Happy New Year, un poema de amor de Julio Cortázar
Feliz Año Nuevo 2025
Happy New Year
Mira, no pido mucho,
solamente tu mano, tenerla
como un sapito que duerme así contento.
Necesito esa puerta que me dabas
para entrar a tu mundo, ese trocito
de azúcar verde, de redondo alegre.
¿No me prestas tu mano en esta noche
de fin de año de lechuzas roncas?
No puedes, por razones técnicas.
Entonces la tramo en el aire, urdiendo cada dedo,
el durazno sedoso de la palma
y el dorso, ese país de azules árboles.
Asi la tomo y la sostengo,
como si de ello dependiera
muchísimo del mundo,
la sucesión de las cuatro estaciones,
el canto de los gallos, el amor de los hombres.
Un poema sobre nosotros
Dicen cien sitios de internet que Julio Cortázar escribió «Happy New Year» el 31 de diciembre de 1952. A los 37 años. Esta versión, la hallé en El Informador de México. Pero es que en este mundo de fake news, cuando programas de computadora mal llamados «inteligencia artificial» escriben malos poemas, además de dejarnos a los periodistas en la miseria al escribir reportajes y entrevistas de mil palabras con cero contenido, cuando poemas mediocres, apócrifos, son atribuidos a Mario Benedetti, a Jorge Luis Borges y al mismo Cortazar, me revuelco en la duda de sí será o no, hasta que leo y atisbo entre las líneas la ternura inefable del cronopio eterno. De Cortázar, que como uno se fue de su país (él a Francia) y jamás regresó.
Desde la primera frase, hago este poema algo mío: «Mira, no pido mucho / solamente tu mano, tenerla…» ¡Cuantas historias propias y ajenas en estas ocho palabras! ¡Cuántos recuerdos! ¡Cuántas caricias!
Y luego, en el tercer verso me conmueve la imagen de la mano de la amada sostenida como si fuese un sapito durmiendo, y veo a un niño ahijando con las dos manos ese sapito arrancado del charco al que mira a través de una grieta entre las manos por donde se mete la luz.
Y por eso lo reproduzco aquí en Hispanic L.A., como un regalo para quien mira el comienzo del 2025 con el temor extraño de que algo malo está por pasar, para decirte no temas, no temas, porque mientras hay poetas como él capaces de condensar el amor en estas líneas, mientras haya placer, hay esperanza.
Termina este minuto mágico una lectura por Carlos Andrés Gil León, del Proyecto de Literatura en Audio, del poema, de manera tal que parece como si fuese Cortázar leyéndolo. Hasta en su manera francesa de pronunciar las erres.
En Los Ángeles, 28 de diciembre de 2024.