No a la destitución de Gavin Newsom

Los traspiés políticos de Newsom no ameritan su destitución, y las familias latinas inmigrantes y trabajadoras en todo el estado tienen mucho que perder

Este 14 de septiembre los votantes de California de todos los colores políticos tendremos que tomar la decisión sobre si destituir o no al actual gobernador Gavin Newsom. En la revocatoria participan 46 candidatos de distintos partidos políticos, incluyendo a nueve  candidatos demócratas.

Diversas publicaciones han denunciado este viejo sistema de revocacion implementado por primera vez en 1911 en California, o sea, con mas de 100 años de existencia. Se convirtió en una herramienta obsoleta e injusta, que permite que un pequeño segmento del electorado decida tanto la destitución como al reemplazante.

De acuerdo con un editorial del Los Angeles Times, en muchos estados se requiere las firmas del 25% del electorado que votó en las últimas elecciones. Pero en California solo se require el 12% de las firmas para calificar la revocacion.

Los traspiés políticos de Newsom no ameritan su destitución. Fue incorrecto aparecer en un evento sin mascarilla. No ha habido una clara política sobre el problema de los desamparados en California, y el escándalo generado por el billonario fraude contra los beneficios del desempleo.

Pero comparando su gestión con la de los gobernadores republicanos de Florida y Texas, Newsom ha sido hábil y capaz de lidiar con los retos de la pandemia, y su última versión, la variante Delta. Con el aumento de la vacunación y el mandato de las autoridades locales de usar mascarillas, ha bajado el porcentaje de contagios y muertes.

Pero republicanos afiliados a las ideas del expresidente Donald Trump han visto el “talón de Aquiles” que representa esta revocatoria. Hay cinco candidatos de dicho partido compitiendo por ganar el primer puesto en la elección.

Un triunfo del sí en esta revocatoria tendrá repercusiones para las elecciones de medio termino en 2022. Incrementa las posibilidades de que los demócratas pierdan la mayoría la Cámara de Representantes a favor de los republicanos y la misma presidencia de la nacion en noviembre del 2024. Todo porque los republicanos resultarían fortalecidos por ganar la gobernatura de California por el obsoleto sistema de “recall” actual.

Los números favorecen a Newsom, de los 22 millones de votantes registrados, cerca de 10.5 millones son democratas contra unos 5.5 millones de republicanos. A esto le agregamos los que no tienen preferencia de partido y los independientes que suman otros 5 millones de votantes.

La clave de dichos números, es que los votantes democratas voten o envien sus papeletas tan pronto las reciban y voten por el no, que es la primera pregunta de la papeleta electoral. Si un votante quiere votar no contra la revocatoria y sin embargo escoger un candidato, la recomendación es que seleccione al demócrata Kevin Paffrath, el mejor posicionado para suceder a Newson en caso de perder la revocatoria.

Finalmente, las familias latinas inmigrantes y trabajadoras en todo el estado tienen mucho que perder. Un gobernador republicano revertiría las políticas públicas del estado en materia de la salud, economía, el cambio climático, los derechos de los inmigrantes, el derecho al aborto y los derechos de las comunidades LGBTQ de California.

Asimismo, las decisiones difíciles del confinamiento tuvieron su impacto en los pequeños negocios y en las economías familiares, pero salvaron vidas y evitaron la propagación de la pandemia. Y la economia de California, la quinta más importante del mundo, va en franca recuperación.

No permitamos que la apatía, la ignorancia, la desinformación, o la simple descalificación de Newsom nos conduzca a un remedio que sería peor que la enfermedad.

Newsom debe continuar en el cargo para el beneficio de todos los californianos, ya que con el triunfo del no salvaremos a la oficina del Gobernador.

Como estableció en su editorial del 3 de agosto, el Los Angeles Times sobre la revocatoria: “En este 2021, los votantes necesitan protección frente a demagogos, candidatos descabellados y un partido político marginado que no puede ganar legítimamente en las elecciones ordinarias y recurre a la explotación de esta ley obsoleta para hacerse con el poder de forma injusta.”

Ahora, los votantes tenemos la palabra. El llamado es a votar no este 14 de septiembre y hacer historia en el estado de California.

Francisco Rivera es un escritor independiente y miembro de la Coalición por los Derechos Plenos de los Inmigrantes de Los Angeles, California. Es colaborador de hispanicla.com.

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