El futuro del Covid-19 en Estados Unidos

Entre el racismo sanitario, el relajamiento colectivo y la falta de políticas públicas sustentables

La primera conferencia de prensa de 2023 organizada por Ethnic Media Services (EMS), abordó un tema de crucial importancia para el futuro inmediato de la salud estadounidense y global. Bajo el título “El futuro del Covid: ¿Cómo debe tomarse la pandemia de ahora en adelante?”, la charla contó con cuatro expertos en el tema: el doctor Ben Neuman, virólogo jefe de la Global Health Research Complex, Texas; el doctor Oliver Brooks, director médico de Home Health Care, de Los Ángeles; la directora de Políticas de Salud Pública del Center For American Progress, Jill Rosenthal y la investigadora Sophia Tan, de la Universidad de California.

“El Covid-19 se declaró en marzo del 2020… ¿A dónde estamos ahora, casi 3 años después? ¿Se puede decir que la pandemia ha terminado, o estamos en una nueva etapa de algo más largo y, de momento, impredecible? La nueva subvariante de Ómicron, la XBB.1.5, involucra el 40 por ciento de las infecciones de los Estados Unidos; mucho más frecuente en la Costa Oeste con un 75% de los infectados», dijo Sandy Close, fundadora de EMS, al abrir el encuentro. «¿Qué debemos hacer? ¿Cómo debemos tomarnos el Covid-19 de ahora en adelante? ¿Cuáles serán los desafíos en vacunación cuando la emergencia pública sanitaria termine y los medicamentos como el Paxlovid dejen de ser gratuitos o ya no estén subvencionados?”

Tiempo de actualizar la cepa de la vacuna

 “Es importante recordar que el Covid-19 fue la tercera causa de muerte en 2020, 2021 y 2022 en el país; así que quienes dicen que el covid ha terminado, está mal informado», señaló el doctor Ben Neuman. «Sobre todo, teniendo en cuenta que los casos están subiendo y que la variante XBB. 1.5 está siendo líder”.

Para que no quedaran dudas, el virólogo describió algunas características de la subvariante.

“Tiene una afinidad muy grande para con los receptores de nuestros pulmones, a diferencia de otras cepas de las cuales evolucionó. Cuando el Ómicron empezó a derrocar a las otras variantes, tenía 7 u 8 mutaciones, contrastando con las variantes que estaban viéndose en esos momentos. Pero la XBB. 1.5 es un paso evolutivo mayor. Y parece que ese es su destino genético, prevalecer. Es muy infecciosa y está sobrepasando algunos componentes de la inmunidad”.

Respecto a la vacunación, Neuman resaltó que “hay múltiples problemas con la XBB, y una de ellas es la baja tasa de vacunación. Ahora estamos en sólo el 15% de la población. La nueva vacuna Bivalente de Pfizer, ha sido aprobada para menores de 5 años, pero no se están dando la vacuna. La vacuna Vaccine da alguna protección también, pero no muy buena contra la subvariante. En una palabra, es tiempo de actualizar la cepa de la vacuna”.

La falta de políticas públicas más contundentes, constituyen otro problema. Y a este respecto, Neuman subrayó que “desafortunadamente, la  FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos) no se ha reunido en 7 meses para discutir el Covid-19; mientras que la Organización Mundial de la Salud no ha hecho ningún anuncio acerca de la XBB en dos meses. Tanto a nivel individual como colectivo y administrativo, no le estamos prestando atención a la pandemia. Si bien esta variante se detectó en la India, es un error pensar la pandemia en término de un país. De hecho, la subvariante ya se registró en muchos países y se está multiplicando».

Respecto a la realidad hospitalaria, el virólogo de Texas afirmó que “de momento estamos bien, pero los casos de XBB.1.5 están subiendo. Y si no se hace nada para frenar esta variante, vamos a estar en un 100 por ciento de internación muy pronto. En cuanto a los fabricantes de vacunas, se reunieron para discutir al respecto y llegaron a la conclusión de que no se puede esperar un año más. La vacuna debe ser actualizada inmediatamente. Pareciera que hemos recibido inmunidad completa, pero no es así”.

Llegó el turno de las preguntas de los periodistas participantes del evento. Estas fueron las más importantes.

-¿Es importante la restricción de viajes para la prevención de la subvariante?

-No. Y de hecho, no ha habido un gran efecto contra el covid con las restricciones de viajes. Países como China y Corea del Norte, que han sido tan estrictos en ese punto, han tenido los mismos virus y se han multiplicado con la misma rapidez que aquí. Las prohibiciones de viaje son herramientas políticas y no sanitarias; ya que no hay muchos efectos concretos en contra del virus,

-¿Qué podemos decir, por el momento, sobre la inmunidad de rebaño?

-Las personas que han tenido Ómicron, no necesariamente van a tener mucho tiempo de inmunidad a largo plazo con una subvariante tan potente como la BBX.1.5. Por eso hay que darse de manera urgente la última dosis, que si bien no asegura la inmunidad total, disminuye notoriamente la propagación y los contagios.

“Tanto a nivel individual como colectivo y administrativo, no le estamos prestando atención a la pandemia. Si bien esta variante (BBX.1.5) se detectó en la India, es un error pensar la pandemia en término de un país. De hecho, la subvariante ya se registró en muchos países y se está multiplicando”, advirtió el virólogo Ben Neuman.

Racismo institucional y sanitario

Por su parte, el doctor Oliver Brooks, inició su charla explicando la diferencia entre “pandemia” y “endemia”.

”Cuando hablamos de algo endémico, estamos hablando de una infección que está circulando en una comunidad pequeña y que no interrumpe nuestro día a día. Y yo creo que, de alguna manera, la aparición de Ómicron XBB.1.5 ahora sí lo está interrumpiendo. Mientras más personas estén vacunadas, habrá menos probabilidades de contagio. Y la única razón por la cual hay contagio, es porque las subvariantes pueden evadir el sistema inmunológico y tienen más resistencia a la vacuna. Así que necesitamos seguir haciendo pruebas a todo el mundo que tiene síntomas. A un niño que tiene tos o mocos, yo le hago la prueba. El doctor Newman dijo, correctamente, que la vacuna Bivalente respondió bien con respecto a algunas variantes, pero no a otras. Hoy, solo el 15 por ciento de la población ha recibido el segundo refuerzo. Probablemente aparezcan otras variantes en la primavera, y de ser así, esperamos que sea menos dañina.  La gente se ha relajado mucho y ya no se toma en serio al covid. Nos estamos volviendo complacientes y tenemos que dejar de serlo. ¿Necesitamos que mueran un millón de personas más en el mundo para dejar de ser complacientes?”

Las siguientes fueron algunas de las preguntas que se articularon:

-¿Qué nos puede decir del Paxlovid, el medicamento de los laboratorios Pfizer contra el covid?

-Paxlovid parece funcionar todavía bastante bien, incluso con esta variante en particular y en aquellas personas de alto riesgo para contraer enfermedades severas. Además, parece ser adecuada para mayores de 65 años o personas con problemas de diabetes, obesidad o trasplantadas…

-Un estudio de Kaiser demuestra que los estadounidenses negros recibieron menos tratamiento de Paxlovid que el resto…

-Los estadounidenses negros reciben menos tratamientos en general, y no sólo de Paxlovid, cuando tienen problemas en las arterias coronarias. Hay racismo institucional y eso afecta los resultados en la salud. Mi mayor temor es el covid a largo plazo; porque uno puede salir bien parado en el presente pero enfermarse más adelante. Aunque si está vacunado con todas las dosis, esas probabilidades disminuyen; sobre todo si no contrajo al covid o, al menos, no lo contrajo de modo grave. El refuerzo de la vacuna ayuda a combatir esta subvariante. Confianza, conveniencia y confianza son las tres “C” que debemos tener en cuenta todo el tiempo a la hora de vacunarnos.

“Los americanos negros reciben menos tratamientos en general, y no sólo de Paxlovid. Hay racismo institucional y eso afecta los resultados en la salud. Y mi mayor temor es el covid a largo plazo”, sentenció el doctor Oliver Brooks.

 Impacto desproporcionado del covid en comunidades vulnerables

La doctora Jill Rosenthal, directora de Políticas de Salud Pública del Center For American Progress, se preguntó qué va a suceder una vez que la emergencia de salud pública termine y la prueba de covid ya no sea gratuita ni subsidiada.

“Como sabemos, el covid es impredecible», dijo la doctora Rosenthal. «Ahora estamos atravesando un pico de invierno y al mismo tiempo, estamos bajando el subsidio federal para el tratamiento de la enfermedad, las pruebas y la vacunación. Queremos creer que la pandemia se terminó pero no es así. En marzo del 2021, la administración del “American Rescue Plan” (Ley de “Plan de Rescate Estadounidense”) ha decidido bajar el presupuesto de las vacunas. Y esto no nos prepara lo suficiente para lo que viene. Cuando fue desarrollada la vacuna, para poder proveer suficientes dosis para la población, la Casa Blanca tuvo que recurrir a otras áreas para obtener financiación. Hoy ya no es así. Como resultado, hemos visto una gran disminución de recursos para hacerse la prueba en casa, hay menos tapabocas en los suministros nacionales y falta de apoyo para el tratamiento. En síntesis, la financiación, cobertura y tratamiento para la gente que no tiene seguro médico se terminó en abril del año pasado. Eso significa que algunos miembros de la comunidad ya no tienen cómo hacerse las pruebas en clínicas”.

Respecto al futuro próximo, Rosenthal subrayó que “las personas tendrán que costearse de su propio bolsillo los tests, tratamientos y vacunas. Y esto es una amenaza para la gente de bajos recursos y las personas que no tienen seguro médico. La vacuna va a seguir siendo gratis para la gente que tiene seguro médico incluso durante el final de la emergencia. Pero a quienes no tienen seguro médico, van a cobrarle la mitad o la vacuna completa; unos cientos de dólares. Y esto es, evidentemente, una barrera, ya que estamos moviéndonos hacia la comercialización. Necesitamos respuestas inmediatas para la gente que no tiene seguro, de cara al final de la emergencia de la salud pública. Esto es algo muy preocupante”.

Respecto al tema del “racismo sanitario”, tocado por el doctor Brooks, Rosenthal amplió el concepto.

“Habíamos cerrado la brecha en las disparidades de la vacuna, pero los números de noviembre las han vuelto a abrir. Y las estadísticas muestran que las personas blancas que recibieron la vacuna, son el doble de las personas latinas o negras, y más del doble si son nativos», dijo Rosenthal. «En octubre, sabíamos que las personas con refuerzo, tenían 18 veces menos posibilidades de morir. Tener la vacuna es lo más importante, y con esta falta de presupuesto esto va a empeorar. Hay brechas regionales y étnicas en tratamientos contra el covid. Quiero decir que hay un impacto desproporcionado de covid a las comunidades más vulnerables, como el de las mujeres latinas, personas transgénero, adultos mayores negros y latinos o personas que no tienen estudios secundarios. Tener tasas más altas de covid en esas comunidades, es tenerlas a largo plazo en todo el país. Necesitamos financiación pública y tenemos que continuar investigando. Es necesario financiar las investigaciones para desarrollar nuevas vacunas. Tenemos que seguir rastreando la enfermedad para tener números concretos de tasas de personas enfermas y apoyar los esfuerzos nacionales y globales de vacunación porque el covid viaja”.

Y Jill Rosenthal cerró su charla refiriéndose a la incidencia (o falta de incidencia) del Estado en este punto.

“Soy un poco pesimista con respecto a lo que se puede hacer. Creo que no va a pasar nada en el Congreso en el futuro, y que el Gobierno Federal sólo buscará asociaciones públicas o privadas para los tratamientos. El nuevo presupuesto permite quitarle a las personas el seguro médico en el primer trimestre del año», afirmó la doctora Rosenthal. Hay estados que quieren extender la cobertura a personas vulnerables y otros están viendo cómo se pueden inscribir las personas en los planes más baratos, como Oregon o California. Es muy peligroso no tener un compromiso federal ante la pandemia”

“Soy un poco pesimista con respecto al futuro. Creo que no va a pasar nada en el Congreso y que el Gobierno Federal sólo buscará asociaciones públicas o privadas para los tratamientos. Es muy peligroso no tener un compromiso federal ante la pandemia”, dijo la doctora Jill Rosenthal

El covid en las cárceles de California

 Finalmente, la investigadora Sophia Tan, habló sobre las personas infectadas en el sistema de prisión de California.

“Con el aumento de subvariantes más contagiosas como Ómicron, ha habido casos más frecuentes en grupos de personas vacunadas y también no vacunadas dentro de las cárceles», recordó Tan. «¿Cómo se previene la futura transmisión?  Las personas encarceladas han tenido un índice más alto de infección y transmisión en todo el país, y la idea es pensar soluciones que apoyen la salud en esos contextos”.

Respecto a los datos concretos de la investigación que llevó a cabo con su grupo, Tan comentó que “desde diciembre de 2021 a mayo de 2022, identificamos residentes que tuvieron una prueba positiva de covid, y rastreamos los contactos estrechos durante dos semanas para ver quién daba positivo y quién negativo. Tuvimos un sentido global de los infectados y de los casos secundarios. Encontramos que, en los residentes que tenían colocada cualquier tipo de vacuna, las probabilidades de infección eran de apenas un 22 por ciento. También descubrimos que hubo residentes que tenían las dos vacunas y habían tenido el covid, y tenían un 40 por ciento de probabilidades de no reinfectarse. La conclusión de este estudio es que las vacunas ¡disminuyen, además, las probabilidades de que las personas encarceladas se infecten con la variante Ómicron. Pero también que la población encarcelada está en riesgo, y debemos preguntarnos qué podemos hacer para aumentar el número de vacunas para cubrir esa población. Y también, por posibles mejoras ante los contagios, ya que muchas de las infecciones fueron traídas desde afuera por el personal que trabaja en el presidio. Por lo tanto, el alto índice de vacunación es muy importante tanto en las personas encarceladas como en los trabajadores del presidio”.

“La población encarcelada está en riesgo; y debemos preguntarnos qué podemos hacer para aumentar el número de vacunas para cubrir esa población. Y también, por posibles mejoras ante los contagios, ya que muchas de las infecciones fueron traídas desde afuera por el personal que trabaja en el presidio”, explicó Sophia Tan.

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