Picardía mexicana parte II
Picardía mexicana. El tema no se agota, por el contrario, crece y se enriquece y está en todas partes. Surgida de la esencia del vivir nocturno de salones de baile, cabarets, cantinas, pulquerías, prostíbulos, hoteles de paso y hasta mingitorios de estaciones de trenes y autobuses del México de mediados del siglo XX, la picardía mexicana es una tradición viva que se ha perpetuado en el gusto de millones, dentro y fuera de las fronteras de ese país.
El maestro Jiménez
Como se sabe, gran parte de la picardía mexicana fue recopilada por el maestro Armando Jiménez en sus recorridos por esos lugares, en una misión cultural que comenzó cuando apenas tenía 18 años. Armado con una cámara, una libreta de apuntes y lápices, Jiménez comenzó su obra tomando fotografías del exterior e interior de cuanto establecimiento podía.
Conversaba con los dueños, los encargados, consumidores, parroquianos y vecinos, reuniendo innumerables expedientes que han quedado plasmados en sus múltiples ediciones de “Picardía mexicana”, hoy parte muy importante de la literatura popular nacional.
Jiménez ha dado testimonio que fue en la década del 60 cuando apareció por primera vez la representación gráfica de un pene, de autor anónimo, en un baño de cantina en la colonia Tacubaya en la Ciudad de México; emblema al que célebremente se conoce como el “gallito inglés”, y que él adoptó como rúbrica: “Este es el gallito inglés, míralo con disimulo, quítale el pico y los píes y métetelo en el c…»
Pero además de componerse de imágenes en grafitos callejeros, la picardía mexicana, se conforma de los albures, ‘bombas’, ademanes groseros, anécdotas y canciones, escuchadas en prácticamente todos los rincones del país.
Sometimiento y colorido
El albur, por ejemplo, es una forma de expresión que recurre a acepciones sexuales para someter al otro, con lenguaje colorido y sagaz: si es hombre, generalmente recurriendo a la humillación, que cuestiona su hombría o virilidad, y si es mujer, aludiendo a un supuesto resultado de seducción total.
En muchos barrios de la ciudad de México y del país, el albur se considera hasta un pasatiempo y quienes gustan de practicarlo, deben contar con agilidad mental y cierto nivel de cultura general para saber responder con rapidez, fineza o rudeza pero con mucha perspicacia.
Ciertamente, no todos los mexicanos son buenos prestidigitadores verbales, por ello, aunque es un juego divertido, mucha gente piensa dos veces lo que va a decir, para evitar ser albureado.
A continuación y para una audiencia adulta, versiones subidas de tono, de los adagios y expresiones más populares de la picardía mexicana. Si usted conoce otros aforismos y desea contribuir a esta colección, favor de hacérnoslos llegar. Gracias, ¡y a reírnos un buen rato!
Albures, dichos y refranes
• A mí me la ve Sansón y me la peina Dalila.
• A mí no me la tizna ni el cura, ni en miércoles de ceniza.
• Un saludo desde la tierra del chorizo; les mando unos tramos en cajetillas para que se los repartan…
• A mí ya ni la flaca me pela ni el chico me pone atención.
• Ahí les van estos fierros hoy que es día de bautizo.
• Ahí se la ve… si todavía la tiene en el mismo lugar.
• Al chile pelón con suelas de hule vulcanizado.
• Al mal paso, darle Gerber.
• Aquí se rompió una jerga y usté se va pa… pa’ su casa…
• Al que obra mal se le pudre el cu- -.
• Atrás se pide pero por delante se despacha.
• Barriga llena, corazón ¿Qué hacemos?
• Como dijo aguado: te dejo.
• ¿Cómo te quedó el ojo? ¿Tirante o flojo?
• Donde pongo el ojo, pongo la vara.
• El que hambre tiene en pan piensa. (Y el que no, es que ya se lo comió…)
• El que lo mete, no cumple lo que promete.
• En mejores tepalcates he frito mi longaniza.
• Es muy duro darte gusto…
• Está bien que chinguen, pero a su madre… ¡Respétenla!
• Ha sido una sorpresa encontrar gente como ustedes en el fin de mileño.
• Palo dado… ¡adiós loquita!
• La que quiera azul celeste, que se acueste.
• La vergüenza y la doncellez se pierden sólo una vez.
• Más vale pájaro en mano que…siento mucho lo ocurrido.
• Más vale prevenir que bautizar.
• Más vale prevenir que la…mentársela.
• No hablen de nalgas porque me dan asco.
• No importa lo grueso, sino lo travieso.
• No soy de Alvarado sino de Jalapa, o sea ‘jalaspito’.
• Nunca digas no, aunque te llenes de hijos.
• Si al cabo me lo has de dar, no me lo des a desear.
• Si sientes feo cuando me voy ¿Qué sientes cuando me vengo?
• Siento que el pito me huele agarras y el trasero atrapo.
• Te traigo un regarrote de cumpleaños.
Piropos colorados
Representación del gusto del mexicano por la adulación fisio-erótica a la mujer.
• ¡Bendito el clavo que ponche esa llanta!
• ¡Creo que se apellida merezco!
• ¡Con esa torta ya ni ‘chesco pido!
• ¡Tú pones la torta y yo embarro el aguacate!
• ¡En esa cola yo si me formo!
• ¡Epa! Si así está la cola ¡Cómo estará la película!
• Los ángeles no tendrán espalda ¡Pero qué cola, Dios mío!
• ¿Qué en-algotas ocasiones no nos habíamos visto?
• ¡Qué nalgaridad!
• ¿Qué tetas creyendo?
• ¡Oye chula! ¿Qué tu papa ya es grande?
• ¿Güera, güera, sí me muero quién te encuera? ¿Quién te lleva a la litera?
• ¿Tos qué, mi reina? ¡Vamos a mover el catre!
• ¡Te recojo en la esquina!
• ¡Si como las mueves las bates, que sabroso chocolate!
No es lo mismo
Representación de la psicología inversa del mexicano
• Anita siéntate en la hamaca, que siéntate en la macanita.
• Apalear un techo, que techarte un palo.
• Dormirse al instante, que dormirse en el acto.
• El Consulado General de Chile, que el General con su chile de lado.
• El pintor de la brocha gorda, que el pintor se abroche a la gorda.
• Emeterio, Zacarías, Saturnino y Guajardo; que meterlo, sacarlo, sacudirlo y guardarlo.
• Huele a traste, que atrás te huele.
• La Avenida Zaragoza, que Sara goza la venida.
• La papaya tapatía, que te tapes la papaya tía.
• Los montes de Tapachula, que tápate los montes chula.
• La cómoda de tu hermana, que acomódame a tu hermana.
• La hija del Rahjáh, que la raja de la hija.
• La verdura, que verla dura.
• La niña en el Canal de la Mancha, que la mancha en el canal de la niña.
• Lino pásame el remo, que pásame el remo lino.
• Montecarlo, que Carlos te monte.
• Palos en el monte, que montes en el palo.
• Ramona Cabrera, que cabrona ramera.
• Ramos tente el talego, que tente-ramos el talego.
• Papas en chile, que chile en-papas.
• Se avecina una tormenta, que me atormenta una vecina.
• Ser de Tula, que ser tuleño.
• Tener un hambre atroz, que tener un hombre atrás.
• Tu hermana en el jardín del Edén, que le den a tu hermana en el jardín.
• Un enchufe negro, que un negro te enchufe.
• Un metro de encaje negro, que un negro te lo encaje un metro.
Se abre el telón…
Representación del gusto del mexicano por el teatro y la asociación figurativa de éste con el acto sexual.
Primer acto: Aparece un taller de medias.
Segundo acto: Aparecen cuatro empleadas trabajando.
Tercer acto: Aparecen las cuatro discutiendo y se dicen peladeces.
¿Cómo se llama la obra?
R: cuatro peladas medieras
***
Primer acto: Aparece piolín.
Segundo acto: Aparece una botella de cátsup.
Tercer acto: Aparecen unos ‘pays’ de manzana.
¿Cómo se llama la obra?
R: El pájaro Kétchup pays.
***
Primer acto: Aparece un niño de 6 años.
Segundo acto: Aparece una casa con cerca de madera.
Tercer acto: Aparece el niño orinándose en la cerca de la casa y en las del resto del vecindario.
¿Cómo se llama la obra?
R: El chico que mea cercas.
que bena idea ubo el señor armando jimenez de hacer este libro fue una gran idea ya que aqui hay gran canidad del albur que nosotros los meicanos decimos.
esta muy interesante espero que algun dia saquen otro libro dond saquen mas albures y todo los mexicanos decimos.
jajajaj q chistoso
pero
no le
entiendo
aninguna
nomas
m lo imagino
jajaja
Muy buenos los: No es lo mismo. Nos reimos a pasto con la recopilación. Chilangos=Albureros. Nota altamente recomendable.