi en lo personal su artículo me ha enseñado mucho.. Muchas gracias. Margarita Noguera.

  2. Soy colombiano y al leer este buen ensayo sobre el desastre azucarero de Cuba me explico menos que nunca como hay personas que defienden lo que llaman la revolucion cubana. Las cifras son tan impactantes que hacen incomprensdible la defensa de un regimen asi y del socialismo como sistema politico y economico

  3. Magnifico articulo que muestra la manera catastrofica, desastrosa en que ha manejado la economia cubana el castrismo, y su dictador principal. Con tantos datos, cifras y comparaciones el regimen no tiene defensa posible.

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