Primero de Mayo sigue vigente a la sombra del Coronavirus

El 1ro. de Mayo se celebra el Día Internacional de los Trabajadores en todo el mundo. Aunque en Estados Unidos y Canadá se celebra el “Día del Trabajo” el primer lunes de septiembre.

Ocho horas por día

Lo que hoy es un día de celebración, originalmente fue un día de lucha en que los obreros reclamaron reducir las horas de trabajo, que normalmente se extendían hasta 16 o 18 horas al día. La reivindicación de la “jornada de ocho horas” de trabajo fue una bandera de lucha de millones de trabajadores alrededor del mundo.

Finalmente esta lucha terminaría en una victoria, pero como fue resistida por los dueños de las fábricas y sus respectivos gobiernos, hubo numerosas muertes de líderes obreros, despidos y encarcelamientos.

A mediados del siglo XIX, millones de personas llegaban a ciudades como Chicago y Nueva York, principales zonas fabriles estadounidenses de la época, para incorporarse a la fuerza laboral. Llegaban del propio país, pero también de Europa. Muchos de estos inmigrantes no solo ya traían consigo su experiencia de trabajar en fábricas sino también experiencia de luchas políticas y sindicales.

Precisamente en aquellos años existían dos sindicatos que representaban a los trabajadores, la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo y la Federación Estadounidense del Trabajo (American Federation of Labor), que tenía influencias socialistas y anarquistas.

Durante su congreso celebrado en 1884, la Federación (FET) estableció que a partir del 1ro. de mayo de 1886 se trabajaría ocho horas, de lo contrario iniciarían una huelga general.
Cabe destacar que las condiciones de trabajo y de vida de los trabajadores eran en aquellos tiempos muy deplorables. En todo momento, cientos de miles de desempleados estaban disponibles para trabajar en cualquier condición y por menos salario.

Huelga general

El sábado 1ro. de mayo de 1886 unos 200,000 trabajadores iniciaron una huelga general. En algunas ciudades del país las autoridades decidieron aceptar la exigencia de los trabajadores por temor a las consecuencias de una huelga. Pero no ocurrió así en Chicago, donde los huelguistas se enfrentaron dos días después con “esquiroles”, o rompehuelgas, que salían de una fábrica que estaba en paro desde hacia varios meses. La policía abrió fuego, matando a seis personas e hiriendo a muchos más.

Los huelguistas convocaron a una protesta el día 4 de mayo en la Plaza Haymarket, de Chicago, a la que concurrieron más de 20,000 personas. Cuando la policía comenzó a reprimir a los asistentes, una bomba estalló cerca de las fuerzas policiales matando a uno de ellos. La policía respondió con dispararos indiscriminados sobre la multitud, resultando en 38 muertes y decenas de heridos.

Las autoridades de Chicago establecieron el toque de queda. La prensa al igual que los empresarios, exigían la cabeza de los líderes obreros.

Se desató una violenta persecución y arresto de líderes de los trabajadores. Decenas fueron torturados por la policía.

Se enjuició a ocho obreros como responsables de la muerte de un policía. En realidad se buscaba controlar al movimiento obrero. El veredicto era previsible.

Cinco de ellos fueron condenados a muerte y tres a prisión perpetua.

Los cinco condenados fueron ahorcados el 11 de noviembre de 1887 y hoy se los conoce como “Los mártires de Chicago” ya que nunca pudo probarse que alguno de ellos fuera responsable por la bomba que mató a un policía.

De los cinco ejecutados, solo uno era estadounidense (Albert Parsons), los otros cuatro eran inmigrantes alemanes (George Engels, Adolf Fisher, August Spies y Louis Lingg, quien se suicidó antes de la ejecución).

Este acto de represión y venganza contra activistas y líderes de los derechos laborales fue celebrado por la prensa dominante y los gobiernos locales a lo largo del país.

Sin embargo, estos sucesos tuvieron un gran impacto. En 1904, la II Internacional, reunida en Amsterdam, pidió que cada 1ro. de mayo sea un día de acción para lograr que la jornada de ocho horas sea universal y para conmemorar a los Mártires de Chicago. Surgió así el 1ro. de mayo como Día de los Trabajadores.

Hoy se celebra en casi todos los países del mundo. En algunos países esta celebración se minimiza, se disfraza o se sustituye por temor a una mayor influencia de los sindicatos o de los partidos de izquierda.

En la actualidad, los derechos de los trabajadores —incluyendo el pago correcto y justo a los campesinos— es constantemente atacado, al igual que las organizaciones y sindicatos que los apoyan. El término “comunista” o incluso el de “socialista” es considerado condenatorio y se lo usa para hostigar a activistas y organizadores.

El coronavirus empeora la situación

MANIFESTACIÓN ESTUDIANTIL EN BARCELONA. LOS ESTUDIANTES ANTE EL AYUNTAMIENTO DURANTE LA MANIFESTACIÓN QUE REALIZARON PARA PROTESTAR CONTRA LOS SUCESOS DE GRANADA

La situación actual de pandemia por el coronavirus (o virus Corona) está exponiendo públicamente el nuevo asalto a los derechos laborales en nuestro país, cuando algunos gobernadores conservadores buscan obligar a los trabajadores a salir de su cuarentena y regresar al trabajo bajo amenaza de que de lo contrario se les suspenderá  el pago del desempleo.

Desde la Casa Blanca se induce a esta práctica y hasta se motiva a grupos que exhibiendo armas protestan las medidas de protección sanitaria con la excusa de la necesidad de volver a la productividad para “normalizar” la economía.

Además, se ignora en momentos como estos los derechos laborales de los inmigrantes indocumentados quienes en su mayoría siguen trabajando, especialmente en los campos agrícolas.

Eduardo Stanley es Editor de Community Alliance en Fresno. Es conductor y productor de Nuestro Foro por KFCF 88.1 en Fresno, California, www.kfcf.org. www.eduardostanley.com

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    Eduardo Stanley se graduó de la Escuela de Cine de la Universidad Nacional de La Plata, Argentina. Realizó estudios de post grado en Semiótica en la Universidad de Bucarest, Rumanía, y trabajó tres años como profesor de Logica y Teoría del Lenguaje en la Universidad Autónoma de Sinaloa, México. En Estados Unidos desarrolló una amplia carrera periodística, incluyendo Univisión, Telemundo, varias publicaciones comunitarias del Valle Central de California, y también como free lance para publicaciones nacionales e internacionales, como La Opinión (Los Angeles) y La Insignia (España). Actualmente es editor del periódico mensual Community Alliance y produce in show radial en español en KFCF 88.1FM, de Fresno. 

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