Violencia doméstica: la agresión más antigua y naturalizada
El pasado 3 de noviembre, Ethnic Media Services (EMS) propuso un conversatorio sobre esta práctica, aceptada durante mucho tiempo como parte del tejido en las relaciones familiares, incluyendo la dominante en Estados Unidos
Sunita Sohrabji, moderadora de EMS, explicó en el panel, que contó con especialistas y mujeres «sobrevivientes», que “hoy está surgiendo un movimiento creciente para romper definitivamente con la violencia doméstica, incluso cuando los datos revelan que una de cada tres mujeres y uno de cada seis hombres en el país han experimentado este maltrato. Hay esfuerzos muy recientes para encontrar soluciones a través de la legislación y mucha movilización de sobrevivientes por las redes sociales”.
Feminismo y blues
La primera conferencia fue el extracto de una charla que diera Angela Davis, profesora emérita de UC Santa Cruz, veterana activista y autora de varios libros.
“La primera vez que tomé conciencia de lo que significaba la violencia doméstica, fue en los años ´70 gracias a la explosión del feminismo. La pregunta que todas nos hacíamos era por qué había tanto silencio, siendo que se trataba de una forma de violencia que había estado presente en la mayoría de las sociedades humanas”.
Davis agregó que “la violencia doméstica suele ser presentada como el problema del sobreviviente. Cuando escribí “El legado del Blues y el feminismo negro”, fue por haber escuchado a cantantes como Bessie Smith, Ma Rainey, Ida Cox y Rosa Henderson, que cantaban lo que les estaba sucediendo en sus relaciones”.
Sobre la situación actual, la activista remarcó que “estos parámetros tardan mucho en cambiar. De hecho, la violencia doméstica empezó a formar parte del discurso público hace 50 años. Y pese a todas las acciones que se han llevado a cabo, su fondo es casi el mismo. En mi juventud, me sentía incapaz de hacer nada porque el discurso dominante era que se trataba de un fenómeno natural. Por suerte en los últimos tiempos estamos haciendo un progreso impensado, con mucha gente involucrada políticamente. Es un período sin igual en la historia de nuestro país y me siento muy esperanzada”.
“CUANDO ESCRIBÍ “EL LEGADO DEL BLUES Y EL FEMINISMO NEGRO”, FUE POR HABER ESCUCHADO A BESSIE SMITH, MA RAINEY, IDA COX Y ROSA HENDERSON, MUJERES QUIENES CANTABAN LO QUE LES ESTABA SUCEDIENDO EN SUS RELACIONES. ESTOS PARÁMETROS TARDAN MUCHO EN CAMBIAR. Y LA VIOLENCIA DOMÉSTICA EMPEZÓ A FORMAR PARTE DEL DISCURSO PÚBLICO HACE 50 AÑOS. POR SUERTE, EN LOS ÚLTIMOS TIEMPOS ESTAMOS HACIENDO UN PROGRESO IMPENSADO, CON MUCHA GENTE INVOLUCRADA POLÍTICAMENTE Y ME SIENTO MUY ESPERANZADA”.
ANGELA DAVIS
Proyectos de ley para California
Susan Rubio, senadora estatal por el Partido Demócrata, fue la primera oradora de la conferencia.
“Quienes me conocen, saben lo que este tema significa para mí. Soy una sobreviviente de la violencia doméstica y desde 2018 que asumí como senadora, hice de eso mi lucha. La legislatura está siendo muy lenta y por eso queremos enfocarnos en leyes para las víctimas que terminan en la calle. Muchas son mujeres con niños, a las cuales no se les provee los recursos necesarios. Y no tienen otra opción que la calle o quedarse en sus casas para seguir siendo golpeadas o maltratadas”.
-¿Cuál es la realidad de estas residencias de paso?
-Muchas víctimas decían que en los refugios sólo les permitían quedarse 30 o 40 días. Y después de ese período ¿qué? Algunas mujeres han reportado estar más de diez años en la calle antes de ser ayudadas. Y todas tienen derecho a tener un hogar y sentirse seguras. Ahora, todas las organizaciones que reciben ayuda financiera tienen que tener una mirada equitativa, crear políticas que ayuden a estas personas de manera concreta.
-¿Cómo empieza usted su lucha desde el Congreso?
-Cuando me eligieron senadora en 2018, revisé un proyecto de ley que no se había tocado en 30 años. Decía que las víctimas tenían tres años para buscar justicia y asistencia, pero muchas de ellas necesitaban mucho más tiempo debido al estrés postraumático. Así que hemos logrado extenderlo a cinco años. La idea es llevarlo a 15 y expandir la definición de violencia doméstica. Antes, sólo era cuando la pareja le daba golpes a otro; pero ahora incluye abusos emocionales o coercitivos. Ya no se necesitan marcas de los golpes para mostrar que has sido abusada.
-¿Cómo impactó su caso personal en la decisión que usted tomó ?
-Solemos pensar que las personas más educadas no van a ser víctimas de violencia doméstica. Yo tenía título, era docente y trabajaba en una junta. Pero me sucedió. Y aprendí que la violencia doméstica no tiene barreras. Ahora, mientras hago las entrevistas, veo cada vez más mujeres profesionales. Muchas se callan porque tienen miedo de salir en los periódicos, como me pasó a mí. Luego de mi historia, cientos de mujeres me contactaron y me pusieron en la posición de hacer algo al respecto. Y llevo 25 proyectos de ley en la legislatura.
-¿Su conclusión?
-Tenemos que cambiar las narrativas y extender el estatuto de limitaciones para que las víctimas estén seguras con sus hijos. Sobre todo, sabiendo que el período más probable para sufrir daño, según las estadísticas, es después de la separación. Muchas veces la policía llega y te dice que estás loca, que te diste la cabeza contra la pared para tener marcas y así poder acusar a tu esposo. Me pasó exactamente eso y es inadmisible.
“SOY UNA SOBREVIVIENTE DE LA VIOLENCIA DOMÉSTICA Y DESDE 2018 QUE ASUMÍ COMO SENADORA, HICE DE ESO MI LUCHA. LA LEGISLATURA ESTÁ SIENDO MUY LENTA Y QUEREMOS ENFOCARNOS EN LEYES PARA LAS VÍCTIMAS QUE TERMINAN EN LA CALLE. MUCHAS SON MUJERES CON NIÑOS A LAS CUALES NO SE LES PROVEE LOS RECURSOS NECESARIOS. Y NO TIENEN OTRA OPCIÓN QUE LA CALLE O QUEDARSE EN SUS CASAS PARA SEGUIR SIENDO GOLPEADAS. MUCHAS VÍCTIMAS DECÍAN QUE EN LOS REFUGIOS SÓLO LES PERMITÍAN QUEDARSE 30 O 40 DÍAS. Y DESPUÉS ¿QUÉ? ALGUNAS MUJERES HAN REPORTADO ESTAR MÁS DE DIEZ AÑOS EN LA CALLE ANTES DE SER AYUDADAS”.
SUSAN RUBIO
Mamás en lucha
Tina Swithin, fundadora de One Mom´s Battle, compartió su historia.
“Soy una sobreviviente de la violencia doméstica también. Mi caso empezó en agosto de 2009, como víctima de abuso financiero severo. Escribí mis declaraciones en la corte, me dieron un refugio y tuve éxito en conseguir una orden de alejamiento. Pero 24 horas después y cuando abandoné el refugio, mi ex marido violó la restricción, entró a la casa y no tuvo ningún castigo. Aprendí que no podía depender de las fuerzas de la ley ni de las cortes para que me protegieran. Y dormí con un martillo bajo la almohada durante mucho tiempo. Estaba aterrorizada y temía por mi vida. Estuvimos 13 veces en la corte en un año, ya que a él lo declaraban “de riesgo moderado”. Los consejeros de menores no ayudaron a mis hijos, y priorizaron los derechos de mi ex esposo a los míos”.
-¿Cómo continuó?
-Yo había agotado todos los recursos y quería entender mejor el sistema. Para el juez, mi caso era uno más. Pero para mí, eran mis bebés de dos y cuatro años. La naturaleza me creó para proteger a mis niños, no para ser un número. Por fin pude entender la estrategia y empecé a ir a la corte para ver casos similares a los míos. Así fue que me convertí en parte de la corte en 2012 y pedí otro tipo de custodia infantil. El segundo evaluador investigó mejor lo que yo estaba diciendo y la conseguí. Tuve privilegios por el color de mi piel y porque los procedimientos de la corte era en mi idioma natal. Pero es muy distinto para las mujeres de las comunidades marginales.
-¿Ahí nace “One Mom´s Battle”?
-Sí. Empecé a estudiar abogacía y fundé esta ONG para ayudar a las mamás que les pasaba lo que a mí. Hoy tenemos 250,000 miembros comunitarios a nivel mundial, un apoyo que a mí me hubiera gustado tener en mis tiempos. Estuve involucrada en cambios legales y testificando en audiencias del congreso. Apoyo a la senadora Rubio para sacar adelante sus proyectos y generar consciencia.
-¿Su conclusión?
-Si bien los conflictos familiares son entre dos partes iguales, la violencia doméstica no lo es; ya que se trata de una relación de control y poder que ejerce un miembro sobre el otro. La necesidad del abusador de tener poder, no se termina con el fin de la relación. De hecho, se ha determinado que los abusos pos separación suelen ser los peores. Y deben ser entendidos como una extensión de la violencia doméstica.
“SOY UNA SOBREVIVIENTE DE LA VIOLENCIA DOMÉSTICA Y MI CASO EMPEZÓ EN 2009. ESCRIBÍ MIS DECLARACIONES EN LA CORTE. TUVE ÉXITO EN CONSEGUIR UNA ORDEN DE ALEJAMIENTO. PERO 24 HORAS DESPUÉS, MI EX MARIDO VIOLÓ LA RESTRICCIÓN, ENTRÓ A LA CASA Y NO TUVO NINGÚN CASTIGO. APRENDÍ QUE NO PODÍA DEPENDER DE LAS CORTES PARA QUE ME PROTEGIERAN, Y DORMÍ CON UN MARTILLO BAJO LA ALMOHADA MUCHO TIEMPO. LOS CONSEJEROS DE MENORES NO AYUDARON A MIS HIJOS Y PRIORIZARON LOS DERECHOS DE MI EX ESPOSO A LOS MÍOS”.
TINA SWITHIN
Fuga a Pakistán
Viji Sundaram, periodista en The Public Press y cofundadora de Narika, un grupo de defensa sin fines de lucro en pos de las mujeres indias y asiáticas, contó una historia que la marcó profundamente.
“Hace veinte años, un hombre pakistaní vino a la redacción y me preguntó si no podía escribir sobre su hija. A la chica la habían casado con un señor americano-pakistaní que dijo ser ingeniero y ganaba bien. Tuvieron una hija y se radicaron en los Estados Unidos.
Al tiempo, ella descubrió varias mujeres entrando y saliendo de la casa. Lo que el hombre había empezado a hacer, en realidad, era filmar películas pornográficas. Y le pidió a su nueva esposa que participara. Ella se negó rotundamente pero él le dijo: “si no lo hacés vos, voy a obligar a que lo haga tu hija”.
Ella, entonces, se escapó de la casa con el documento y la niña a cuestas y se fue a Chicago, donde estaba su hermano. Este le compró un pasaje; y la mujer y la nena se volvieron a Pakistán. Pero el esposo hizo un reporte de desaparición y abandono. Y la mujer se convirtió en fugitiva. Sin embargo, ella lo llamaba siempre para comunicarlo con su hija y contarle cómo estaban”.
-¿Cómo siguió el caso?
-La mujer consiguió recientemente un empleo de azafata en su país, pero tenía miedo de ser arrestada en algún aeropuerto internacional debido a su situación de “desaparecida”. Fue entonces cuando llamé al esposo para entrevistarlo. El hombre fingió sentirse muy solo y querer a su hija de regreso. Pero contraté a un abogado que pudo comprobar, por las cuentas telefónicas del hombre, que la mujer había estado presente y en contacto. Y no podía aducir desaparición o fuga. Por suerte, a la mujer se la removió de esa lista, se casó de nuevo y ahora está muy feliz.
-¿Su conclusión?
-La mayoría de mujeres que me cuentan historias como estas, hacen sus denuncias y se representan a sí mismas en las cortes. El sistema está preparado para los abogados pero no para ellas, que no conocen el sistema o no saben el idioma. Espero que la senadora Rubio siga introduciendo proyectos de ley que mejore las cortes familiares y obligue a los jueces a educarse en violencia doméstica.
“LA MAYORÍA DE MUJERES QUE ME CUENTAN HISTORIAS DE VIOLENCIA DOMÉSTICA, HACEN SUS DENUNCIAS Y SE REPRESENTAN A SÍ MISMAS EN LAS CORTES. EL SISTEMA ESTÁ PREPARADO PARA LOS ABOGADOS PERO NO PARA ELLAS, QUE NO CONOCEN EL SISTEMA O NO SABEN EL IDIOMA. ESPERO QUE LA SENADORA RUBIO SIGA INTRODUCIENDO PROYECTOS DE LEY QUE MEJORE LAS CORTES FAMILIARES Y OBLIGUE A LOS JUECES A EDUCARSE EN VIOLENCIA DOMÉSTICA”.
VIJI SUNDARAN