En El Fogón se debatió la controvertida elección de Venezuela

Una charla con Alejandro Fleming, ex ministro de Turismo y Comercio durante el gobierno de Hugo Chávez

El pasado viernes 7 de junio, tuvo lugar otro encuentro del  El Fogón de Hispanic LA. En esta ocasión, el invitado principal fue el Dr. Alejandro Fleming quien se conectó desde Venezuela.

Fleming, quien fue exministro de Turismo y Comercio durante el gobierno del presidente Hugo Chávez, es Licenciado en Estudios Internacionales por la Universidad Central de Venezuela (UCV) y tiene además una maestría en Relaciones Internacionales y Estudios Europeos de la Universidad de Paris. Es también doctor en Relaciones Internacionales, egresado de la Sorbonne, Francia y tiene una vasta experiencia en el área diplomática, donde se desempeñó como embajador permanente de Venezuela en la Unión Europea y vicecanciller en Relaciones Exteriores para Europa y América del Norte.

Presentado por el  periodista Ricardo Corzo Moreno, Fleming dialogó con periodistas y analistas de Argentina, Brasil, El Salvador, EE.UU. y México, sobre el candente proceso electoral que se realizará en Venezuela el  domingo 28 de julio.

Venezuela y su contexto político actual

Fleming reforzó la idea de que su país atraviesa por un período en donde la imagen de Nicolás Maduro, que representa al Partido Socialista Unidos de Venezuela (PSUV), se encuentra debilitada, al mismo tiempo que el país experimenta una difícil realidad económica.

El candidato opositor que confrontará a Maduro en los comicios de julio es el ex diplomático Edmundo González Urrutia quien representa a la Mesa de Unidad Democrática que, bajo un amplio paraguas del espectro político de derecha y centroderecha, conforma la denominada Plataforma Unitaria.

Entre otros temas, el ex ministro habló sobre el Acuerdo de Barbados y los motivos por los que  la excandidata María Corina Machado está inhabilitada.

Fleming recordó que en los últimos 24 años la situación política en Venezuela ha sido tensa, especialmente durante los períodos electorales.

Destacó que cuando hay polarización electoral, casi siempre el conglomerado de opositores minoritarios (con conexiones con el oficialismo) puede ser el que facilite una victoria electoral. O sea que los apodados “alacranes” podría ser el grupo que finalmente decida quien ocupe el sillón presidencial en el Palacio Miraflores. Esta sería una “oposición a la medida”, dónde puede estar el resorte de votos faltantes. Aun así, hay una oportunidad bastante grande de que el llamado voto castigo vaya para Edmundo González, donde la abstención funcionaría como una forma de punición por las expectativas no realizadas.

El desarrollo económico y las clases sociales

Fleming explicó  que antes del comandante Chávez, la preocupación mayor de la gente en Venezuela era solamente la supervivencia. Luego, con las políticas de inclusión del gobierno de Chávez se logró mejorar la calidad de vida de los venezolanos. Pero en 2014 y 2015 el país se enfrentó a una guerra económica y le tocó atravesar una situación muy difícil.

Lamentablemente, la nación depende de la producción de petróleo y, una vez que el ingreso de la renta petrolera cayó, bajaron  las condiciones materiales de vida de casi toda la población, llegando a la depresión económica (de la cual el país aún no se ha recuperado). A pesar de algunas burbujas de prosperidad, el salario sigue siendo el más bajo de América Latina.

El ex embajador comentó que hay una diferencia brutal entre las campañas de Hugo Chávez y la que hoy lleva adelante Nicolás Maduro.

Si gana la derecha, aclaró, las privatizaciones violarían preceptos constitucionales que se remontan a los tiempos de la Independencia y que prohíbe la venta de bienes estratégicos. El subsuelo de Venezuela, por ejemplo, corresponde a la República y no puede ser privatizado.

Fleming reconoció que hay un montón de “empresarios de maletín, fabricantes de humo” y que hay también un tejido económico de tipo parasitario, cómo una nube de mosquitos alrededor de una bombilla. El empresariado venezolano se encuentra totalmente vinculado al ingreso petrolero y funciona alrededor del núcleo de poder, como ocurre, por ejemplo, con el apellido Machado, así como con muchas otras familias, explicó.

Nostalgia de un próspero pasado

Fleming apuntó que “siente nostalgia de los tiempos de la algarabía, la felicidad” con que se vivía en los tiempos de Chávez. «El comandante amaba profundamente a su país y a su pueblo», recordó . «En el presente se lo rememora como a ´un gran padre´». 

«Las políticas ministeriales de Chávez eran como… una especie de cogobierno entre la burocracia del Estado y… la población», explicó Fleming. «Hoy para garantizar una política efectiva, se debería contar con el pueblo real y no el idealizado o imaginado desde la mente de los ministros y tecnócratas», expresó.

«El presidente Chávez pensaba que el pueblo organizado debía no solamente participar en consultas sino decidir en conjunto y asumir responsabilidad por las decisiones realizadas», recalcó Fleming.

Durante el programa se le recordó al exministro que algunas encuestas electorales dan un amplio margen de triunfo a la oposición. El  55% de los votos serían para Edmundo González Urrutia y Nicolás Maduro no llegaría al 14%.

¿Cómo sería una Venezuela con el gobierno de la derecha?

Fleming recordó que no existe solamente un poder Ejecutivo, sino que hay cuatro poderes del Estado con fuerza “humanista o de izquierda”.  Sin embargo señaló que su mayor preocupación es la población. Temo que pueda haber una cacería de brujas o una razzia contra la izquierda, señaló, y esto generaría una reacción que es necesario saber evitar.

Ganar la elección no significa ganar todo el país, observó, como no significa tampoco gobernar solamente para su base. «La mitad más uno de los venezolanos sigue siendo chavista», afirmó Fleming. «Aunque exista distancia y críticas a Maduro, la memoria de Chávez aún está muy presente».

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