Elon Musk, Donald Trump y el latino observador
¿Encaja el latino y su cultura en los planes del 'máximo jefe de los keks'?
El cambio de nombre en X (Twiter) de Elon Musk, sustituido por el de Kekius Máximus o «máximo jefe de los keks» da pie a explorar hasta dónde puede llegar la influencia de la riqueza bruta en el nuevo gobierno.
El latino va a verse afectado sí o sí como observador o partícipe. Recordemos que somos el 19.5 por ciento de la población; de acuerdo con el censo: 65.2 millones.
¿Pepe the Frog fue una creación de Matt Furie que vio la luz en San Francisco en una publicación de historietas gráficas llamada Boy´s Club (2005). Es un personaje anfibio y antropomorfo de carácter simpático y personalidad picante como su mismo nombre indica: Pepe es pimienta en italiano. Por su popularidad fue adoptado por diferentes espacios mediáticos: 4chan, 8chan, Reddit, Tumbir, Gaia Online, Myspace. De ahí, su imagen pasó a tener un uso emblemático del poder político por grupos alternativos (alt-right). Por su inclinación hacia la derecha extrema, su meme fue añadido en el 2016 a la base de datos de “símbolos de odio” de la Anti-Difamation League.
Avergonzado, su creador le dio muerte en el 2017.
Los colectivos del art-right tienen una meta definida: influir, e incluso desplazar, a la derecha tradicional encarnada en nuestro país por el Partido Republicano. La victoria de Trump en las últimas elecciones se podría asociar en gran medida con estos grupos y, directa o indirectamente, con MAGA: “Make America Great Again”.
MAGA y la Rana, se entrelazan dando paso a la irrupción de la opulencia tecnológica en el espacio político y, con su simbiosis, formar lo que se podría intuitivamente denominar “la tecnosfera”. Incluso se podría llevar más lejos. Tras el discurso en la toma de posesión de Trump, en la que habló de llegar a Marte, no falta quien vaticina que bajo su presidencia iría camino de construir una estratecnosfera (cf. estratosfera). La explosión de júbilo de Musk al oírlo fue elocuente. No pudimos ver la cara de Jeff Bezos, que también quiere parte del pastel. La alusión al viaje a Marte recuerda demasiado al anuncio de J.F. Kennedy de ir a la Luna. ¿Un golpe de efecto para inspirar al ciudadano americano?
La imagen de Trump con cara de rana, a poco que se busque, se encuentra sin ninguna dificultad. Es la imagen misma de la conjunción del poder, las empresas tecnológicas y las actitudes políticas alternativas.
Kek: origen y significado
La palabra kek, juega en este montaje o entramado un papel importante. Nació como contrapartida de lol y era de significado similar. En la verborrea de los videojuegos se utilizaba para resaltar el desternillarse de risa en el entorno de los más allegados. De forma críptica se usaba el coreano, lengua en que “reírse” es (transliterado) kkk.
Musk, que es un asiduo de los videojuegos, está al tanto de este lenguaje. Nuestra información nos lleva a un origen onomatopéyico, muy similar al español karkajada (carcajada), que parece ser también de origen imitativo. La existencia de un dios egipcio del caos Kek se ha asociado asimismo con el origen de la palabra, pero suena demasiado ilustrado para unos círculos en que impera el anti-intelectualismo. Posee su propia bandera, que es la de la Alemania nazi, aunque construida con el rojo trastrocado en verde y con la esvástica sustituida por una cruz formada por dos KEK-KEK.
Pareado en la Casa Blanca: «La Rana se viste de Trump
Y duerme en la nómina de Musk»
Pepe La Rana y los keks son los antecedentes de Kekius Máximus. Como ya se habrá intuido, el nombre Kekius se origina a partir de kek a lo que se le añade la terminación latina “-ius” proveniente, no nos sorprende, de personajes romanos de película de Hollywood. En este caso es muy probablemente de Gladiator (Ridley Scott, 2000). Su personaje principal, protagonizado por Russel Crowe, tiene por nombre Máximus Decimus Meridius.
A Musk el nombre le suena a héroe de circo romano. Es parte de la cultura de celuloide con que se instruyen los que se saltaron la clase de Historia en el colegio. Desde otro ángulo, se puede decir también que Musk funge como una reencarnación actualizada de Steve Bannon, estratega del pasado gobierno de Trump. Por cierto, sorprende poco que en estos ambientes escaseen las mujeres gladiadoras. Eso no cambia. Solo hay dos sexos: el hombre y “el del que no es hombre”.
El poder que generan los kek llega hasta el punto de poseer su propia criptomoneda e incluso poseen un país imaginario: Kekistán. ¿Estaríamos hablando de que a la larga se atisba un orden mundial transnacional, o nos adelantamos? De momento La rana Pepe está en la nómina de Musk y la Rana se viste de Trump.
Epílogo. Llegados a este punto, surge la pregunta obligada: ¿Con quién se va a reír a karkajadas el observador latino en este escenario postelectoral? ¿White Male «hombre y blanco» deja entrever un futuro muy racializado y con pocas dudas sobre su género dominante. Para el que quiera entender, pocas palabras bastan.
P.D. Locución: “Salió rana” (RAE): Defraudar, o dar mal resultado.