La Fundación James Irvine premió a líderes comunitarias
Cada año, la Fundación James Irvine premia a líderes de organizaciones sin fines de lucro que transforman el futuro de California. Desde abordar la justicia ambiental hasta mejorar la salud materna, agentes sociales están impulsando soluciones innovadoras para los desafíos más difíciles del estado. La organización de cada beneficiario recibirá una subvención de 350 mil dólares para apuntalar su trabajo social.
En una conferencia especial de Ethnic Media Services (EMS) del jueves 20 de febrero, quienes fueron premiados este año hablaron sobre los problemas específicos que abordan sus organizaciones, el poder y el impacto del liderazgo comunitario, especialmente de las mujeres, en tiempos de desafíos sociales y políticos.
La anfitriona fue Sandy Close, editora de EMS, dio la bienvenida y presentó a Nayamin Martínez, Directora Ejecutiva de la Central California Environmental Justice Network con sede en Fresno, donde trabaja para apoyar a las personas que son desproporcionadamente afectadas por la contaminación del aire y del agua, la exposición a pesticidas y el calor extremo. “Su trabajo ha logrado victorias políticas significativas, incluyendo el primer sistema estatal de notificación de pesticidas en California y la prohibición de la perforación de petróleo cerca de áreas pobladas”, resaltó Sandy Close.
Cuando intentan oprimirte, te dan más fuerza
En tanto, Nayamin Martínez, sobre su historia de luchas, comentó: “Soy una inmigrante mexicana muy orgullosa. Algo que ahora se ve como negativo, pero estoy muy orgullosa de quién soy. He vivido en Fresno, California, casi 25 años, y desde que llegué trabajo en ayudar a las comunidades inmigrantes, especialmente a los trabajadores del campo, para quienes el inglés es nuestro segundo o tercer idioma. En aquellos tiempos, cuando comencé a trabajar me involucré en la reubicación de más de 40 familias oaxaqueñas que vivían cerca de un sitio de súper contaminación donde Chevron había estado envenenando la tierra donde se encontraban sus casas móviles. Y en estos 25 años, esa ha sido mi pasión: trabajar con inmigrantes, ellos se convirtieron en mi familia, y por eso para mí no es solo un trabajo, es una pasión, es una meta personal y también es un estilo de vida”.
Sandy Close preguntó por algún ejemplo de cambio que su organización haya logrado, y Martínez respondió: “Recientemente fui parte del grupo de trabajo de Manejo Sostenible de Plagas que redactó un plan que llevará a California a reducir el uso de pesticidas en un 80 por ciento en los próximos 20 años. Y creo que ese es un logro muy importante aquí en nuestro valle. Y también estamos trabajando para proporcionar soluciones a corto plazo a estos problemas ambientales. Hemos podido proporcionar filtros gratuitos para comunidades que tienen contaminación del agua y proporcionar purificadores de aire a aquellos afectados por el humo de los incendios forestales”.
Luego la moderadora preguntó cómo está afectada su organización por las nuevas políticas del gobierno de Donald Trump, a lo que Martínez respondió: “El miedo a las redadas es la principal preocupación, y está causando que las personas no puedan presentarse a trabajar, disminuyendo sus ingresos, está causando incertidumbre de si me van a deportar, qué va a pasar con mis hijos, y también se discuten incluso los impactos económicos para los agricultores que ni siquiera tienen suficiente mano de obra en este momento, cuando, por ejemplo, ahora es temporada alta de cítricos”. En cuanto a su organización en especial, dijo: “Pensamos que vamos a ser un objetivo de los ataques. Pero cuando alguien intenta oprimirte, te da más fuerza. Me frustro, y cuando me frustro, soy testaruda, así que voy a ser como esa pequeña piedra en tu zapato. No me voy a ir, incluso si esta administración nos corta fondos y otras cosas para tratar de asustarnos o callarnos”.
Luego Sandy Close preguntó por California, que pasó por una poderosa época antiinmigrante en los años 90 y de alguna manera logró salir adelante como un estado muy pro inmigrante. Ante esta reflexión, Martínez agregó: “Creo que somos muy privilegiados de vivir en California. Definitivamente, a nivel estatal, están haciendo muchos esfuerzos para proteger a nuestras comunidades inmigrantes. Me siento esperanzada, porque veo que podemos convertirnos en aliados más fuertes con otras minorías que también están siendo atacadas. Así que somos más fuertes juntos”.
Somos parte de la naturaleza
Luego fue el turno de la doctora Cutcha Risling Baldi, codirectora del Rote Dalagur Food Sovereignty Lab y el Traditional Ecological Knowledges Institute en Cal Poly Humboldt, donde asesora a estudiantes en proyectos que promueven la soberanía indígena en las esferas de la ecología, la alimentación e incluso la cultura.
Ella empezó refiriéndose a su historia de vida: “Soy Hoopa, Yurok y Kaduuk, y estoy inscrita en la tribu Hoopa Valley. Esas son tres de las tribus más grandes de California. Aparte de eso, vivo en territorio Wiyot, o en el país de los Wiyot, con las tribus de esta región, que incluyen la tribu Wiyot, la Bear River Rancheria y la Blue Lake Ranchería, en el norte de California, desde lo que se llama Gudini, o entre los árboles rojos en el territorio Wiyot, también conocido actualmente como Arcata, California, muy al norte en la costa”.
Sobre la historia de estas comunidades de pueblos originarios o primeras naciones, ella contó: “No tuvimos una gran afluencia de occidentales o colonos hasta 1849, con la fiebre del oro. Así que, a diferencia de otras partes de Estados Unidos o incluso de California, tuvimos un largo período de tiempo en el que seguimos ejerciendo y trabajando a través de nuestras formas culturales de hacer las cosas, nuestras formas de vivir. Otra cosa es que muchos de nosotros seguimos en nuestros territorios aborígenes, así que nunca hemos sido desplazados, lo que significa que tenemos conexiones ininterrumpidas con nuestros conocimientos y nuestras tierras. Hablamos de nuestros conocimientos indígenas, nuestra ciencia indígena, como algo muy, muy antiguo. Siempre le explico a la gente que hablamos de tener miles y miles de años de experimentación científica, observación y conocimiento de un lugar, comenzamos desde ahí en términos de nuestro entendimiento de lo que significa construir este lugar para el futuro, lo que significa abordar problemas continuos, lo que significa construir resiliencia climática”.
“Somos botánicos, somos biólogos, somos ecologistas, somos personas que entendemos el conocimiento a largo plazo sobre lo que el mundo ha sido, lo que podría ser y lo que necesitamos construir para el futuro”, enfatizó.
En otro momento, Risling Baldi remarcó: “Nuestro conocimiento dice que los humanos son parte de la naturaleza, y uno de nuestros trabajos es pensar en total, en cómo funciona el ecosistema en su conjunto, y necesitamos construir un mundo donde todos puedan respirar y todos puedan beber el agua, y todos tengan lo que necesitan para sentirse bien en este lugar. Y eso es posible, y los pueblos indígenas saben que es posible porque vivimos ese mundo antes de la colonización. Así que podemos decirte cómo se ve cuando todos tienen una casa, cuando todos tienen la comida que necesitan, cuando todos se sienten bien con la manera en que viven juntos. Y sabemos que eso proviene de una conexión que puedes tener con cómo trabajas con la tierra en una relación, más que solo como un recurso”.
Consultada sobre los problemas que trae para las comunidades indígenas la nueva política del presidente Trump, ella respondió: “He estado hablando con algunos de mis ancianos, porque creo que dependo mucho de su perspectiva de lugar y tiempo, y me recuerdan lo largo que ha sido el proceso de los pueblos indígenas al navegar un sistema de gobierno federal que ha intentado controlarnos, borrarnos, disminuirnos y separarnos. Y ellos me recuerdan todo el tiempo que debemos recordar que nuestros ancestros vivieron a través de tiempos como este, cuando se sentía oscuro y pesado, como si siempre fuera a ser así, hicieron lo que pudieron para pensar en las generaciones futuras. Y así, cuando les hablaba sobre lo que está sucediendo ahora, mis ancianos me dijeron que los pueblos indígenas decimos no. Eso es lo que has escrito en tu orden, vamos a rechazarlo educadamente porque sabemos lo que es importante. Continuaremos. Construiremos nuestra resiliencia y nuestra resistencia. Y creo que lo más importante de este momento para nosotros es que seguimos haciendo nuestro trabajo que viene del cuidado comunitario, que podemos cuidar unos de otros, que podemos construir cosas unos con otros”.
Las mujeres lideran el esfuerzo
Luego fue el turno de Helen Torres, directora ejecutiva de HOPE (Organización para la Igualdad Política), quien compartió cómo su pasión por el liderazgo y la participación cívica proviene de su experiencia personal como hija de una madre puertorriqueña que luchó con el sistema educativo y de salud en Detroit. Su motivación radica en evitar que otras Latinas enfrenten las mismas injusticias que su madre. En su trabajo, Hope promueve la equidad económica y política para las Latinas, con un enfoque en el desarrollo del liderazgo y la participación cívica. Torres también destacó la importancia de visibilizar a las mujeres que siempre han estado al frente del cambio, aunque a menudo no hayan recibido el reconocimiento que merecen.
“Siempre hemos estado aquí, pero nunca hemos recibido reconocimientos. Y a través de la Fundación James Irvine, esta es una oportunidad para resaltar a una serie de mujeres líderes de diferentes orígenes. California está formada por un 20 por ciento de población latina, y aún seguimos enfrentando disparidades increíbles cuando se trata de la equidad salarial, la adquisición de riqueza, los resultados de salud y la representación en liderazgo”, remarcó.
Y finalizó con un reconocimiento a las mujeres: “¿Cómo aseguramos el alimento en las mesas para proteger nuestra democracia? Yo creo que las mujeres van a liderar ese esfuerzo, y ya lo están haciendo”.
Finalmente, Cindy Downing funcionaria de The James Irvine Foundation, en coincidencia con Helen Torres, destacó el impacto de los premios otorgados a estas líderes comunitarias. Subrayó que este es el segundo año consecutivo en que todas las galardonadas fueron mujeres, lo que refleja cómo las mujeres están liderando el cambio, a menudo sin el reconocimiento adecuado. Además, resaltó la importancia de reconocer a aquellos líderes locales que están marcando una diferencia significativa a nivel comunitario. La Fundación también proporcionó un financiamiento significativo a los galardonados y una plataforma para amplificar sus trabajos.
Y concluyó con un llamado: “Por favor, continúen, ha sido un honor que el programa de premios reconoce a líderes que enfrentan los desafíos más críticos de California con soluciones innovadoras que ayudan a construir un futuro mejor para nuestro estado. Este año, también estamos muy orgullosos de reconocer a Stacey Smith de la Iniciativa de Inclusión Annenberg, a Shantae Davies Ball del Black Wellness and Prosperity Center, y a Sky Patrick de la Biblioteca del Condado de Los Ángeles. Ellas son las otras tres galardonadas que completan esta increíble cohorte de mujeres este año, y colectivamente, estas maravillosas líderes realmente están abordando los desafíos significativos de la incertidumbre económica, las inequidades sociales y la búsqueda de un futuro más inclusivo. Podría parecer que los tiempos son bastante desalentadores, pero en este grupo vemos tanta esperanza, tanta resiliencia, y seguimos viendo lo que sucede cuando las personas se levantan con soluciones audaces y un compromiso inquebrantable”.