David Bacon: Hay que abrir el debate migratorio

VISALIA, California ‹ Las expectativas de una posible reforma migratoria son grandes entre la población inmigrante del país, que incluye no solo latinos sino también cientos de miles de personas de otras nacionalidades.

Durante su campaña electoral, Barack Obama prometió que buscaría tal reforma. Un año después de asumir el poder la nueva administración, la reforma migratoria no es su prioridad.

Sin embargo, el tema sigue despertando pasiones a ambos lados del espectro político del país ‹aquellos a favor de una reforma y los que se oponen. Los primeros aseguran que si no es este año, con seguridad en 2011 el Congreso discutirá y aprobará una reforma migratoria.

Es ese caso muchos se preguntan qué clase de propuestas de ley de inmigración va a considerar el Congreso en caso de que se abra el debate en los próximos meses.

Hasta ahora, existe solo una propuesta, presentada el pasado diciembre 2009 por el diputado Luis Gutiérrez (D-Illinois), denominda Ley de Reforma
Comprensiva de Inmigración para la Seguridad y Prosperidad de América de
2009 (CIR-ASAP, por sus siglas en inglés).

Esta propuesta contiene tres componentes básicos: legalización de un número de personas actualmente sin residencia legal; estricto control fronterizo, y un plan de trabajadores temporales inmigrantes. Ya estos componentes estaban en la llamada propuesta Kennedy-McCain, presentada en 2007 en el Senado y que finalmente fracasó.

Al parecer, cualquier propuesta de reforma migratoria integral debe
incluir esos componentes. Para muchos activistas y organizaciones latinas
mayoritariamente ubicadas en Washington, sin esos elementos «no es posible que se apruebe una reforma migratoria». Por lo tanto, «no es práctico» proponer algo diferente. Es decir, o aceptamos esos tres elementos, o no hay nada.

«Esa actitud, en términos políticos, es claudicar», dice David Bacon, periodista y activista sindical de San Francisco que busca motivar a grupos
pro inmigrantes a plantear una alternativa. «Una propuesta que contempla un plan de trabajadores temporales ayuda a mantener los abusos laborales y la pobreza».

Para Bacon, el proceso migratorio es un fenómeno económico social y hay que enfrentarlo como tal. «Hay que preguntarle a Gutiérrez si su propuesta
contempla el desarrollo de Oaxaca, por ejemplo». Oaxaca es uno
de los estados mexicanos que más migrantes expulsa hacia EE.UU. En este
sentido, Bacon también critica los tratados de «libre comercio» con países
exportadores de mano de obra. De acuerdo con ciertos estudios, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, en inglés y TLC en español), entre México, EE.UU. y Canadá, ha generado la expulsión económica de un millón de campesinos en México desde su puesta en marcha en 1994.

«La propuesta de ley del diputado Gutiérrez es otro Programa Bracero»,
asegura Bacon.

Esta propuesta es apoyada, entre otras organizaciones, por el Sindicato de
Campesinos (UFW), quien ha creado junto a sus antiguos rivales, el agro, una mini-propuesta «comodín» llamada AgJOBS, que se incluye en casi cualquier propuesta de ley de reforma migratoria.

AgJOBS contempla un sistema de mano de obra agrícola temporal importada y la «legalización» paulatina de miles de jornaleros, siempre y cuando se
mantengan en el trabajo rural durante cinco años.

«En 1964, líderes, activistas y organizaciones defensoras de los derechos
humanos entre ellos Bert Corona y la UFW,  presionaron y lograron la
cancelación del Programa Bracero», explica Bacon. «Y un año después se
logra una modificación que permite la reunificación familiar de los
inmigrantes, algo que no existía antes».

Para Bacon, la enseñanza de estos logros es clara: «Si queremos tener
victorias, tenemos que organizarnos».

Actualmente, varias organizaciones latinas, unidas en la coalición Reforma
Migratoria para América (RIFA, por sus siglas en inglés) apoyan la propuesta
de Gutiérrez y, eventualmente, apoyarán cualquier proyecto que incluya los
mencionados tres componentes. «Apoyan una propuesta que ayuda a los empresarios con dinero de fundaciones», afirma Bacon. «Apoyan una propuesta que no ofrece protección a los derechos civiles y laborales de los inmigrantes».

El problema es, asegura nuestro entrevistado, que tanto los activistas como
los medios de comunicación incluyendo en español no informan sobre
alternativas o no critican las propuestas presentadas porque aseguran que
«otra cosa no va a pasar el Congreso, así que no hay que dividir».

«Cuando el Senado discutía la propuesta llamada ‘Kennedy-McCain’, casi nadie hablaba de la propuesta de reforma migratoria de la diputada Sheila Jackson Lee (D-Texas). Simplemente se la ignoró», afirma Bacon, en relación al papel de los medios de comunicación.

La economía de EE.UU, dice Bacon,  se está transformando rápidamente.
«Cada vez hay menos trabajos de tiempo completo y permanentes», dice. «Cada vez hay más empleos temporales, mal pagados y sin beneficios». Y alerta sobre este proceso: «Estamos perdiendo lo que nuestros antepasados nos legaron».

Además, las empresas están llevando sus fábricas a países donde se les
garantiza mano de obra muy barata, escasa o nula sindicalización y pocos
beneficios. China es el principal destino de esta fábricas, que dejan
cientos de edificios vacios y miles de desempleados atrás.

«Obama dijo durante su campaña electoral que impondría más impuestos a las empresas que mandan sus fábricas al extranjero, pero desde que es Presidente no insistió en este aspecto», recuerda Bacon.

El proceso de sangría social que significa mandar fábricas a otro país, está
relacionado con los cambios antes descritos de reducir los empleos y los
beneficios incluyendo salarios. Y habría que agregar el otro componente del
proceso: la inmigración. Esta permite la existencia abundante de mano de
obra barata, no sindicalizada y sin beneficios.

En resúmen, según Bacon, una reforma migratoria debe contemplar los derechos de los trabajadores, incluyendo el derecho a inmigrar o a quedarse
y trabajar dignamente en sus comunidades. Y también, debe contemplar la
plenitud de los derechos civiles y laborales propios de cualquier
trabajador.

«Los grandes sindicatos se formaron en los 30, en época de recesión», dijo
Bacon, en referencia a la crisis económica actual. «Si una parte de la clase
obrera, 12 millones de indocumentados,  no tiene ni los beneficios del resto
de la sociedad, entonces tenemos que luchar para el beneficio colectivo».

Sin duda, la lucha de los trabajadores inmigrantes está asociada a la lucha
de los trabajadores locales pues las condiciones laborales y de vida de los
trabajadores se han ido deteriorando de manera constante, mientras la
empresas siguen controlando las decisiones de los gobiernos.

Aunque para los trabajadores inmigrantes una de sus prioridades es una ley
de reforma migratoria, también ellos deben considerar las condiciones
sociales en general, pues al inmigrar pasan a formar parte de una sociedad
cuyas condiciones laborales están en decadencia y quienes determinan esas
condiciones también son responsables de las condiciones que generan el
proceso migratorio: las grandes empresas y los gobiernos respectivos.

Según Bacon, las organizaciones de cabildeo a favor de una reforma
migratoria amplia o integral, incluyendo algunas latinas, buscan apoyar propuestas que, precisamente, no cuestionan este estatus quo, el proceso de reciclaje de mano de obra barata y de migración de capitales a paises con menores protecciones a los derechos laborales.

Ante este gran desafío, la propuesta de Bacon es organizarse y generar
discusiones sobre las propuestas de ley de reforma migratoria, sin dejarse convencer por argumentos simplistas tales como «algo más amplio no
pasará», o «tenemos que ser prácticos».

Autor

  • Vive latino 2010: tres días de música en méxico

    Eduardo Stanley se graduó de la Escuela de Cine de la Universidad Nacional de La Plata, Argentina. Realizó estudios de post grado en Semiótica en la Universidad de Bucarest, Rumanía, y trabajó tres años como profesor de Logica y Teoría del Lenguaje en la Universidad Autónoma de Sinaloa, México. En Estados Unidos desarrolló una amplia carrera periodística, incluyendo Univisión, Telemundo, varias publicaciones comunitarias del Valle Central de California, y también como free lance para publicaciones nacionales e internacionales, como La Opinión (Los Angeles) y La Insignia (España). Actualmente es editor del periódico mensual Community Alliance y produce in show radial en español en KFCF 88.1FM, de Fresno. 

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