El coronavirus: teorías de la conspiración y otras mentiras

Cuando surgió el #COVID19, para mí fue muy interesante leer las opiniones en Facebook, Twitter y en los distintos grupos de WhatsApp a los que pertenezco,  (no estoy en el grupo de las señoras de mi condominio, mi sanidad mental no me lo permite), en relación al origen del virus. Lo cierto es que muchos de los comentarios recogían las distintas teorías conspirativas relacionadas al coronavirus, y notaba que de acuerdo a la ideología o posición política muchos adoptaban tal  o cual teoría. Voy a referirme a dos de las teorías más populares en los grupos de WhatsApp, y a una de las teorías más populares en Facebook.

En primer lugar, quiero mencionar la teoría de que el #COVID19 es un invento de los Estados Unidos para perjudicar a China, esta versión se hizo muy popular entre muchas de  las personas (no todas), con ideología o posiciones políticas de la izquierda continental, para ellas está muy claro que Estados Unidos utilizo esta arma biológica para detener el crecimiento económico de China, sin embrago conforme las semanas fueron avanzando y fue evidente que EEUU fue uno de los países más afectados, entonces el ruido de esta teoría bajo de tono.

En segundo lugar, aquellos que creen que el virus es una creación de un laboratorio en China para perjudicar a Estados Unidos, y finalmente desplazar a esa nación del primer lugar como potencia económica. Esta es una teoría surgida de los sectores  neo conservadores de los EEUU y que se hizo muy popular entre personas con tendencias políticas de derecha en el continente, entre ellas muchas admiradoras del presidente Trump, quien en una conferencia de prensa se refirió al #COVID19 como el “virus chino”, una expresión xenofóbica que ha contribuido al aumento de las agresiones verbales y físicas en contra de personas de origen asiático en EEUU.

En tercer lugar, y quizás la más popular de todas, es que el virus es una invención de Bill Gates, el multimillonario dueño y co-fundador de la compañía Microsoft, esto debido a que en una conferencia TED TALK en la ciudad de San Francisco en el año 2015, el filántropo que ha donado miles de millones de dólares a la ciencia, y la lucha contra el hambre y la pobreza, advirtió que la mayor amenaza para la humanidad no era una guerra nuclear, sino muy probablemente algún tipo de enfermedad infecciosa ocasionada por un virus mortal; para que los lectores de Hispanic LA se den una idea, el video en YouTube donde Gates hace estas declaraciones ha recibido más de 26 millones de visitas en el último mes. 

https://www.youtube.com/watch?v=6Af6b_wyiwI

 

https://www.youtube.com/watch?v=iSB7HT6jvoQ&feature=youtu.be

https://www.youtube.com/watch?v=iSB7HT6jvoQ&feature=youtu.be

En Facebook muchos usuarios circularon la falsa noticia que Gates estaba asociado con el laboratorio farmacéutico de Inglaterra Pirbright Institute, y que en asociación habían conseguido la patente del coronavirus, la teoría implica a Gates como financista del instituto y en querer lucrarse económicamente con la creación de una vacuna para prevenir el contagio del virus. El instituto de Pirbrigth tuvo que aclarar que sus investigaciones no son relacionadas a virus humanos, sino que se enfocan en conseguir una vacuna para prevenir o curar enfermedades respiratorias en animales de granja. 

Es impresionante la cantidad de teorías conspirativas y la información incorrecta  en relación al #COVID19 que han circulado no solo en WhatsApp y Twitter sino también en Facebook donde se calcula que se publicaron miles de posts que contienen información errada y que ha sido leída por millones de personas, lo que llevo al vicepresidente de Facebook, Guy Rosen  a publicar lo siguiente en un blog: 

“Vamos a comenzar a mostrar mensajes en News Feed a las personas que le han dado like, reaccionado o comentado sobre la información errónea sobre COVID19 que hemos eliminado desde entonces. Estos mensajes conectaran a las personas con los mitos de #COVID19 desacreditados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), incluidos los que hemos eliminado de nuestra plataforma por provocar daños físicos inminentes. Queremos conectar a las personas que pueden haber interactuado con información errónea dañina sobre el virus con la verdad de fuentes autorizadas en caso de que vean o escuchen estas afirmaciones nuevamente fuera de Facebook. La gente comenzará a ver estos mensajes en las próximas semanas”.

Al parecer a muchas personas no les importa cuanta evidencia o argumentos científicos se publiquen  que indican que el #COVID19 es una nueva mutación de los coronavirus que ya existían. La actual pandemia es de origen natural y no creación humana ya que las manipulaciones de laboratorios dejan un rastro que los científicos pueden identificar.

Si es cierto que ambas potencias poseen armas bacteriológicas, también es cierto que ambas saben que una guerra bacteriológica es de consecuencias impredecibles. Igual sucede con las armas nucleares, hasta ahora la mejor disuasión de la no utilización de armas nucleares en los conflictos bélicos modernos, es el reconocimiento que de desatarse una guerra nuclear, no quedará mucho para celebrar del lado y lado. 

Uno de los mayores retos después de la pandemia en sí misma, es la desinformación, en parte debido al acceso a las redes sociales que nos ha dado la facilidad de opinar y compartir información, algo que trabajaban en la radio, la televisión o los periódicos impresos, el problema es que ahora cualquiera puede compartir información por las distintas redes sociales, información muchas veces tergiversada o simplemente falsa, que se propaga irónicamente aun más rápido que el mismo virus, este uno de los mayores desafíos de la humanidad, la pandemia de la desinformación, especialmente para las personas pobres, que son las más vulnerables, y tienden a creer mas en posibles soluciones, como remedios caseros de gárgaras con limón, bicarbonato de sodio y agua caliente.

Quienes comparten información incorrecta, sin darse cuenta o sin intención,  están poniendo en más riesgo la salud de muchas personas, especialmente cuando se reenvía información de charlatanes, supuestos doctores e investigadores.

El porqué personas esparcen rumores, noticias falsas, sin tener pruebas científicas a la mano fue objeto de estudio por parte de un  equipo de investigadores, entre los que destacan: Gordon Pennycook, Jonathon McPhetres, Yunhao Zhang & David G. Rand, de la Escuela de Negocios de Hill Levene, el departamento de psicología de la Universidad de Regina. La escuela de negocios, el instituto de datos y estadísticas, el departamento de ciencias cognitivas y del cerebro del Instituto de Tecnología de Massachusetts. En dos estudios en Estados Unidos participaron 1,600 personas de diferentes trasfondos sociales, educativos, económicos, de raza y sexo, así como de ubicación geográfica.  

La principal  conclusión del estudio fue que: “las personas comparten afirmaciones falsas sobre el #COVID19 en parte porque simplemente no piensan lo suficiente sobre si el contenido es o no verdadero al decidir qué compartir en sus redes sociales”.

El estudio 1 indico que los participantes eran muy malos al discernir entre el contenido verdadero y falso para decidir lo que compartirían en las redes sociales cuando se les preguntaba directamente sobre la precisión de la informaciones.  Los participantes que poseían un mayor conocimiento de la ciencia, mostraron un pensamiento más analítico y fueron más exigentes en sus creencias y en compartir información. En el estudio 2, encontraron que un simple recordatorio al comienzo del estudio al pedirle a los participantes que juzgaran la precisión del titular relacionado con el #COVID19, duplicó el nivel del discernimiento de la verdad en las intenciones de compartir la información en las redes sociales de los participantes. El resultado sugiere que motivar a las personas en la precisión o veracidad de la información es una manera simple de mejorar las opciones sobre lo que la gente comparte en las redes sociales.

Por otra parte las plataformas sociales también están tomando algunas medidas que podrían tener un impacto positivo inmediato para detener la gran cantidad de información errónea sobre la actual pandemia del #COVID19. Así que la próxima ocasión que recibas la cadena por WhatsApp acerca de la mejor medicina para prevenir o curar el contagio, o  cuando te llegue por  Twitter o Facebook la más reciente teoría de la conspiración, es mejor preguntarte antes de reenviarlo, sin ni siquiera pensarlo: ¿es esta una información confirmada por fuentes serias y creíbles?

 

 

 

 

Autor

  • Ricardo Corzo Moreno

    Ricardo Corzo Moreno es originario de Venezuela, se radico en Los Ángeles en 1991. Obtuvo una Licenciatura en Teología en el Seminario Teológico Latinoamericano, en la ciudad de La Puente, California (1999), y una Maestría en Divinidades en el Seminario Teológico de San Francisco hoy Escuela Graduada de Teología de la Universidad de Reedlands en California. (2002). Corzo obtuvo un certificado en Liderazgo Cívico y fue un académico becado del centro Cecil. L. Murray del Departamento de Religión y Cultura, de la Facultad de Artes y Letras de la Universidad del sur de California (2012). Obtuvo Diplomados en: Gerencia Pública y Gobernabilidad Democrática en la Universidad Católica Andrés Bello en Caracas en conjunción con la Universidad de Notre Dame en Indiana y el Centro Internacional Wilson en Washington DC. (2021). Diplomacia y Relaciones Internacionales en la misma universidad (UCAB 2024). Moreno regreso en el 2015 desde Los Ángeles a su país natal Venezuela, y se radico en la ciudad capital Caracas, donde se desempeñó como Director General para América del Norte, en la cancillería venezolana hasta el 2017. Desde el 2018 Ricardo se desempeña como consultor estratégico en temas sociales, políticos y religiosos tanto de los Estados Unidos como de Venezuela. Ricardo escribe artículos de opinión para Hispanic LA y es un invitado frecuente para análisis internacionales por la cadena Unión Radio de Venezuela y la cadena televisiva IVC Internacional.

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Un comentario

  1. Muy acertada tu apreciación, y en efecto las dos principales teorías conspirativas son de que fue fabricado por China o por EEUU. Sería importante evaluar cuál es la estrategia mediática al arremeter contra la Harvard y el escándalo de espionaje precisamente relacionados al estudio o desarrollo de dicho virus, se involucran chinos y estadounidenses. De eso derivaría una tercera teoría: Habría estado siendo desarrollado en conjunto hasta que una de las partes no quiso continuar pero la otra sí. Está la otra teoría de que el virus surgió espontáneamente, habría que revisar bien la fundamentación científica y el por qué se contagia directamente por mucosas faciales de esta forma prohibiendo que dos seres humanos se acerquen, con especial daño a personas con inmunodeficiencia como adultos mayores, entre otros. Al final del camino, se impone una reflexión mundial: Cambiar el formato de investigaciones en laboratorios, el estudio y desarrollo de virus, y evaluar si existe la suficiente supervisión y transparencia internacional para que toda la comunidad mundial pueda saber qué estudian, desarrollan y cuál es el objetivo.

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