La Corte Suprema versus EPA
El mundo se está derritiendo, el dióxido de carbono y otras emisiones de gases de efecto invernadero aumenta día a día, destruyendo el clima y aumentando el cambio climático, pero mientras todo esto ocurre, la Corte Suprema de los Estados Unidos sostiene que la Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus iniciales en inglés), no puede establecer topes a las emisiones porque esto “excede la autoridad de la agencia”.
Leyes versus contaminación
Según el veredicto el Congreso Nacional no puede darle a EPA la autoridad para adoptar por su cuenta un esquema regulatorio, ya que solo el Congreso tiene esa prerrogativa.
Recordemos que la Ley de Aire Limpio de 1970, otorgó a EPA autoridad para regular la contaminación y, las enmiendas de 1990 ampliaron el papel de la agencia, incluso en el 2007, la Corte Suprema incluyó las emisiones de gases de efecto invernadero, dentro de la autoridad de la EPA.
Lo que ocurrió es que en el 2015 el Congreso Nacional, por mayoría casi absoluta, delegó en EPA el control de las emisiones de gases de efecto invernadero de las plantas de energía, en su totalidad, quien solicito a cada estado que elabore un plan para reducir las emisiones y lo presente al Gobierno Federal.
Lobistas versus regulación
Por supuesto que varios estados y grupos privados (carbón, petróleo, minerales) cuestionaron este plan, sosteniendo que EPA extralimitaba sus poderes regulatorios, solicitando a la Corte que derogue esta regla y, en consecuencia, en el 2016 la Corte lo suspendió.
Después de muchas controversias, un tribunal de distrito de Washington, DC dictaminó, en enero de 2021, que el Plan de Energía Limpia estaba dentro de la autoridad de la EPA.
Pero los grupos lobistas no lo aceptaron, argumentando que a EPA solo se le debe permitir regular las centrales eléctricas individuales, no establecer estándares para toda la industria en general, y que sus regulaciones provocarían grandes pérdidas económicas al sector.
Dólares versus cambio climático
Para defender a las empresas contaminantes los jueces de la Suprema Corte despojaron a la EPA la posibilidad de regular la contaminación, incluidos los gases de efecto invernadero, autoridad que le fue otorgada por la Ley de Aire Limpio, en 1970.
Por su parte EPA les recuerda a los jueces de la Corte, que el Congreso Nacional encargó a la EPA que abordara todos los daños potencialmente catastróficos, incluso mediante la regulación de las centrales eléctricas alimentadas con combustibles fósiles, sosteniendo que la sección 111 de la Ley de Aire Limpio ordena a la EPA que regule las fuentes estacionarias de cualquier sustancia que “cause o contribuya significativamente a la contaminación del aire” y que “se pueda anticipar y que ponga en peligro la salud o el bienestar públicos”.
No hay duda de que el dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero se ajustan a esa descripción.
USA versus el mundo
Este fallo de la Corte dificultará que el gobierno federal, sostenga sus promesas internacionales e influya en reuniones con otros países, sobre el cambio climático y el control de emisiones.
La Corte Suprema despojó a la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y al gobierno de los Estados Unidos, de la fuerza y credibilidad necesaria para enfrentar el desafío ambiental más importante de nuestro del siglo XXI.