El boyfriend de Laura, por Lilian E. Agosto Maldonado
“¿Cómo estuvo el party?”, pregunté.
-“Súper cool, chica, la pasamos chillin”, me dijo mi amiga Laura con una sonrisa que delataba su alegría.
Me pregunto si en el party se habrá encontrado a Marcos, el chico con el que estaba saliendo. Sí, el chico ese medio serio que conoció en el parking del mall cuando se le explotó la goma y necesitaba ayuda para llenarla y poder regresar a su casa. Resulta que a partir de ese día su vida cambió y ese angel se convirtió en su principito, en el kétchup de sus papitas, en el brillo de sus ojos.
Siempre recuerdo el día en que me lo contó. “Oh my God, Lillian! ¡Conocí a un chico guapísimo!”, me dijo gritando como una niña que recibe un juguete nuevo. Yo pensaba que era una de esas historias de flirteo que me cuenta a cada rato, pero esta vez no fue así, la cosa fue en serio. No era algo fake. Ya en tres meses de salir y salir se está transformando en true love. Sus ojitos brillan cada vez que lo menciona. I think she’s in love…
A cada rato se pasa mencionándolo y diciendo lo lindos que son sus ojos, which is true. El chico verdaderamente looks like an angel cuando viene a buscarla a la Universidad. It’s like a movie… él viene en su carro rojo, con los cristales abajo y con el viento revolcando su pelo castaño como un TV commercial. Suena irreal, pero no lo era. El chico se bajó a buscarla y todas las compañeras de la escuela se quedaron looking at him, como si se tratara de un actor o un cantante que viniera a recoger a Laura. La última vez que vino una nena no pudo dejar de mirarlo y hasta le winkeó justo al frente de Laura. Eso la hizo enojar mucho. Me gustaría saber si ya controló esos celos que tenía. Ese nene la tenía crazy con las mujeres que se le quedaban mirando.
Por lo demás, Laura siempre me ha dicho que Marcos es un boyfriend espectacular. Es más, en un mismo weekend puede que la lleve a comer a cualquier restaurante fino de por ahí, que vayan a ver una movie y hasta que le dé un paseíto por la beach con el sunroof abierto. En fin, el chico se ha ganado el corazón de mi sista, la Laurita.
En Valentine’s la llevó a un concert de un cantante de baladas y música romántica que hasta les dedicó una canción a ellos dos. ¡Eso fue awesome! Recuerdo que cuando lo contó en la Universidad, todas las chicas la miramos con cara de enojo, pero a la misma vez de envidia por ese chico que se había conseguido. En definitiva, se ganó un jackpot con ese hombre; ¡sólo que falta es que él le ponga una red carpet cuando se vaya a bajar del carro! Y algo que nadie olvida es la inmensa cantidad de flores que le envía. El nene tiene poderes a lo Superman porque no olvida los aniversarios, ni los cumpleaños. Los padres de Laura lo adoran por eso. Eso es un win para él.
Por ahora, me resta pedirle al cielo que me consiga un boyfriend como el de Laura o por lo menos uno con la mitad de sus special features ya que alguien así me haría muy feliz. A mi amiga Laura le deseo lo mejor de lo mejor con su Marcos y que tengan un happy ending así como el de los cuentos de hadas, donde él sea el prince y ella la princess. ¡Aww! So cute!